The Only One // TaeTen - NCT

Drabble

—¡De nuevo!

Con un largo suspiro de frustración Taeyong se dejó caer al piso de la sala de prácticas. Dos horas más y volverían a los dormitorios, tan solo dos horas...

—Luego de esto iremos a comer fuera, ¿verdad? —la voz alegre de Jaehyun torció todos sus planes de irse a la cama pronto, y lo quedó mirando fijamente con el ceño fruncido—. Realmente quiero comer jjajangmyeon...

Taeyong rodó los ojos al ver al resto tan emocionado con la idea. Llevaban toda la tarde ensayando una nueva canción, y con tantas horas de práctica de baile lo único que quería hacer a esas alturas era darse una buena ducha y dormir hasta el día siguiente.

Desplegó una sonrisa triste en los labios. Esa no era la razón exacta de su mal humor, a decir verdad.

Repasó con la mirada los rostros optimistas de los que se suponía, debía guiar a través de todas las dificultades que se les aprontase; después de todo era el líder. Pero durante la entrevista a la que habían tenido que asistir durante la mañana se había sentido cualquier cosa menos eso.

Y es que, ¿cómo guiar a un grupo de jóvenes si ni siquiera lograba sonreír de forma sincera?

Las heridas del pasado parecían cerrar con el tiempo, pero siempre tenía que venir alguien y recordárselo. Las fanáticas, los entrevistadores, hasta los mismos integrantes: todos parecían no darse cuenta de lo mucho que dolía lidiar con los errores que había cometido años atrás. Había terminado derramando un par de lágrimas incluso en la entrevista al acordarse de sus padres y de lo mucho que habían sufrido por su culpa. Por eso le costaba tanto sonreír, incluso si ahora estaba viviendo su sueño.

Levantó la cabeza y miró a Taeil. ¿Por qué no lo habían nombrado líder a él? A pesar de su nerviosismo sabía cómo dirigir a un grupo de adolescentes como lo eran ellos, y con su sonrisa podía calmar incluso el más agitado de los ánimos.

En cambio él, él...

—¡Oh!

El pequeño grito de sorpresa había salido involuntariamente de su boca ante un terso contacto en su mejilla. Giró para ver de qué se trataba y se encontró con una sonrisa incluso más cálida que la de Taeil.

La de Ten.

—Borra esa arruga de tu frente, hyung. Te ves más lindo cuando sonríes.

Llevó una mano inconscientemente a su mejilla, donde los labios de Ten se habían apoyado tan solo unos instantes atrás. Sin embargo no alcanzó a responderle antes que el menor se levantara del suelo y comenzara a estirar sus músculos de espalda a él, con una sonrisa de oreja a oreja que pudo notar gracias al espejo que cubría toda la pared. Tal vez se había mentido a sí mismo antes, pensó, mientras cubría su boca con ayuda de sus mangas para no ser visto.

Para que el resto no notara la forma en la que aquel pequeño roce en su mejilla le había hecho sonreír, de forma sincera.

—¡Bien, continuemos! —gritó con ánimo, levantándose también del duro piso. Repentinamente había recobrado todas las energías. Si se quedaban hasta tarde ensayando y luego iban a comer fuera, ¿qué más daba? Tal vez con la alegría del resto se contagiaría tarde o temprano.

Se mordió el labio inferior. Del resto sonaba a muchos. Sí, quería bastante a sus compañeros de grupo pero no todos ellos le lograban calmar de esa manera, sino que solo uno. Una sola persona que le hacía sentir que todo el esfuerzo valía la pena con tan solo una sonrisa.

No sabía por qué, pero Ten era el único que causaba ese efecto en él. Y le gustaba.

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Aunque inicialmente tenía la idea de mantenerlo como drabble, podría realizar un fanfic más completo si así ustedes desean. Así que déjenme saber en los comentarios si quieren un poco más de esta pareja <3

¡Nos vemos!

EDIT: Debido a la gran respuesta de todos ustedes (muchísimas gracias por ello), terminé por convertir este drabble en algo más largo. Los capítulos están a continuación.