Regreso a casa.

5.4K 294 23
                                    

Trina me ayuda a sentarme en la silla de ruedas. Mi cuerpo aún pide descanso, tengo 3 costillas fracturadas, 14 puntos por las dos heridas de bala, ah y tres puntadas más en la frente. Todos mis amigos han venido de visita, mis padres tuvieron que salir de viaje hace dos días. Sorpresivamente mi tía Mariela y mi prima Vanessa vinieron desde Francia para ver cómo me encontraba y se pensaban quedar hasta que mis padres regresaran.

— ¿Podemos parar a comprar algo de comer, Tri? -Le digo mientras sujeto mi estómago.

— Prefiero pedir algo en la casa.

— Gracias, dos semanas comiendo comida de hospital, me ha dejado con dolor de estómago. -Trina suelta una carcajada. Con mucho cuidado me ayuda a subir al carro.

— ¿Secuestraste el carro de mamá? -Le digo con duda.

— Yo no diría secuestrar, prefiero la palabra préstamo, mi carro es muy alto.

— Cierto, ¿los médicos te dijeron cuánto tiempo tengo que usar la silla de ruedas?

— Una semana más, olvidas que también te lastimaste una pierna, aparte si realizas mucho esfuerzo las heridas se te pueden abrir.

— ¿Entonces alguien me va a tener que seguir ayudando a bañarme? -Las últimas semanas una enfermera me había ayudado, siempre traje ropa interior, por lo que no me sentía tan incómoda.

— La enfermera dijo que sí, hasta que no te quitaran los puntos.

— ¿Faltan cuatro días para que me los quiten, no?

— Sí, y no te preocupes, yo te voy a ayudar a bañarte. -Me giro a verla y ella se mira seria.

— ¿Estás bromeando, no?

— No, aunque posiblemente mi tía te pueda ayudar también, recuerda que no debes de estar mucho tiempo de pie.

Ya no comento nada, la verdad es que me encontraba todavía cansada por todo.

— ¿Y la bruja? ¿Siguen en ese descanso medio raro? -Asiento con la cabeza, suelto un suspiro.

— No entiendo por qué sigue molesta, todo lo que hiciste fue para protegerla.

— Lo sé, pero, Jade es muy orgullosa, y sigue muy molesta, sin mencionar que lo que le dije para terminar con ella la dejo muy herida. -Digo con un tono cansado. Mi hermana me da un golpecito en el hombro. Por fin llegamos a nuestra casa, Tri baja la silla de ruedas y me ayuda a bajar del carro. Trina abre la puerta y me hace pasar.

— ¡SORPRESA! -Levanto el rostro y me encuentro con mis amigos en la sala, y un gran letrero que dice "Bienvenida a casa, Tori". En la casa están: mi tía, prima, Jade, André, Beck, Robbie, Cat, JadeT, Perrie, Jesy, Leigh-Anne, Mila, Lauren, Ally, Mani, Ally, Sikowitz, Kara, Lena, Alex, Maggie y otros. Con cuidado se acercan a desearme buenas cosas, la última en acercarse es Jade.

— ¿Te gustó la sorpresa? -Dice mientras se sienta en mis piernas.

— ¿Tú lo planeaste? -La sujeto por la cintura y ella se acomoda en mi pecho.

— Con la ayuda de la loca de tu hermana, mi mamá y tu tía.

— Gracias, significa mucho. -Estaba por darle un beso, cuando recuerdo que todavía estábamos en tiempo fuera o esas babosadas. Suelto un gran suspiro y ella me mira preocupada.

— ¿Ocurre algo, Vega? -Dice mientras me acaricia el rostro.

— Nada, sólo estoy cansada.

Nunca será amor (Jori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora