Capitulo 128

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A pasos veloces recorriamos los largos pasillos blancos y azules celeste de aquel hospital, en mi cabeza ya estaba la idea de que había llegado tarde, tan tarde que de esta ya si que no me perdonaba.
Nos dirigimos al final de la tercera planta donde me había dicho que se encontraba, en la habitación "343" si mal no quería recordar, nada más comenzar aquel pasillo leyendo los números en la pared, logramos ver a José que llegaba de la mano de Esperanza y estaba a punto de entrar en la habitación.
Logramos alcanzarlos de inmediato, acabando aquel largo pasillo, cuyo me estaba logrando poner aún más nervioso.

-Hombre por fin!, no sabéis de que mal humor la he tenido.-Jose nos dio la bienvenida a su manera, mientras me devolvía a mi hija cambiandose de brazos.

-Papi!!.-Me abrazo de inmeditato.

-Hola pequeñaja, te encuentro está mañana llena de chocolate, y te dejo un rato con tu tío y vuelves a estar llena de chocolate?.- Le dije besando su cabeza mientras le pedía a la abuela pañuelos para limpiarle la boca.

- Pero estos eran.. chocolates con fresas papi..-No podía con aquella voz de pillina que me ponía cada vez que buscaba que no la regañara, ya que con aquella mirada y aquella voz me podían derretir allí mismo.

Entre ella y su madre tenían aquella capacidad de hacer conmigo lo que les diera la gana con un simple coqueteo de ojos, y un cambio en su voz.

- Como está?.-Pregunte mirando a José, mientras la soltaba en el suelo.

-Cada vez peor, el doctor hace poco paso por aquí a revisarla, y pregunté para que le pusieran algo para aliviarle el dolor. En un rato volverán a ponerle algo, pero como siga así creo que tiene al niño antes de que vuelva.-Nego con la cabeza.

-Mejor será que entremos y no la dejemos mucho tiempo más sola, si no queremos escucharla.-Pepi se nos adelanto en abrir la puerta mientra nos cortaba la charla, ya necesitaba ver a su hija tanto como yo.

Pasamos detrás de Pepi, que se fue directamente al lado de su hija, que nos recibía con los ojos cerrados, aquello la estaba dejando agotada, y no me era de extrañar, estos días atrás había sido tan ajetreado para ella que incluso por las noches le habían costado dormir.
Paso una mano por su carita acariciandola pasándose en su mejilla, lo que ella respondió posando la suya encima de la de su madre mientras dejaba escapar un suspiro, sin abrir sus ojos.

- Pablo, ahora que estáis aquí, voy a salir fuera con la niña,

Yo le asenti con la cabeza mientras que me bajaba a su altura para darle un beso en la cabeza y decirla que se portada bien con el tío que cuando volviera posiblemente ya podría conocer a su hermanito o eso espera.
Los vi salir a los dos de aquella habitación, antes de acercarme a la cama, donde seguían de la misma postura.

- Te dejo con ella, ahora lo único que va a necesitar es que estés a su lado y le des tranquilidad, avisame afuera de lo que sea, estaré con la pequeña y mi hijo.-paso su mano por mi espalda mientras nos dejaba a los dos solos en aquella habitación, cargada de miedos en aquellos momentos.

Atrape su mano con las mías, mientras deje un beso en sus labios, no tardó mucho en abrir los ojos y mostrarme una cálida sonrisa, me estaba esperando, y había llegado a tiempo, con tiempo de sobra para estar a su lado y no me iba a ir, no la volvería dejar sola por nada del mundo.

-Has llegado...-Sus manos me acariciaron el rostro, siendo sujetadas por las mías para acto seguido besarlas.

- Te creias que me iba a permitir perderme ver como este angelito nos viene a conocer?.- Dije metiendo mi cabeza en el hueco de su cuello para dejarle un tierno beso, respirando su aroma.-Por nada del mundo, no me pienso volver a ir, aunque esta Jefa, me mande a ninguna otra reunión.

- No.. no quiero que te vuelvas a ir a ningún lado.-Me dijo está vez mirándome.

- Te quiero, no sabes cuanto te quiero.-Capture sus labios, para luego poner las manos en su vientre.

- Lo notas?.- Me dijo mientras cerraba los ojos.

-Esta muy inquieto hoy, tiene muchas ganas de conocerte. - le Dije mientras no quitaba mis manos de su vientre.

Ella simplemente sonrío, estaba cansada, no abría los ojos, sólo me contestaba a media voz, bese su cabeza mientras me sentaba a un lado de la cama, dejándola que descansará, lo iba a necesitar para lo que vendría después.
Movio su brazo derecho para dejar su mano encima de la mía que aún la tenía posada en su abdomen.
La veía tan frágil allí acostada, con la via en su brazo, la seguí con la mirada, mirando como caía gota a gota, y escuchando aquellos latidos de corazón que ahora hacían compás en aquella habitación.
La vigilaba, quería velar por sus sueños, no me apartaria de su lado, no ahora, ella era mi pasado, mi presente y será mi futuro. Recordaba como fue cuando llegó nuestra niña al mundo, podía ver a una Malú más joven, a mi yo más inexperto, a dos muchachos llenos de miedo y de temores, pero ilusionados por formar una familia. Y ahora la veía, más hermosa que nunca, aún teníamos los mismos miedos que la primera vez, y las mismas ilusiones o incluso más.
Me levanté con cuidado de no hacer el menor ruido, no sería yo quien interrumpiera sus sueños, camine acariciando el suelo por aquella habitación hasta llegar a la puerta, para ver como seguían la otra parte de mi familia.

- Como sigue?.- Me pregunto Pepi, que se levantó nada más abrir la puerta.

- Ahora mismo duerme tranquila.-Dije mirando hacia el interior para mirar que seguí a igual que la había dejado, haciendo que mi sonrisa se dibujada nada más mirarla.

-Al menos esta reponiendo fuerzas.

Mi mirada se fue directa a ver a mi pequeña que se había quedado dormida en los brazos de su tío.

-Bueno hay alguien más que está como su madre en estos momentos.-Dije con una sonrisa de tonto enamorado de su familia.

-La pobre, estaba inquieta por entrar dentro, y está con su mamá por que quiere ver a su hermanito, y al final cayó rendida

-Pues déjame decir...- No logre terminar de decir nada ya que un elevado gemido de dolor me hizo dar la vuelta y encontrarmela sentada en la cama.

Entre rápido a la habitación, poniéndome a su altura.-Hey! Que pasa Corazón, tranquila..

Podía notar como le faltaba hasta el aliento, mientras intentaba coger aire, y soltarlo antes de que pudiera contestarme.

-Acabo...Acabo de romper agua.-Es lo único que logró decirme, introduciéndome aquellos miedos, mientras salía para avisarle a Papi que buscará un doctor.

-Tranquila cariño..-Bese su cabeza mientras la ayudaba a sentarse nuevamente bien.-Pronto le veremos la carita a este pequeño.-Bese sus labios.

Aquel dolor cada vez se le había más constante, cada vez con un grado más de intensidad, no tardaron en venir varios médicos a revisarla y a cambiarla de camilla para irnos directamente a la sala de Partos, donde daría comienzo nuestra nueva aventura familiar.
Esperanza se quedó con Pepi mientras que José no pudo evitar acompañarnos por todo aquel pasillo, hasta comprobar que su hermana estaría bien, me esperaba se todo del el, hasta de querer entrar con nosotros sólo por ver que su hermana estuviera bien.
No solté su mano en ningún momento cosa que agradeció sobre todo, por que iba agarrada a mi mano, y cada vez que un nuevo dolor recorría su cuerpo ella apretaba mi mano, haciendo que está quedará completamente roja.
Al pasar por aquel pasillo nos cruzamos con otros médicos que hacían el mismo recorrido pero esta vez hacía fuera con otra camilla, no pude evitar cruzar miradas con aquella mujer pelirroja que también me miró nada más lograr verme.

-Pablo.

No podía ser, allí estaba nuevamente aquella mujer que hizo que toda esta pesadilla empezará, no pude evitar que aquella cara, aquel rostro me diera una bofetada en la mente, aquellos recuerdos golpeaban con fuerzas haciendo que me dolerá el pecho, que me costará respirar, y que tuviera que parar a coger aire, haciendo que los médicos y ella misma me miraran nada más pararme.

-Esta bien señor?.-Me dijo uno de los médicos.

-Corazón?.-Que te pasa?.-La voz de Malú, hizo que negara con la cabeza y fuera nuevamente con ella, que la agarrada con más fuerza de su mano.

-Estoy bien al estar aquí a tu lado...- Dije buscando aquel aroma que transmitía su cuerpo que tanto había echado de menos.-Te quiero, hoy y siempre..

Malú & Pablo López ~El Secreto~ 2 Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora