Mi Nombre Es Daniela

Parte 15 *Capitulo 1*

Entre sueños escuche golpes y gritos así que salte de la cama por el susto.
-Abre la maldita puerta golfa asquerosa. ¿Que diablos haces allí adentro? ¿Por que no abres?

-No por favor, otra vez no.-Me dije a mi misma mientras temblaba muy inmensamente de miedo.

Comencé a llorar, no podía controlarme. Tenía mucho más miedo que los días anteriores.
El hombre asqueroso golpeaba la puerta y la pateaba maldiciendome e insultandome.

Saco unas llaves de su bolso y removió los candados de la puerta, lo cual hizo ponerme más nerviosa.

-Por que no abrias la puerta maldita zorra.

El hombre gritaba y se tambaleaba tanto de lo borracho que estaba que sentía que caería al suelo. Y yo agradecería al cielo que pasara eso.

-Ven acá, quiero pasar esta noche contigo.-dijo acercándose a mi poco a poco y yo retrocedía a como el se iba acercando.

En ese instante trate de esquivarlo e irme de allí corriendo pero el fue detrás de mi.

-¿A donde crees que vas?. Regresa aquí o te ira peor.

Sonaba furioso. Las piernas me temblaban y sentía que ya no podía seguir corriendo pero tenía que hacerlo si quería librarme de el.

Al bajar las escaleras me tropecé y el hombre me alcanzo, me tomo del cabello, me llevo arrastrando hasta la recamara y me tiro al piso tan  bruscamente que mi cara pego contra el piso.

-Dime una cosa. ¿Me crees estúpido?. No puedes salir corriendo cada que quieras Daniela. Eres mía y espero y lo vallas entendiendo de una buena vez. -Decía mientras cerraba la puerta con llave.

Me sentía desesperada, quería correr y gritar pero nunca nadie me ayudaba, pareciera que no me oían.
Cuando levante la cabeza me di cuenta de que estaba sangrando de la nariz y del labio.

-Ven acá, te daré tu merecido para que aprendas a no desobedecer. -Me tomo del brazo y me levanto del piso para luego tirarme a la cama.

Tomo un pañuelo de su bolsa trasera del pantalón y lo amarró en mi boca. Mis lagrimas rodaban por mi mejilla y mi mente suplicaba piedad.
El se subió encima mio y comenzó a desvestirme mientras yo trataba de oponerme. Gritaba como podía con mi garganta desesperadamente y ponía fuerza para que no me quitará ni una prenda.

-¡QUEDATE QUIETA Y CALLATE! NADIE TE ESCUCHA. -Me cacheteo.

Sentía como acariciaba mi piel y como su aliento a alcohol se impregnaba en mi cuello. Sentía asco y miedo.
Trataba de cerrar los ojos con fuerza para no sentir ni un tipo de tacto en mi piel.
Quería que el muriera en ese momento para salir corriendo. Sentía asco y dolor. Me apretaba demasiado fuerte así que era imposible safarme.

-Me gusta hacerte mía, eres tan hermosa y tierna que cualquier hombre pagaría por tenerte de la forma en la que yo te tengo. -Susurraba en mi oído.

Cuando estaba en ropa interior, saco un pequeño artefacto de su bolsillo detenido mis manos por encima de mi cabeza con solo una mano suya.
Mis ojos se abrieron como platos al ver que era  y mi cuerpo se estremeció. Empecé a temblar aun  mas. Trate de gritar y me empecé a mover mucho para intentar safarme pero fue inútil, era muy fuerte.

-Shhhh! Tranquila bebé, solo vamos a jugar un rato. Vamos a probar algo nuevo y enseñarte quien manda aquí.

El comenzó a pasar la navaja por mi vientre haciéndome sentir un dolor insoportable. Tan intenso que sentía que podría morir en ese momento.
Trataba de gritar y me retorcia por el dolor, pero cada que lo hacía el me soltaba un golpe en la cara con la parte de abajo sin filo del artefacto.

Corto las orillas de mi pantaleta haciendo que se desprendiera de mi cuerpo e hizo lo mismo con mi bra.

-Ahora viene lo mejor nena. -Me hizo mirarlo a la cara tomando mi rostro con su mano llena de mi sangre y con la otra acariciaba mi cintura.