«Medidas desesperadas»
Para el cansado Jimin las cosas parecían mejorar muy rápido. En términos relativos, porque había un especie de vacío que no se iba. Ese que seguía espiándolo. La manera en la que Yoongi lo observaba era tierna pero aterradora porque se dio cuenta de que el verdaderamente tenía un problema con acosar a la gente.
En todo el tiempo que llevaban en esa separación, había trabajado muy duro y conocido gente que iba a ayudarlo a finalmente conseguir su objetivo. Cosa que no había hecho mientras estaba con Yoongi, porque tenía tiempo para muchas cosas, pero no para enfocarse en sí mismo. Era deprimente, pero cierto.
Su nuevo socio, Taemin, era un hombre en sus veintidos años con mucho talento en el baile y la administración. Debido a que en la competencia necesitaría presentar un baile en pareja, consiguió su ayuda gracias a las recomedaciones de otros colegas bailarines. Junto a él, iba a ganar ese concurso, iba a comprar ese estudio.
Pese a que en ese aspecto todo marchaba bien, se había quedado sin departamento recientemente, porque aunque Hoseok y Taehyung lo habían dejado quedarse reconocía que estaba siendo una molestia para una pareja de novios. Además, por las noches no podía dormir porque extrañaba su cama y el olor a canela, y porque Taehyung era muy ruidoso. Así que se fue con Taemin por lo que sería probablemente un mes y medio, hasta que el concurso pasara. El baile que presentaría sería ballet, así que quería especialmente que todo saliera perfecto, porque fue lo primero que bailó en toda su vida, y porque era lo que hacían sus padres. Si ganaba, lo haría con el mismo número que realizaron ellos en la foto que tenía. Con la única diferencia de que iba a hacerlo con un hombre y no con una mujer.
En sus planes no estaba volver con Yoongi todavía. No hasta que tuviera el estudio seguro, y no hasta que lo viera mejor. Pero para qué mentir, era evidente que Jimin estaba hecho un manojo de nervios desde que salió de ese departamento, un mes atrás. No dejaba de preguntarse como estaba, que estaba haciendo, como le iba. No quería admitirlo, pero a veces al llegar por la madrugada de todo un día de ensayos, se recostaba en la puerta un rato. Lloraba un poco, la mayoría de veces.
Se cuestionaba si estaba siendo justo al dejarse llevar por su orgullo. Pero, al fin y al cabo, fue la decisión del pelinegro en silla de ruedas, no suya.
El miércoles, a cuatro días del concurso, pasó por el departamento de sus amigos para buscar algunas cosas que se había dejado. Cosas que Hoseok había traído del departamento de Yoongi, porque el no se había atrevido a entrar. Muy inmaduro de su parte, pero de no ser así las hubiera dejado allí mismo.
—¡Oye cosita! ¿Ya nos vamos?—era la voz de Taemin, que probablemente había ido a buscarlo porque sabía que iba a estar ahí primero.
—Dame un minuto, no encuentro las zapatillas de las que te hablé—las de su padre, que le traían suerte en concursos según su experiencia. Cada vez que las había usado, ganaba. Su lado supersticioso las convirtió en una especie de amuleto.
Y las dejó en el apartamento de Min "te voy a dejar porque estoy muy deprimido" Yoongi. Lo que le faltaba.
—Tenemos que pasar por el departamento de... Alguien, primero—se rascó la cabeza con nerviosismo, tratando de no dar muchos detalles para no recibir preguntas que no quería responder.
Taemin asintió, así que prefirió hacerlo rápido y tocó la puerta con una fuerza moderada—muy fuerte—un par de veces. Y cuando Yoongi salió, se alejó tanto del marco que casi se cae. Porque estaba abrumado, y sorprendido, y orgulloso. Eso fue todo un cóctel de sentimientos profundos.
El maldito estaba parado con unas muletas. Parado. No había silla.
—¡¿Qué mierda?!—los dos hablaron al misml tiempo y al decirlo Yoongi se tambaleó, enseguida siendo sostenido por las fuertes manos de su terapeuta Seokjin.
Prosiguieron a mirarse como dos imbeciles, sin nada que decir, sin nada que hacer más que mirarse anonadados.
—¿Precioso? Vamos a llegar tarde.
Cuando la voz de Taemin resonó en el profundo silencio que habían creado, los tres se voltearon a mirarlo. Uno nervioso, los otros dos con el ceño fruncido.
—¿Jimin?—su hermano le habló como preguntándose que estaba ocurriendo.
—¿Precioso?—Yoongi preguntó, con el ceño tan fruncido que su cara se volvió una mueca.—¿Quién mierda es este tipo, Jimin?—el ahora ex-rubio abrió la boca un par de veces intentando formular una palabra coherente, pero fallando en el intento.
—Soy Taemin, idiota. ¿Tú quién eres?—en este punto Jin y Jimin solo pudieron compartir miradas de terror y hablarse con ceñas. Jimin entendió lo que creyó era un "estás jodido" acompañado de una mueca de disgusto.
—Oye, no le hables a...—el intento de conversación del más pequeño fue completamente ignorado por los dos.
—Soy Min Yoongi, su novio.
—No es lo que me dijo.
—Oye Yoon, ¿por qué no vamos adentro? Tenemos que seguir con lo que estábamos haciendo—el ansioso Jin intentaba meterlo en el departamento con mucho esfuerzo, pues Yoongi estaba tan enojado que era muy posible que golpeara al tipo con sus muletas.
—Si, deberíamos ir a practicar, Taemin. Es tarde—se lo llevó casi arrastrado por el corredor, pues no quería moverse de donde estaba.
Los dos dentro del departamento los miraron irse pasmados, sin moverse ni un centimetro de donde estaban.
—Jin—el tipo enojado habló, con la voz de pronto más grave.
—¿Si?—tartamudeó en respuesta.
—Necesito que me digas donde será ese concurso.
N/A:
No podía dejarlas así, prefiero dejarlas con la duda :D
All the love, ili.
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Piernas ➳ y.m |
FanfictionJimin es vigilado por el chico que vive frente a su estudio de baile y está perdidamente enamorado de el. Yoongi es un amargado inválido obsesionado con un rubio bailarín de preciosas piernas y enorme sonrisa.