Malú & Pablo López ~El Secreto~ 2 Temporada

Capítulo 80

Malu

Mi cara debia de ser un poema en aquel momento, me imagino que estaría completamente roja. Me estaba muriendo en aquel momento de vergüenza, pero es que el era tan bonito, era perfecto, como no amar a aquel hombre al completo.
Verlo allí de rodillas ante mi, con las miradas atenta de todo el Palau mirándonos, me tenía totalmente emocionada.
Me agache un poco hasta la altura que me dejó colocar mis ambas manos a cada lado de sus mejillas para captar toda su atención.

- No podría consentir ya una vida que no fuera a tu lado.-Le dije mientras hacía que se fuera levantando poco a poco.- Quiero seguir llegando a la casa y saber que me esperas, medio adormolada en el sillón mientras acaricias a una parte de mi zoo.-Puse mis manos en sus mejillas mientras lo obligaba a mirarme a los ojos.-Por que te necesito, por que ya hace muchos años que perteneces a mo familia, y por que gracias a ti ya no tengo miedo a lo que pueda pasar en un futuro.-Cogi un poco de aire para poder seguir con aquel emotivo momento que me estaba saliendo de lo mas profundo de mi alma.-Y por que no podría imaginarme un mañana sin ti, te aceptó en mi vida  con todas tus imperfecciones y perfecciones.-Le mire fijamente.-Te Amo misifu.-Dije con aquella voz de niña pequeña que le hizo sonreír son poder evitarlo.

El me sonrío mientras que abrí aquella cajita, rápidamente fuimos centro de atención en las pantallas gigantes que teníamos a ambos lados del escenario, agrandado la imagen, entre mis expresiones, y la caja. Pablo cogió aquel anillo de plata, que lucia un pequeño diamante que brillaba como aquella noche, colocándomelo.

Miro hacia todos los presente, mientras que en su rostro se dibujó aquella sonrisa traviesa como si de un niño se tratase, y poco más de unos segundos, se acercó a mi con un paso firme, y su mano derecha se apoderó de mi cabeza, sujetandola con firmeza, mientras que enteraba sus dedos en mi cabellos, antes de empujarme con rapidez para capturar mis labios dejándome un momento parada sorprendiendome con su acto.

No tarde mucho en recuperarme de aquel asombro y llevar mis brazos al rededor de su cuello, el hizo lo propio en mi cintura,mientras que acariciaba mi espalda sobre aquella tela transparente que me cubría mitad de la espalda.
Podía sentir como aquella calor iba inundando mi cuerpo, por unos segundos nos fuimos olvidado de que no estábamos solos, y pronto nos lo hicieron saber, entre los chiflidos del público, y aquella voz de Rosa que provenía de mi auricular.
Mis mejillas de volvieron un más roba de lo normal, entre la vergüenza, y aquel calor que tenía en el cuerpo. Escondi mi cabeza entre el cuello de Pablo mientras que el me dejó un tierno beso en el cuello sobre mi cabello, y nos fuimos separando lentamente, sin querer hacerlo.