8

1.8K 152 41
                                    

—No te entiendo o tal vez si, pero no puedo comprenderlo...—empieza a hablar, sin quitarme la mirada de encima—. Un día me tratas como basura, otro día te sientas a mi lado y me escuchas, y después hacemos algo que nunca planeamos hacer pero que tampoco negamos, y después... ¿Qué tiene mi persona contigo?

—Después de todo lo que has dicho y sigues sin entenderlo, no soy una persona comprensible ni soy amigable, eso lo has notado. Si te escucho es por que me interesa saber que es lo que te lastima, sea mi culpa o no, me entretiene. La única cuestión es de tanta gente qué hay la escuela ¿Por qué sigues conmigo? No menciones que fue todo por el proyecto, otras personas me odiarían si les hiciera todo lo que te he hecho a ti.

—Por qué tú eres mi amigo, eres el único amigo que tengo...

—¿Te acostumbraste a mi?—preguntó con tono irritado, estas charlas son de esas que no te aburren, pero tampoco son la gran cosa, ella tiene una mente rara y con muchas expectativas.

—No, solo ha pasado poco tiempo. Además, que te acostumbres a algo no significa que te guste o quieras, a veces pienso que tú hiciste eso conmigo.

—No me quedo de otra, tú no te me despegas.

—Lo he intentado, te lo juro, pero... siempre regreso a ti por alguna extraña razón.

—No me vengas con esa tonteria de que estás enamorada...

—No lo estoy.
—Pero...
—¡No estoy enamorada de ti Kevin!—dijo en voz alta. Tape su boca con mi mano rápidamente antes de que terminara su frase.

—No grites. Habla con volumen más bajo, tonta.

Le quite la mano de su boca y me volví a sentar a mi gusto. Ella empezó a jugar con su cabello.
—Lo siento, fue mi error.

Mi brazo estaba apoyado sobre mi rodilla levantada. Solo la observaba, como comenzó a revisar las puntas de su cabello y arrancándolas con fuerza y con mucha concentración.

—¿Por qué haces eso?

Ella se encongio de hombros y no respondió, ni me miro, esa fue su respuesta. Muy convincente.

—Interesante...

—Lo es. Bueno, ¿a ti te gusta leer?

—Claro. ¿Qué clase de libros te gustan a ti?

—Todo tipo de lectura, pero más las historias cortas de terror.

—¿Qué hacías cuando vivías en tu otra ciudad?—preguntó, no quería que me recomendara nada de sus libros.

—No hacía mucho, es igual en todas partes, exceptuando que aquí vive mi abuela.

—¿Eres italiana?

—Mi padrastro, mi mamá fue a Italia y lo conocío, al principio él me cayó bien y me enseñó mucho, ahora no es más que un alcoholico abusivo—dijo eso como si fuera un mal sabor de boca queriendo escupir.

—¿El te hizo eso?—estiré mi brazo derecho para tocar su brazo izquierdo, donde se encontraba una enorme mancha verde mezclado con el color morado y amarillento en su piel.

—El día después de que las chicas me atacaron, no me hicieron nada. Los golpes que tenía en mi cara era a causa de mi padrastro.

—¿Y tú mamá?

—Ella me quiere, pero no sabe lo que es ser madre.

—¿Tú y tú hermano viven con tu abuela?

—Desde hace unos días, no queríamos vivir más en esa vieja casa.

—Y aún así sonríes como retrasada fingiendo tener una vida color de Rosa.

—Mi dignidad y fortaleza es lo que único que me queda.

—No tienes nada de eso—esto provocó que ella riera, una risa sincera y sin fingir. Estar con ella no es tan malo después de todo, es como un mal chiste en persona, volvió a arrancarse las puntas de su cabello—.Deja de hacer eso—le ordeno.

—¿Qué cosa?—pregunta la muy estupida.

—Deja de arrancarte el cabello, es desesperante.

—Te vale, ¿No?
—Estupida.
—Imbecil.
—Bastarda retrasada de mierda.

🏹🏹🏹

Ella se fue después, me tuve que hacer la promesa de no volverla a ver, no quiero. La detesto, pero igual, por más que trate de alejarme, ella siempre vendrá a mi, con una estupida sonrisa de retrasada mental, como si tuviera esperanza conmigo, ella no obtendrá nada de mi.

Absolutamente nada.

🏹🏹🏹
Aurora. (Actualidad)

No podía dormir, me dolía mi vientre, sentía algo escurrir por mi vagina, y no solo eso, no era solo líquido, me dolía demasiado, cerré los ojos y quede dormida, no recuerdo nada mas.

De repente abro mis ojos y veo gente alrededor de mi, estoy acostada, veo borroso, no alcanzado a decir lo que dicen, los veo alterados, mi hermano esta igual.

Vuelvo a cerrar mis ojos, y me adentro a la oscuridad nuevamente.

Cuando despierto, el dolor había cesado, no por completo, aún mi vientre dolía cuando trataba de inclinarme, en la camilla. Estaba en un hospital, mi hermano estaba dormido en el sofá al lado de la camilla, sentía algo extraño mi parte intima, como si hubiera sido tapado o algo así. Se siente horrible.

—Tuviste un aborto espontáneo, un maldito aborto espontáneo...—mi hermano habla de sorpresa, no me intimidaba, su voz emitía enojo y furia, se paró del sofá y parecía en serio muy molesto—Esperaba que fueras bulimica cada vez que vomitabas en el maldito baño en la casa pero no esperaba que tuvieras un maldito niño dentro de ti.

—¿Desde cuando tener bulimia es mejor que un bebé?—pregunte en voz baja, era una pregunta más para mi que para él.

—¡Estabas embarazada, tonta!—grita de repente, yo solo di un pequeño saltito de susto, no tenía miedo, era solo mi hermano, estaba lo más calmada posible.

La puerta se abre emitiendo un chirrido, dejando pasar una enfermera enojada, con cara de pocos amigos, no pasa de los 60 años.

—¿Quiere dejar de gritar? Se escucha hasta en el corredor, ¡cierre la boca!—dijo la enfermera, y volvió a irse de la habitación.

Mi hermano volvió a mirarme a mi, yo sigo con la mirada baja, solo le di una fugaz mirada y era todo.

— Era de él, ¿Verdad?—pregunta en voz baja, pero aún con amargura en su voz.

—No sé de que me hablas.

—No te hagas la idiota, Aurora.

Un minuto de silencio fue suficiente para tener un poco de paz, solo escuchaba sus resoplos del enojo.

—Te prohibo que lo vuelvas a ver, no contarás con mi ayuda, ni con la de nadie. Estas mal de la cabeza—dice mientras camina a la salida de la habitación.

Me quede sola, recordando, cómo el niño que estaba en mi salió en pedazos, la horrible sensación.

Salió en pedazos.

Soy como tú. (Kevin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora