[capítulo cuato: padre]

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Otros tres golpes recibió la puerta de Rick mientras daba pasos lentos hasta ella.

— Si son testigos de Jehová, les advierto que en está casa adoramos al diablo.

Los dedos del mayor rozaron la perilla, dió un pesado suspiro y abrió para encontrarse con un sujeto con cara de estúpido, ropa de poliéster que probablemente no lo protegía de la tormenta que acababa de pasar, algo perdido y fracasado. Por el simple hecho de verlo, sintió una mezcla de asco y lástima que era sumamente desagradable. Y su nombre era aún peor.

— Buenas tardes, señor, soy Jerry. — Extendió su mano y Rick la estrechó por lástima. — Estoy buscando a mi hijo. Se llama Morty, tiene 14 años, es de esta estatura, cabello café, blanco, tenía ropa gris...

— ¿Se escapó de casa? — Interrumpió tratando de parecer desinteresado.

— Si, es que su madre y yo nos estamos separando y es algo duro para él. — Su voz se quebró.

Dios, que patético. Me compadezco de quién se habrá casado con él. — Pensó.

Su padre había llegado a buscarlo, era el momento perfecto para liberarse de cualquier problema que venga con el chico. Pensó y reflexionó que si estaba haciendo lo correcto.

— Creo que tengo algo para ti, entra.

La mirada de Jerry se iluminó y entró detrás del mayor. Rick estaba seguro de lo que estaba haciendo hasta que vió ambas tazas de cocoa junto con las monedas. Regreso la vista al de ropa barata y notó como su mirada cambio. De presa a depredador, de padre buscando a su hijo a secuestrador buscando a su víctima.

No, no, no, no, no, no, no, ¿Qué pendejada estoy haciendo? Reconozco cuando mis alumnos intentan mentirme, ¿Y no me di cuenta de esto?

Pensó en sacar a Jerry de la casa, pero ya era demasiado tarde, si intentaba hacerlo, él se daría cuenta, era muy obvio.

Caminó rápidamente hacia la puerta trasera donde estaba la ropa con lodo del menor y la agarró.

— E-encontré esto en mi co-cobertizo, — Le dió las prendas húmedas. — si son de tu hijo, debe de andar corriendo desnudo por el bosque.

El castaño agarró la ropa y la examinó. Miró a Rick y repasó la casa con la vista, incomodando al mayor.

— Bueno, — Dió palmadas sobre el hombro de Jerry para acompañarlo a la puerta. — es todo en lo que te puedo ayudar...

— ¿Hay alguien más con usted? — El peli azul abrió los ojos como platos. — No pude evitar ver que hay dos tazas en su mesa.

— Si... Em... Mi novia vino y se fue por su madre antes de que empiece a llover... — Relajó el cuerpo y el rostro sonando convincente empujándolo hacia afuera. — Pero eso a usted le concierne una mierda, ¿Verdad? Muy bien, nos vemos pronto ¡Adiós!

Cerró de un portazo y pegó el ojo a la mirilla de la puerta para ver al padre alejarse hasta su carro con la ropa en mano.

Jerry sabía que Rick mentía, ¿Porqué? Por qué llevaba ya varias horas estacionado cerca de ahí buscando a Morty. Sabía que el había estado solo desde que llegó a su hogar. Sabía que estaba ocultando algo. Aún así, continuó buscando a los adentros del bosque. Sabía que Rick no mentía en una sola cosa, que volverían a verse, y sería lo antes posible.

Cuando el auto del "preocupado" padre se fue lejos de la vista del peli azul, soltó el aire de golpe, pegó la espalda a la puerta y se resbaló hasta sentarse.

¿Qué estaba pensando? Estuve a casi nada de meter la pata, y muy al fondo al parecer. Pero, ¿Por qué me preocupo? ¿Por él? ¿¡Por él!? ¿¡Y a mí que carajos me importa él!?

Poniéndose nuevamente de pie, algo molesto y confundo, caminó al estudio donde estaba escondido el menor, aún metido en sus pensamientos.

Soy Rick malnacido Sánchez, no necesito a nadie más. Puedo cojerme a quien yo quiera. Puedo hacer daño sin recentimiento alguno. Puedo decidir sin pensar en nadie más. Entonces, ¿¡Por qué cojones me preocupo por un condenado adolescente mugroso con el que no comparto nada!?

Abrió la puerta de un golpe y miro al condenado adolescente mugroso con el cubo Rubik en manos.

El cubo ya estaba armado.

Morty volvió su vista a donde estaba Rick tras un salto de sorpresa por la rudeza al entrar a la habitación y soltó un suspiro para correr, abrazar al mayor y undir su rostro entre sus prendas agradecido por no ser entregado.

Oh... — Rick sintió su corazón acelerarse — Es por eso...

outside {Rickorty}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora