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—Aléjate...—murmuro. Se apartó de mí rápido y bruscamente, ella tiene miedo o me odia, pienso que es la primera opcion ya que aunque la lastime de verdad no me odiaría.

—¿Qué te sucede? No hice nada...

—Exacto, no quiero que me hagas nada...

—Hace unos días no me dejabas tranquilo por tus reproches y tú insoportable existencia. Y ahora no quieres estar conmigo—discutí—. ¿Sabes qué? Solo lárgate y hazme ese favor.

—¡Bien, no me importa! Imbecil—murmuro lo último mientras se iba.

—Bastarda—dije con el mismo tono.

De todas formas, ella volverá.

—Ni siquiera tú quieres estar conmigo—enserio quiero que se quede, no por que la quiera o algo parecido a esa cosa idiota. Pero me gusta por un lado que dependa de mi, ella se detuvo y volteó a verme—Si crees que pretender ser la difícil es buena idea, olvídalo, no te resultara.

—¿Eso crees? Yo no estoy pretendiendo ser nada. Tú no me interesas para eso.

—Claro... igual que la chica con sonrisa de retrasada mental que conocí.

—¿Eso pensaste de mi?

—Eso pienso de ti. Que eres una tonta chiquilla que es maltratada por su padrastro, humillada por toda su familia y cualquiera que se cruce contigo en la vida—entre mas hablaba, más me acercaba, notaba como sus ojos comenzaban a humedecerse—¿crees que no lo sabría?—tome bruscamente su brazo.

Aurora me seguía viendo, pero esta vez se abrazó a ella misma y salió del patio a la calle, conforme la veía, ella notaba mis ojos en ella, mirándome de reojo y avanzó más rápido. Segundos después desapareció de mi vista.

Se lo que hará cuando llegue a su casa, si tiene suerte madre la verá antes de que cometa tremenda idiotez.

🏹🏹🏹

Han pasado días y no sé nada de ella, por una parte agradecía no ver su rostro, sin decir que no me acostumbrado a no verla.

Después de clases, fui a su casa, no quería hacerlo pero a la vez tenía curiosidad, solo espero que no me abra su padrastro. Toque varias veces con mis nudillos. Hasta que abrieron, este emitió un chirrido.

—¿Qué es lo que quieres?—preguntó el mismo gordinflón de la tienda, el mismo que le grito a Aurora en la calle. Con tono italiano y panza de borracho, ojos rojos y pelo en todas partes menos en la cabeza, que ironía.

—¿Está Aurora?—pregunte con calma, con la que podía ya que este gordo no deja de mirarme con asco.

—Ella ya no vive a aquí, se fue con su abuela, ahora lárgate puberto, estoy ocupado—de mala manera azoto la puerta y me dejo ahí. Me fui de esa casa, al menos sé que no murió.

🏹🏹🏹

Ordene varias cosas de internet, mientras ordenaba un mensaje llegó, era ella.

"Iré a tu casa a las doce de la noche, deja tu ventana abierta"

Esto es interesante, es como si nada de lo que dije le hubiera afectado, yo esperaba a que se auto lesionara, que saltara de un puente y que cayera al vacío o al mundo de las drogas o lo que sea. Simplemente quería tener una satisfacción de que se dañara, pero con los golpes que de seguro su padre le ha aplicado, quedó más estupida que de costumbre.

Las horas pasaron y comenzaron a escucharse truenos, yo estaba sentado en la silla del escritorio esperando a que llegara, primero truenos leves después eran más fuertes, se hicieron las doce y ella no había llegado aún. Hubo un apagón al compás de un trueno y la luz del rayo entró por mi habitación. Escuché un ruido en la ventana, y después vi como algo entraba a travez de esta. Era Aurora, era tan torpe que tropezó y cayó de cara al suelo, escuchando un chillido de dolor.

—Que buena entrada, yo ya te hacía muerta—comente.

—Pensaba en hacer eso, pero si lo hubiera hecho habrías ganado, y yo nunca pierdo...

—...más que tú dignidad.

—No te funcionarán esos comentarios—se sentó en el suelo cruzando las piernas. Aún no había luz, tuve que usar una lámpara, iluminaba poco pero lo suficiente para ambos. Me
Senté en el suelo frente a ella, de la misma manera.

—¿Por qué ha esta hora? Y... ¿Por qué dejaste de hablarme?

—Ahora por que mi abuela está profundamente dormida y no me llamará todo el tiempo preguntando donde estoy y la segunda era probarte.

—¿Probarme?

—¿Me buscaste?—su tono era inocente y suave, ella esperaría una respuesta satisfactoria para ella, y no quiero darle eso. Después de varios segundos de silencio, al fin le respondí. La mire a los ojos y respondí con un simple...

—No, como te dije antes. Yo ya te hacía muerta.

—Perdería la vida, y yo nunca pierdo...—dijo como si fuera la gran cosa o un buen chiste, ella se rió sola con su propio chiste malo.

—Ahora si te daré por muerta.

De nuevo el silencio empezó a manifestarse nuevamente, ella me miraba fijamente, y me sonreía, es como si fuera la misma Aurora del principio. Demasiado bipolar para mi.

—¿Por qué me miras tanto?

—A veces pienso que tú fuiste mi primer beso...

—Hicimos más que un beso, Aurora.

—Ya lo sé. Pero imagino que mi primer beso eres tú.

—Eres una tonta. Ni siquiera fue especial, solo fue de un rato.

—Ya sé, lo entiendo...

—No, no entiendes nada—la interrumpo—. Si crees que esto es como las historias que lees, que lograrás cambiarme solo por que me llego a enamorar de ti algo que jamás ocurrirá, estás muy pero muy equivocada. Apenas y puedo tolerar tu existencia.

—Eres una persona muy dura... me gusta—comentó con una sonrisa de labios.

¿Qué clase de persona es ella? Le hago daño y lo agradece como si fuera un tesoro o que sé yo. Aunque he tenido la necesidad de verla, eso no significa que la quiera o algo por el estilo. Aurora solo es una necesidad.

Soy como tú. (Kevin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora