outside {Rickorty}

[capítulo tres: acertijo]

Las ideas surgían intentando responder el acertijo del chico. Se levantó para hacer la cocoa y dejó ambas tazas en frente a una silla en el comedor.

La tormenta bajaba poco a poco y la casa estaba tomando una temperatura más alta y si seguían frente a frente con la fogata se lastimarían la piel del rostro.

— Oye enano, — Lo llamó Rick desde una silla. — ven aquí o te vas a poner como tomate.

El castaño se sentó en donde el mayor le había indicado y rodeó la taza caliente con las manos.

— ¿Me entiendes? Quizá nisiquiera sabes lo que digo — Rió con cada palabra — y yo pienso en hablarte como si estuvieras pendejín.

El chico lo miró molesto dando a entender que comprendía perfectamente cada palabra del maestro.

— Tenía que preguntar — Dió un trago a su cocoa para luego hacer un gesto de asco, sacar una petaca del interior de su suéter y verter su contenido dentro de la taza.

Bajó su vista a la taza caliente. El adolescente no confiaba en el adulto lo suficiente como para hablar con él, en especial porque estaba bebiendo desde las 4 de la tarde.

No era torpe como para darle su nombre a todo el mundo de forma fácil para que cualquiera lo identificara. Le gustaban los acertijos y jugar con la mente. Algo que tenían en común sin aún saberlo. El castaño conocía varios idiomas y ejercicios mentales. Los sudokus los resolvía en menos de 10 minutos.

— No es español, ¿Cierto? — El menor elevó la vista. — Si esto fuera español, te llamarías... — Dió unos trazos al papel. — Gaeaj. No tienes cara rusa o alemana. Entonces debe estar en otro idioma.

Comenzó a traducir las palabras y el castaño sintió su tez blanca, estaba seguro que un alcohólico, leñador con botas lodosas no lo descubriría.

Rick tradujo:

pulgar: thu(m)b
nariz: n(o)se
cabello: hai(r)
boca: mou(t)h
ojo: e(y)e

= MORTY

— ¿Morty? — El peli azul soltó una carcajada y prosiguió entre risas pensando que se había vuelto a equivocar — ¿Te llamas Morty?

El castaño quedó perplejo con los ojos abiertos, un escalofrío recorrió su cuerpo y sintió sus piernas temblar. Asintió.

— ¿Enserio? — Rick cubrió su boca para tratar de disminuir las risas. — Debes admitir que sigue siendo un nombre mierdesilla, enano.

Morty volvió a su gesto de desagrado y el peli azul giró los ojos para luego dar otro sorbo a su adulterado chocolate.

— Pensaste que no lo resolvería, ¿Verdad? — Dijo con una voz más seria y el otro asintió. — veo que te gustan los acertijos y para tu suerte yo me sé muchos.

El castaño río en su cabeza, puede que el adulto sepa algo, pero no tanto como él. Mientras tanto, la cabeza de Rick recordaba todos aquellos dolores de cabeza que les hizo pasar a sus alumnos en clase.

— Toma, — Le dió el cuaderno donde había descubierto su nombre con los nueve puntos que no pudo resolver Summer — tienes que unir...

Antes de la institución, Morty ya había contestado el rompecabezas.

— Ese estaba fácil, enano... — El mayor sacó 10 monedas y las acomodó como el segundo acertijo de Summer. — Solo puedes mover tres monedas para poner el triángulo de cabeza.

Morty miró las monedas, este no se lo sabía, pero lo intentaría. Apenas rosaba las monedas sin moverlas y Rick se sentó frente a él notando cada uno de sus gestos. Asomaba la lengua ligeramente y entrecerraba los ojos, se mordía el labio inferior y golpeaba la mesa con los dedos.

A los 10 minutos, Morty subió las monedas de la cuarta fila y las puso al lado de donde solo habían dos, para después tomar la que estaba en la punta y girar la pirámide. Dió golpe a cada monedas y volvió su vista a Rick.

— Bien hecho. — Respondió serio.

El castaño no pudo evitar sonreír y el peli azul le devolvió la sonrisa.

— Se que no te escapaste de la escuela, Morty, — Se borraron las sonrisas de ambos rostros. — no puedes quedarte aquí, ¿Lo sabes? Si huiste de tu casa y la policía te encuentra aquí pensaran que te retuve y debo de llevarte a la estación antes que eso pase. No me faltan problemas y siento que tenerte aquí es uno.

Morty se levantó moviendo la cabeza de lado a lado, negando las palabras de Rick. Se había escapado pero no había sido por un capricho. Estaba desesperado y sus ojos se llenaron de lágrimas. El mayor apretó la boca cuando el chico se tiró al suelo jalando su pantalón en forma de súplica.

— No hagas eso, ena...

Una persona golpeó la puerta y ambos dieron un salto de sorpresa. Sus miradas se encontraron y el menor se puso de pie.

— Ve por el pasillo y entra a la primer puerta de la izquierda, yo te digo cuando salgas.

Asintió y corrió a donde Rick le había dicho. Cuando dejó de ver a Morty, el peli azul atendió a quien estaba afuera.