Nunca será amor (Jori)

A tu lado.

Unas nauseas horribles hacen que me levante corriendo al baño. Tengo varios días que todo lo que como hace tenga ganas de devolver el estómago. Ya me he calmado un poco, cuando siento que mi novia acaricia mi cabello con delicadeza.

— Creo que es momento de que vayamos al médico, no es normal que sigas con estos síntomas.

— No seas exagerada, sólo es el burrito del otro día que me hizo daño.

— Jade, realmente prefiero que te revise alguien. Puede que se complique en un futuro si no se trata a tiempo.

— Bien, vamos a que me hagan estudios y me revise un médico. -Le digo de mala manera mientras me levanto y le bajo a la cadena del baño. Sé que estoy siendo bastante grosera, pero me asusta ir al médico y que mi miedo se esté volviendo realidad.

Vega se queda recargada en el marco de la puerta del baño, mientras que yo camino hasta mi closet para sacar algo de ropa. Elijo algo un pantalón de chándal negro, y la sudadera de mi novia.

— ¿Así que tú tenías mi sudadera? Es bueno saber que no la perdí.

— La dejaste hace unas semanas, además me gusta, todavía huele a ti. -Veo que ella niega con la cabeza, pero tiene una sonrisa. Ella también se acerca a mi closet y se pone unos jeans flojos, y una camiseta raglan negra con morado.

— ¿Quieres desayunar algo aquí o saliendo del médico? -Me pregunta mientras se está amarrando las agujetas de sus Vans.

— Vamos a desayunar fuera, tengo ganas de esa sopa de pollo que hacen en Marty's, creo que va a ayudar a mi estómago.

— Está bien, entonces hay que ponernos en marcha.

Veo que son las 8 de la mañana y me siento molesta por lo poco que dormimos. Ayer nos desvelamos viendo un maratón de Scream. Mi mamá tuvo que ir a San Francisco hace una semana, una artista quiere que diseñe su vestido de novia y los vestidos de sus damas, en estos días mi novia ha estado durmiendo conmigo. Vega me abre la puerta de su carro y espera hasta que me he abrochado el cinturón para cerrar la puerta. Cuando se sube me entrega su celular para que ponga lo que yo quiera de música.

Se estaciona lo más cerca que puede de la puerta. Se baja y me abre la puerta, y yo giro los ojos. Ella siempre tiene ese tipo de detalles conmigo, al principio me molestaban un poco, pero con el tiempo comencé a apreciar sus atenciones. Me alarga su mano para que yo la sujete, entrelazamos los dedos y comenzamos a caminar al hospital. Me acerco a la recepcionista que está leyendo unos informes.

— Hola, quisiera una cita para una revisión.

— Hola, claro. Llene este formulario, cuando lo termine me lo regresa para después poderla ingresar con un médico. -Me entrega unas hojas y una pluma. Vega y yo nos vamos a sentar, comienzo a llenar mis datos, mientras que Vega hace algunas preguntas sobre la información que piden. Me levanto y le entrego las hojas a la enfermera.

— Bueno señorita West, en un momento más le llamamos para que un médico la atienda.

— Gracias.

Me siento al lado de Vega y ella me abraza, yo me recuesto en su pecho. Ella comienza a jugar con mi cabello y a tararear una canción de cuna.

— Vega, vas a hacer que me quede dormida.

— Lo siento, sabes que no me gustan los hospitales, y esa canción me ayudaba a estar tranquila.

— Puedes esperar afuera, si estamos aquí es porque eres una exagerada.

— Sólo estoy preocupada por ti, ya tienes casi 4 días con nauseas. Recuerda que regresamos HA en una semana, no sería bueno que comiences faltando a clases. Es nuestro último año y te quieres graduar con honores.