El destino nos unió (Fan-Fic Elrubius)

Capítulo 76: ¿Cambios buenos? |FINAL

Mientras miraba por la ventana del avión, me quedé pensativa. Algo se me estaba olvidando. ¡Only shit! Eli. Le dije que hoy iría a su casa para charlar... ¿Qué hago ahora? La llamé.

- ¿Sí?

- ¡Hola! ¿Eli?

- ¡_____!

- ¿Cómo sabes que soy yo? ¡Me he cambiado de número!

- Nadie más que tu me dice Eli, so tontaina -nos reímos. -¿Qué ocurre?

- Pues...no voy a poder ir a tu casa esta tarde.

- ¿Y eso?

- Estoy en avión camino a Noruega con Rubén. Supongo que llegaré a Madrid dentro de dos o tres días, entonces ya quedaremos, ¿te parece?

- ¡Claro amiga! Pásalo de escándalo con tu chico y ten mucho cuidado por allí. ¡Llámame de vez en cuándo eh!

- Por supuesto preciosa, muchas gracias. Te dejo que me mareo, te quiero.

- Yo también te quiero, _______ -colgué.

Bueno, todo arreglado, suerte que me acordé a tiempo, madre mía. Si Eli supiera todo lo que pasó ayer por mi cabeza y sobre todo, por mi corazón, se asustaría. Pero lo pasado, pasado está y ahora tengo que vivir mi presente para crear el futuro ideal para mí, el que yo quiero. Eso siempre me lo decía mi madre, cuánto la añoro. Me dormí.

**

- ¡Rubius, Rubius! ¿Dónde estás?

Gritaba y gritaba, pero no obtenía respuesta. No podía moverme, me dolían mucho las piernas y la cabeza. ¿Qué es todo esto? Abrí los ojos y solo veía negro. Oscuridad completa. Me dolía todo el cuerpo y al tocarme la cabeza, noté que estaba sangrando. Me estaba asustando cada vez más. La última vez que recuerdo es cuando estaba mirando por la ventana en el avión y acababa de hablar con Eli. ¿Qué me ha pasado? ¿Dónde estoy?

- ¡______! -era Rubén.

- ¡Rubius, estoy aquí Rubius!

Nada, no veía nada. Solo sentía dolor y lloraba cada vez más. Las lágrimas que caían por mis mejillas me producían escozor. Aún sangraba. ¡Si esto es un sueño, quiero despertarme de una vez!

- ¡_____!

Al escuchar mi nombre de la boca de Rubén, volví a abrir los ojos y esta vez, veía una luz al fondo, que iba acercándose más y más hasta mí. Me desmayé.

**

- ¡_____!

- ¡Rubius....estoy...aquí! -al decir esto me desperté.

En efecto, todo había sido un sueño, una horrorosa pesadilla. Al abrir los ojos y acostumbrarme a la luz del avión, pude observar a Rubius. Me tenía cogida la mano y ma abrazaba con la otra.

- Tranquila, mi pequeña, todo está bien -me repetía una y otra vez.

Me sequé las lágrimas que me habían producido aquella pesadilla y me incorporé. Abracé a Rubius y le dí las gracias. Escasos minutos después llegamos a Noruega. Empezamos mal el viaje...

**

El primer día fue todo dedicado a instalarnos y a dar un paseo por el mar con el abuelo de Rubius. Era muy majo el hombre, aunque no hablara español y mi novio tuviera que traducir todo lo que decía. Cómo siempre, Rubén no conseguía pescar nada y, sorprendentemente, yo pesqué dos peces. Me sentía orgullosa, si Señor. Al anochecer nos sentamos en un parque al lado de la casa de la familia de Rubius y miramos las estrellas. Parecía que el cielo de Noruega era más bonito, no sé. A lo mejor no me había parado tanto a contemplar el cielo de Madrid, no me hagáis mucho caso.