Soy como tú. (Kevin)

1

Sentado, de nuevo en mismo banco por el cual estuve estos años. Escuchando a la misma vieja maestra e irritante durante todo este semestre.

Nada parecia ser interesante, la clase termino y guarde todo con una flojera, yo no estaba dispuesto a seguir asi.

Salí de las clases, y todos estaban en lo suyo, tan necios, tan credulos, tan patéticos.

Pase por la puerta de detención. Donde una chica salió apresuradamente chocando con mi cuerpo. Volteo a verme y se disculpó.

—Lo siento—dijo y continuó caminando.

Cabello corto hasta los hombros, castaña, ojos cafés. Ropa aburrida. Chica aburrida y asustadiza.

Segui caminando, y todo continuó como siempre. Las clases terminaron, llegue a mi casa, estaba mi madre, mi papá, mi hermana...

Fui a mi habitación y tome la computadora, no entraba en ninguna red social, no soy sociable, y no me interesa serlo.

Un mensaje de correo llegó: "Sé quien eres tu, y me interesaria saber más de ti". Al terminar de leerlo lo elimine y cerre la cuenta, ya no queria hacer nada más.

Otro dia estaba en clase, nuevamente escuchaba a la profesora decir cualquier cosa. Hasta que mencionó mi nombre.

—Kevin Katchadourian con Aurora Raventugh—¿Qué fue lo qué dijo? ¿Quién carajos es Aurora? Busque con la mirada y la misma chica de ayer me saludaba con la mano y con una sonrisa de retrasada en la cara.

Solo deje que la clase pasara nuevamente, y cuando salí, quise irme lo más rápido posible para que ella no me alcanzara.

Igual pudo hacerlo en el patio de la escuela, corriendo, la vi nuevamente de cuerpo completo y juro que jamás habia visto una chica tan más colorida.

Su vestuario es muy vivo y muy alegre, ella definitivamente no es de aqui, no dejaba de sonreír como una niña estupida. Estupida y tonta.

—¿Qué es lo que quieres de mí?—le cuestiono.

—Somos equipo, debemos trabajar en el proyecto, ¿No pusiste atención?.

—Hazlo tú sola— le dije, con el propósito de irme y que me dejara en paz.

—¡Espera Kevin!—volvió a alcanzarme—. Fui yo la que te mandó ese texto ayer. Escucha yo no tengo ningún amigo aqui, eres la primera persona que conozco gracias a la profesora.

—Sé amiga de la profesora—le dije, nuevamente quería irme de ahi, pero no entiende nada de indirectas, ya que interrumpió mi camino poniendose en frente de mi aún con esa maldita sonrisa—. ¿Por qué no me dejas en paz?

—Me gusta la gente como tú.

—No me conoces y tampoco debería interesarte, déjame—pase a un lado de ella.

—Haré lo que quieras—dice ella a mis espaldas. Lo dijo como si estuviera ofreciendose. Eso me detuvo en seco.

—¿Qué clase de persona eres tú?—le pregunto, ella es muy rara.

Ella empezo a balancearse de atrás y adelante, con las puntas y talones.

—Yo no lo sé.

Responde simplemente, la frase "Haré lo que quieras" empezo a rondar en mí cabeza. Hace mucho que quería hacer algo con una mujer, y ella era mí oportunidad.

—Vendrás conmigo—le digo, y empiezo a caminar.

—¿A dónde iremos?—pregunta siguiendome el paso.

—A mi casa—le respondo.

No dijo nada más y me siguió. Caminamos en silencio, y eso era bueno, ya que su voz es odiosa.

Durante el camino me fije en sus ropas, tiene puesto un gorro invernar color rosa, pantalones blancos, tenis rojos, la blusa era azul, tenia un abrigo grande de color rojo, y aparte una bufanda. ¿Para que tanta maldita ropa invernal si hace calor?

—¿Por qué usas tanta ropa?—pregunte.

—Hace frío—respondio muy simple.

—Eso no es verdad, estas mintiendo.

—Bueno, me gustan los colores—subimos los escalones hasta llegar a la puerta, ella me seguia por detras— Tu casa es mas grande que la mia—comentó.

Entramos y ella me siguio por detrás. Papá me saludo desde la sala al verme.

—Hola hijo, ¿Quién es tu amiga?—pregunta, llegando a nosotros y tendiendole la mano para saludar.

Con un apretón de manos se saludaron y ella empezó a hablar.

—Es un gusto conocerlo—dice ella, sonriendo de esa misma manera estupida.

—Lo mismo digo, amm...—alargó el "amm" para saber su nombre.

—Aurora—dice ella.

—Haremos tarea, estaremos ocupados en mi habitación—dije. Tome a Aurora del brazo y la lleve conmigo. No queria otro saludo con mi mamá.

Entramos a mi cuarto y puse llave a la puerta. Esta seria una buena oportunidad para disfrutar de algo que anhele desde hace tiempo.

Ella se sentó en mi cama, y deje mi mochila en el suelo.

—Deja tus cosas en el suelo o yo que sé—ella dejó su mochila y su abrigo en un rincón y volvió a sentarse en la cama.

Me acerque a ella y le quite su gorro, roce con mis dedos parte de su mandíbula hasta llegar a su cuello, tome la bufanda para quitarselo lentamente, dejando su cuello desnudo.

Comence a acariciar su rostro, ella solo me observaba.

—¿Qué quieres hacer conmigo?—pregunta ella, tomando mi mano con la que la acariciaba.

—Dijiste que lo que quisiera—le contradije—. Y eso quiero hacer.

—¿No crees que es un poco apresurado?

—¿De qué estas hablando?
—¿Qué es lo qué quieres exactamente?—vuelve a preguntar.

—Ve a hacer mi tarea—le ordeno.

Ella extrañada, pero comprendió todo. Aurora dijo que haria lo que yo quisiera, así que debo aprovechar eso.

—Deberias ser un poco más cortés
—No necesito ser eso, es tu problema por haberte ofrecido así, ahora ya sabes qué hacer—ella bufo y comenzó a hacer el proyecto, ni idea de lo que era, solo comenzó a hacer lo que le dije.

No es mi amiga, y no lo será jamás.