Diecinueveavo pétalo marchito.

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Existen ocasiones en que por más que se desee, es imposible entender. Ya sea el momento, a las personas, las circunstancias que llevan a un momento específico, o un dolor intolerable. Ese momento, para los seis integrantes de BTS, se estaba dando en ese mismo instante.

Aunque ninguno sabía que les iba a comunicar su jefe, no eran tontos como para perder las señales de lo malo que iba a ser. Él estaba de espaldas a la puerta, y esperó hasta que cada uno de ellos estuviera sentado y acomodado para voltearse. Sus ojos rojos fueron una primera señal para el desastre posterior, porque aun pudiendo ser por cansancio, se notaba que se debía al llanto, y todo conocían lo suficiente a ese hombre para saber que no era alguien que llorara por cualquier cosa; es más, ninguno nunca lo había visto llorar.

Y el malestar que eso les provocó ni siquiera se compararía a lo que les aguardaba.

—Chicos, hay... algo que debo comunicarles— carraspeó Bang Shihyuk con pesadumbre.

Pero no halló como continuar. Se sentía terrible por tener que comunicarles semejante noticia a los chicos que le había acompañado en su nuevo proyecto del cual, más que ser un dueño o un creador, formaba parte como un integrante.

Desde que los había conocido, la unión que se formó entre los siete era sorprendente y maravillosa de ver. Se llevaban más que bien, ellos se querían y, juntos, habían decidido trabajar como uno solo para sacar adelante el sueño que les pertenecía a todos.

Y aunque no dejaban de ser empleados y jefe, alrededor de ellos cualquiera se sentía en familia, él se sintió acogido por esos peculiares chicos que no se comportaban como los comunes mequetrefes arrogantes que creían haber nacido para ser estrellas, sino como personas auténticas y humildes, luchadores.

Jimin no sólo había abandonado a sus seis compañeros, también lo había dejado a él mismo y a todas las personas que formaban parte de esa empresa. Por eso era tan difícil comunicar lo sucedido, porque si a él le dolía, no podía ni imaginarse como se sentirían esos chicos cuando les dijera. Aun así, era su responsabilidad y tenía que mostrarse fuerte por ellos.

—Como habrán notado, las cosas no están bien con Jimin— empezó, queriendo derrumbarse— Hace tres días me informó que... q- que abandona el grupo.

El impacto de esa noticia no se manifestó de inmediato. A Taehyun, SeokJin y NamJoon les costó entender qué significaban esas palabras, pues se sentían totalmente irreales, totalmente ficticias, no creían jamás que Jimin pudiera abandonarlos.

En cambio a J-Hope, Suga y JungKook la noticia les cayó como una bofetada porque, inconscientemente, cada uno de ellos presentía que la distancia que Jimin estaba poniendo entre él y todos ellos, era mucho más grande e insalvable de lo que parecía a simple vista.

Es más, sin saberlo, en varios momentos sintieron que Jimin iba a desaparecer pronto, y no sólo de sus vidas. Esa sensación era difícil de explicar, y mucho más complicada de comprender. Pero cuando Jimin estaba con cualquiera de ellos tres, en los últimos días, era como si no estuviera allí. Incluso les constaba un poco recordar a Jimin, sus expresiones, su cuerpo, su presencia. La sensación era similar a un amigo imaginario, alguien que se sintió verdadero en algún momento, pero en realidad nunca existió. Alguien a quien pronto iban a a olvidar.

Como ninguno dijo nada, Bang-PD continuó hablando confundido por el silencio y la docilidad que estaban manifestando los chicos— La salida de Jimin nos pone un poco difíciles las cosas, tendremos que hacer ruedas de prensa, modificar coreografías y canciones y, por sobre todo, discutir el futuro del grupo.

Fading |HopeMinYoon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora