Keith se despierta a una cama vacía y un dolor en la espalda baja.
Imágenes de la noche anterior le llegan mediante destellos, manos morenas en piel blanca y de repente se le llenan las mejillas de color.
El olor de Lance sigue en la almohada, pero está fría, y Keith conoce la mente del cubano, sabe que a veces sus pensamientos avanzan a mil por hora y le es imposible dormir, así que se aguanta el dolor de cadera y se levanta de la cama, arrastrando los pies descalzos por los pasillos del castillo.
Todo está a oscuras, cosa que no es sorprendente dado que viven en el espacio, donde el único brillo son las estrellas, pero Keith siente que son cerca de las tres de la mañana, confiando en su reloj biológico y en que todavía no ha perdido el huso horario de los Estados Unidos.
El castillo está terriblemente frío, y eso es un mal indicador. Normalmente Coran programa el aire acondicionado a una temperatura ambiente mientras dejan a la nave en stand-by, eso y las luces LED de emergencia, pero no hay ninguna.
Keith se encuentra titiritando, caminando de a regañadientes hasta el hangar de la leona Azul, pero al asomarse se da cuenta de que no hay nadie dentro, así que intenta yendo al hangar de Negro, pero se encuentra igualmente vacío.
Hay un peso en su pecho y empieza a caminar más rápido, acelerando el paso hasta que termina esprintando de un lugar a otro. La cocina está desolada, al igual que el puente y el cuarto de Lance. No hay nadie en los hangares de los demás leones o en los cuartos de los demás paladines, y el centro de mando está vacío. La sala de entrenamiento está apagada y el único lugar restante en todo el castillo es el calabozo, pero una vista rápida a las cámaras de seguridad le asegura que ese lugar tampoco tiene ni un alma.
El holograma del panel de control parpadea en rojo, remarcando el color de su león en cada letra, y si no fuera por su desesperación Keith habría pasado de largo el pequeño cuadrado rojo parpadeante que indica que falta una de las cápsulas de escape.
Haciendo click en el ícono de la misma se abre una lista de especificaciones: partió hace un varga con un peso aproximado de setenta kilos, la información del piloto está encriptada bajo los reglamentos del León Negro. La demás información es confidencial, y necesitaría a la princesa para un reporte detallado de la cápsula y su contenido.
Keith dismisa la pantalla y abre otro holograma, un reloj humano que Pidge había establecido desde su llegada. Primero de enero del tres mil dieciocho, dos cincuenta y tres a.m.
Una ola de realización le cayó de golpe y su preocupación se convirtió en empatía, de alguna manera aún más oprimente.
Ah, el día menos favorito de Lance.
Con pasos pesados se dirigió al cuarto de Allura, esperando que la princesa accediera a revelarle la información de la cápsula del cubano lo antes posible. Él y rojo tenían que jugar a las atrapadas con el chico, después de todo.
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¡Finalmente investigué qué pedo con los leones! Las cosas están así: Azul es hembra, Rojo es macho, Verde es hembra, Negro es macho y Amarillo es... bueno, Amarillo es amarillo, sepa la bola cuál es su género. ¯\_(ツ)_/¯
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ɱɛʀcy || k ɭ a ŋ c ҽ ||
Fanfiction¿En qué momento se le había olvidado como el fuego y el hielo no podían coexistir en armonía?