NARRA JOY
De todas las cosas que me han pasado, lo más bonito fue conocerte. - me dijo Marco.-Pero creo que jamás podré estar contigo.
Lee está historia y descubre qué pasará con Joy y Marco.
Hace una semana que Andrea volvió de viaje, no me ha respondido ningún mensaje ni llamada, aún no tengo idea si la hice enojar con mi actitud. Decidí buscarla e ir a su casa. Mientras conducía hacia su casa, apunto de llegar, a una distancia de no más de una calle, podía ver a una pareja frente a su casa, se abrazaban y se besaban. Era raro por que su prima llegaría en vacaciones con su novio.
Cuanto más me acercaba algo dentro de mi murió, sentí un vacío que me dejaba sin habla, sin saber cómo reaccionar. Hubiera preferido que fuera un sueño pero no es así. Era ella con la persona que dijo ser su amigo.
Estacioné el auto frente a ellos y baje despacio, no podía dejar de mirarlos.
- Marco... ¿Qué estás haciendo aquí?
Me dijo hablando con todo de susto.
- Lo mismo te pregunto yo, pero ya vi que estás muy bien acompañada.
Le di la espalda dirigiéndome al auto conteniendo las ganas de echarme a llorar a lo que escuché la voz de Andrea que me detuvo.
- Por favor déjeme explicarte, yo... - No tienes más que decir- Dije interrumpiéndola-. Me parece que ya hiciste tú elección ¿No crees? - Por lo menos escuchame. - Adelante. - No es lo que parece, simplemente algo pasó y... - ¿Y qué? Dilo - Ya no siento los mismo por ti, eres un buen chico, no quiero perder contacto contigo y me gustaría que fuéramos amigos. - ¿De verdad? ¿Después de lo que vi vienes a pedirme eso? Si no me querías lo hubieras dicho y así nos habríamos ahorrado tanto drama, simplemente tiraste a la basura 3 años.
Andrea agachó la mirada mientras notaba cómo empezaba a llorar.
- Llorar está de más, sabes, estar contigo fue una de las mejores cosas que me pasaron.
Me miró a los ojos sonriendome, era una sonrisa tan definitiva, esto termino.
- Espero te vaya muy bien.
Subí al auto, tratando de irme lo más pronto posible. Más que una tristeza siento una enorme decepción.
NARRA JOY
Después de la fiesta no puedo esperar a ver a Marco, quiero mostrarle de nuevo la canción, le he hecho arreglos junto con mi hermano así que necesito la opinión de alguien.
Al llegar el lunes, todo fluía con normalidad. Pasaron las clases y me apresuré a ir a la clase de música. Me senté y esperé a que llegaran todos.
Tenía la mirada fija a la puerta al escuchar que se abría. Transcurrieron 30 minutos y el aún no llegaba. ¿Se habrá retrasado de nuevo?.
El profesor comenzó el ensayo dándonos nuevas canciones, Ashley y yo como siempre practicamos juntas. No podía concentrarme esperando a que él llegará en cualquier momento pero no fue así.
Terminó el ensayo y como de costumbre fui a casa. Así pasaron 3 semanas, casi 4 sin saber de él. No quería enviarle nada, pero me mataba la curiosidad de saber dónde estaba.
A los 2 meses de su desaparición, mientras íbamos a comenzar el ensayo alguien abrió la puerta, era Marco quien llegaba tarde. Me emocionó verlo entrar.
El profesor se molestó por la impuntualidad de Marco por lo que lo regañó por milésima vez hablándole de la importancia de la puntualidad. Ahí parado en la puerta volteó hacia mi mostrando una linda sonrisa al merme a lo que le correspondí mientras el se acercaba para sentarse a mi lado.
- Hola Joy, ¿Como estás? - Hola, bien ¿y tú? Era obvio que estaba feliz de volverlo a ver.
- Estoy bien, cuentame que ha pasado en mi ausencia eh. - Verás, Ashley por fin logró dominar algunas notas, eso es lo más relevante.
Ambos reímos mientras continuábamos practicando.
- Joy, ¿puedo acompañarte a casa hoy?
Al escuchar eso por alguna razón me puse nerviosa, pero asentí.
Salimos de la escuela y caminamos en silencio. El estaba muy callado, lo cual era raro por que siempre me hacía reír.
- ¿Estás bien Marco? Te noto algo raro. - No te preocupes, todo está bien- dijo mientras me tomaba la mano para ayudarme con mi guitarra-. El estar ahora contigo me hace sentir muy bien. - Bueno, ¡te extrañé, eh!
Él soltó una risa y me abrazó.
- No llores que ya estoy aquí para ti. - Espero que no te vayas de mi lado de nuevo.
Al parecer ya volvía el Marco que conocí. Bromeamos y charlamos todo el camino hasta llegar a casa. Me propuso ir a dar la vuelta al centro para mostrarme una nueva cafetería.
Por supuesto acepté ir con la única conducción de que me permitiese pagar la cuenta. Nos despedimos diciéndole que lo veía más tarde para ir a la cafetería. Me dio un beso en la mejilla y se fue.
Entre a la casa y saludé a mamá. La comida estaba lista. Al terminar me ofrecí a lavar los platos haciendolo lo más rápido posible. Subi a mi habitación y note que era casi ha hora acordada con Marco. Decidí usar algo casual. No quería que notara que quería esforzarme. Cuando por fin terminé salí corriendo ya que Marco me esperaba afuera.
- Hey hola, perdón por tardar me tanto. - No te preocupes, no soy la persona más puntual del mundo.
Decidimos caminar ya que el lugar no estaba muy lejos.
Era un lugar muy bonito y con buena música, el estilo le daba un toque rústico que a la vez aprecia de película romántica.
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Inmediatamente nos instalaron en una mesa con vista a la ciudad, mientras tomaba mi café note la mirada de Marco en mi a lo que el desistió y le tomó un sorbo de café.
- ¿Te digo algo? - Si, claro. - Te ves hermosa hoy.
Al escuchar eso automáticamente sentí que el latir de mi corazón se aceleraba al momento que me sonrojé agradeciendo el cumplido.
