The Only One // TaeTen - NCT

Ending

—Johnny, ¿no crees que llevas demasiado tiempo sin mirarme a los ojos?

John Seo volvió a negar con fuerza y no pudo seguir aguantando las carcajadas. Lo había entendido durante el día posterior al suceso, e incluso la semana que le siguió, pero siendo un mes completo desde que había pasado realmente le costaba entender por qué a su compañero de grupo y prácticamente mejor amigo seguía aún desviando la mirada cada vez que debían de hablar.

Aunque pensándolo bien, no era para menos.

—Es que aún me siento culpable por haberles arruinado la primera vez a ti y a Taeyong, Ten...

—¡Pero no lo digas tan campante...!

Miró desesperadamente a su alrededor, aunque fuera un acto virtualmente inútil; los chicos habían salido a sus respectivos ensayos, y sin nada que hacer realmente tanto a Johnny como a él les habían otorgado el día libre. Una verdadera rareza, al menos para su amigo que había terminado recibiendo tan inesperado regalo como si se tratara de plena celebración navideña.

Por su parte, el anuncio no constituía una sorpresa, ni mucho menos.

—...Además, encontraremos la forma de... de... —la lengua se le trabó y no hizo ademán de continuar la frase. Era demasiado vergonzoso decir en voz alta que efectivamente aún no encontraban la manera de retomar lo que había sido interrumpido por el a veces muy impertinente de Johnny, pero peor aún era recordar exactamente cómo había sido aquel momento. Estando semidesnudo y debajo de Taeyong, con quien se encontraba compartiendo un febril beso justo en el momento en que a Johnny se le había ocurrido ingresar a la habitación... una tragedia total. De solo acordarse sintió los pómulos ardiendo—. Como sea, tanto Taeyong como yo te perdonamos. No tienes por qué seguir sintiéndote culpable.

—Es que son novios desde hace un mes, pero Taeyong ha estado tan ocupado con las promociones y... ¿siquiera han encontrado la manera de, ya sabes, hacerlo?

Boquiabierto, le miró directamente a los ojos. Johnny preguntaba totalmente en serio. Si el sonrojo que tenía antes había alcanzado a ser lo suficientemente molesto como para querer agachar la cabeza, escuchar aquellas palabras tan tranquilas por parte de Johnny le terminó por hacer esconder el rostro entre las manos.

—Me tomaré eso como un no. Ah, Ten, de verdad disculpa —murmuró un ligero "no es nada" mientras sentía la gigantesca mano de Johnny palmeándole la espalda con un poco de brusquedad—. Y ahora considerando que te vas de viaje...

—Mis posibilidades se redujeron a cero. Sí. Lo sé.

—Ay... ven, que te ayudo a terminar de empacar.

Asintió, paradójicamente incapaz de volver a mirarle a los ojos, aunque el motivo que le llevó a desviar la vista fue otro totalmente opuesto. Y es que recordar el viaje que se le avecinaba no era ni por mucho lo mejor que podía hacer esos instantes.

Comenzó a doblar la ropa a conciencia para posteriormente guardarla en la primera de las dos maletas que debían de durar al menos una semana. Cuando puso la tercera camisa dentro, estuvo a punto de rendirse y simplemente deshacerlo todo. ¿Para qué planificar una semana entera, si sabía que con suerte alcanzaría a estar un mísero día antes de tener que devolverse al dormitorio con los demás?

Arrugó instintivamente la superficie de la cama en la que no estaría durmiendo por un tiempo. Johnny le volvió a palmear la espalda, porque sí, él también sabía que lo que estaba a punto de realizar era una locura sin sentido ni razón de ser, pero que de todas formas sentía que debía de intentar.

Tal vez para sacarle del ensimismamiento fue que comenzó a hablar otra vez, de manera cantarina y despreocupada

—Oye, Ten, me he preguntado algo todos estos días.