[capítulo doce: presentar]

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Morty estaba sentado en el suelo, frente la chimenea que había encendido el mayor una vez acabado el desayuno.

Rick estaba en el sillón donde había dormido, ya sin cobijas ni nada, con los ojos pegados a un libro. Miraba discretamente al menor que acerca la mano al fuego para alejarla, parecía un gato con los ojos dilatados sobre las llamas.

— Te vas a quemar, enano.

Morty volvió al mundo real parpadeando agresivamente. Volvió su vista al mayor y asintió. Con la mirada nuevamente en la fogata, sus ojos volvieron a dilatarse.

El mayor solo bufó y rodó los ojos.

Su celular vibró, dejó el libro de lado.

— Estoy aquí afuera, ¿Me ayudas con las bolsas?

Se puso de pie tan rápido que sintió un mareo. Morty no se movió, sus ojos seguian sobre el fuego. Salió de la casa y se encontró con Unity; tenía medio cuerpo dentro de la maleta sacando bolsas con ropa, relucía su trasero y Rick sonrió acercándose.

— ¿Intentas provocarme? — Dijo en tono lascivo.

Por la sorpresa, la chica levantó la cabeza y se golpeó con el auto. Rick soltó una carcajada y ella le dió un golpe.

— ¡Idiota! — Le lanzó con las bolsas. — Vamos, quiero ver quién es el enclenque talla S de 14 años.

— Sobre eso... Em... — Se detuvieron en el marco de la puerta. Ella lo miró extrañada. Rick abrió la boca buscando las palabras y encontraron miradas. — Él es... Algo raro, ¿Si? Solo, ¿se linda con él?

La chica arqueó la ceja. Notó sus nervios. Conocía al mayor y todo esto se estaba volviendo incómodo, ansioso y extraño.

— ¿Linda con él? ¿Es tu hijo perdido o algo así? — Rió y puso la mano sobre la perilla, a lo que el peli azul puso la suya deteniendola. — ¿Qué mierda te pasa? ¡Vamos!

— Lo... Lo encontré en mi cobertizo, — Ella abrió los ojos sorprendida. — es una larga historia, ¿Bueno? T-te explicaré luego.

Abrió la puerta y entraron pero el menor ya no estaba frente a la chimenea, de igual manera, el fuego estaba apagado. Ambos dejaron las bolsas sobre los sillones y buscaron al chico con la mirada.

— ¿Enano? Espérame aquí. — Señaló el sillón. — ¿Puedes encender la chimenea?

— Claro. — Respondió pasando la vista por los rincones de la casa.

El adulto revisó en su estudio y en el baño sin éxito alguno. Entró al cuarto y miró al menor en la esquina, sentado en el suelo abrazando sus piernas.

— ¿Qué haces ahí? — Se agachó a su altura. — Puedes confiar en ella.

Morty volvió su vista al piso. Rick se puso de pie y extendió su mano. El menor la tomó y se levantó, quería seguir sujetando al mayor pero este la retiró y solo dió unos golpecitos en su espalda.

Caminó y se detuvo en el marco de la puerta. El corazón del menor iba a mil. Solo el aire lentamente y se fue detrás del peli azul con la cabeza baja.
Sentía que el pasillo de la habitación a la sala se había vuelto cada vez más largo.

El mayor ya había asimilado la situación. Confiaba en la chica y lo único que esperaba a cambio era que el menor hiciera lo mismo.

— Unity, Morty. — Dijo Rick entrando a la sala, haciéndose a un lado para que los mencionados se vieran. — Morty, Unity

Ella, de igual manera se mantuvo tranquila. Mucho antes de conocer al mayor, trabajó con niños y adolescentes con capacidades especiales, así que sabía cómo comportarse y las posibles acciones de un típico adolescente.

— Hola, — Dijo Unity con una sonrisa. — espero que te guste la ropa que traje, sino, aún puedo cambiarla.

Morty tenía que confiar ciegamente en Rick mientras vivía con él, pero no iba a bajar sus defensas. Miró a la chica de pies a cabeza y luego miro al mayor sintiendo su mirada de "dile gracias o algo, enano".

Morty dió un suspiro. De su boca no saldría ninguna palabra hasta que se sintiera cómodo con ello. Hablaría con ella, si, pero no de la forma en la que el mayor quisiera.

El menor, con las manos frente a su pecho le dijo "Gracias" en lenguaje de señas.

Ella se quedó sorprendida, Rick miró a Morty con otra mirada que el menor identificó como "no mames".

Lo que ninguno esperó fue que Unity respondiera en el mismo lenguaje un "De nada", para después preguntarle "¿Eres sordomudo?".

Morty respondió con nervios "No, solo mudo".

Rick no sabía qué hacer, si burlarse del menor al ver que su plan no había funcionado del todo o interrogar a Unity para saber de dónde aprendió lenguaje de señas.

— Bueno enano, — tomó las bolsas y se las dió. — ve y mídete esto.

Morty asintió y se despidió de ambos volviendo al dormitorio de Rick y cerrando la puerta tras el.

— ¿Qué te parece? No sabía que hablabas lenguaje de señas.

— Lo aprendí hace tiempo. — Dijo ella con una sonrisa dejándose caer en el sillón. Rick se sentó con ella. — Y tu, ¿No sabía que lo entendías?

— No lo entiendo.

— ¿Entonces como hablas con él?

Silencio incómodo. Rick solo movió las manos esperando encontrar las palabras pero la chica se rió.

— Bueno, parece un buen chico, pero aún me tienes que decir — Dijo en volumen bajo, casi como un susurro. — cómo terminó en tu cobertizo.

— Se escapó de su casa, su papá lo está buscando. Se escondió y yo lo encontré mientras iba por leña, después entramos y le preste ropa seca, poco después llegó su papá pero... — Se detuvo y torció el labio. — No me da confianza, ¿Sabes?

— ¿En el padre? — Preguntó acomodándose en el sillón tratando de entender al mayor.

— Si, hay algo que...

— ¿Sabes que es privación de la libertad, no? — Lo interrumpió con tono serio. — Tener a Morty aquí, sabiendo que lo están buscando.

— No lo es, no lo tengo contra su voluntad. — Respondió. — Además, no has visto su cara cuando le menciono a su papá. Se caga de miedo. — Volteo a verla y conectaron miradas. — No le puedes decir a nadie Uni, ni a una simple alma, que está conmigo. Siento que hay algo más grande detrás de todo esto.

— De acuerdo. — Sonrió. — Puedo ayudarte a cuidarlo cuando tengas que trabajar. — Le dió un leve puñetazo en el hombro.

— Si, como quieras. — Se le acercó y le dió un beso, ella correspondió tomando su rostro para profundizar, cosa que Rick aceptó y rodeó su cintura. Se separaron lentamente y ella le sonrió. — No es como que tengamos un hijo, esto sigue siendo lo que siempre ha sido.

Ella soltó una carcajada y le dió otro puñetazo pero ahora más fuerte.

— El niño es tuyo, no me quieras amarrar con eso — Respondió riendo con fuerza. — solo falta que me digas "mi amorcito" y quieras mi dinero.

Rick río con ella y la volvió a besar con más profundidad.

Morty miraba desde el pasillo. Solo había puesto la ropa sobre la cama, miró su tamaño y supo que le quedaría, pues era el tamaño de la que tenía.

Estaba enojado. Muy enojado.

Sus pies que se dirigían a la sala y estando ahí aclaró fuertemente su garganta. Unity empujó a Rick y este se separó molesto.

— ¿Te quedó o no, enano? — Dijo como si nada.

Morty solo asintió con los ojos clavados en el mayor.

— Ah pues bueno. — Volvió su vista a la chica. — ¿Traes los tickets? — Ella asintió y Rick se puso de pie. — En la cocina está mi carrera.

Ella lo siguió y Morty se sentó en el piso con los brazos cruzados frente a la chimenea sintiéndose nuevamente celoso.

outside {Rickorty}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora