Intentó ignorar las palabras de Donghyuck a toda cosa pero fue sinceramente imposible; es que maldita sea, ¿por qué cuando intentaba seguir con su vida había algo que le devolvía al principio, siempre haciéndole retroceder? Suficiente había sido con tener que viajar con Ten a Japón para el concierto que la compañía hacía allí junto con los otros artistas que estaban bajo su alero; más que suficiente había sido tener que compartir los ensayos previos a aquel evento y luego allí, haciendo como si nada hubiese pasado entre los dos cuando era lo más alejado de la realidad. Había dolido, sí.
Sin embargo eso no había sido lo peor de todo el asunto. Lo sinceramente horrible y que le hizo entrelazar sus manos con nerviosismo fue...
—¿Por qué estás preocupado por él?
...que a pesar de todo no tenía forma de controlar la curiosidad, no, la sincera preocupación que sentía por el tailandés.
Apenas fuese un avistamiento escaso en la empresa que ya no visitaban con la misma frecuencia de antes, o ver su taza de café sin lavar sobre el lavaplatos —¿habrá desayunado bien o solo ha tomado cafeína?—, su vida giraba en torno a él sin que fuese capaz de hacer mucho. Por más que intentara enfocar el cien por ciento de sus fuerzas en dirigir bien al grupo que le había tocado esta vez, o en practicar sus rutinas de baile sin ningún tipo de fallo, era imposible. Y ya no quería aquello.
Porque le hacía daño.
Verle en apenas vestigios o en relatos de los demás, como si se tratase de un espejismo que era incapaz de ver por su propia cuenta, dolía demasiado. No quería sentirse más así. No quería sentir nada más por Ten.
No quería, mas no podía evitarlo.
—¿No crees que está esforzándose mucho para el programa, ya sabes...?
—Ah...
Sí, sabía a qué se refería Donghyuck. Hit The Stage estaba en plenas grabaciones, y todos se habían asegurado de felicitarle por el logro que significaba aquello. Todos, incluso él mismo, aunque a diferencia del resto no lo había hecho de forma presencial; no sabía si era mera obra del destino o que Ten seguía ignorándole como antes (estaba demasiado agotado y dolido para pensar en ello) pero hasta ahora no se había logrado topar con el de sonrisa deslumbrante luego de conocer el anuncio.
Sin embargo se había asegurarle de mandarle sus más sinceros deseos a través del método que encontró más fácil y a la vez más personal: una notita que pegó cuidadosamente al lugar donde guardaba sus piercings, una pequeña cajita que celosamente guardaba en su habitación. Sabía que nadie más se metería allí porque después de todo, ¿quién rebuscaría en algo como aquello? Nadie, excepto la persona que le interesaba que leyese sus pensamientos, sus deseos. Tal vez de haberlo querido se habría confesado también por ese método.
Pero no quería. Sabiendo lo mucho que Ten probablemente le detestaba, no tenía ni una pizca de ganas de contactarse con él. De forzarle a que por lo menos se hablasen, no.
Ante todo no quería causarle algún tipo de incomodidad. Si Ten era feliz bailando y no sabiendo de su existencia más de lo estrictamente necesario —después de todo estaban en el mismo grupo, los encuentros y el trabajo en conjunto era inevitable—, entonces no se inmiscuiría más con él. Le dejaría ser feliz.
Era el acto menos egoísta que se sentía capaz de realizar por él, el tailandés de bella sonrisa que le había robado irremediablemente el corazón.
—¿Le has visto agotado? ¿Ha comido lo suficiente? ¿Tiene ojeras acaso? —inquirió atropelladamente en un susurro desesperado, saliendo del mar de sus pensamientos. Sin embargo, los segundos pasaron y no obtuvo respuesta alguna—. ¿Donghyuck...?
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The Only One // TaeTen - NCT
FanficPara Lee Taeyong, incluso una simple sonrisa es algo casi imposible de realizar. Casi. ---- NCT / TaeTen (Taeyong x Ten) Jaehyun, Doyoung, Johnny. También en amor-yaoi.com x No se permiten adaptaciones x