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Una vez que llegamos a mi casa mis padres estaban haciendo la cena, bueno mejor dicho la estaban acomodando en la mesa porque habían pasado con un KFC para poder comer.

- Podrán disculpar pero no había ni un Walmart abierto -mi padre ríe.

- No quisiste bajar, dinos  la verdad. -añade mi madre culpándolo.

- Bueno, pero estoy seguro que les gusta -añade chistoso.

Nos sentamos a comer mi madre mina a Finn y me miraba, luego miro a mi padre y asintió.

Mi padre nos observo y rompió el silencio que recorría nuestra cena.

- Ya. Ame, debemos contarte algo con mamá que es algo muy importante, no solo para nosotros que surgió apenas como una sugerencia - irrumpí

- Mamá esta embarazada? -lo mire extrañada y mire a Finn, porque delante de el, que tenia que ver?

- No cariño, -ríe mi madre- escucha a tu padre y luego comentas, esta?

- Bueno -prosigue aclarándose la garganta - es obvio lo que vemos entre ustedes -le sonríe a mi madre y cruza los brazos en la mesa- no digo que este mal sino que hay que darse oportunidades. Igualmente nada es mas lindo que tener de yerno a Finn Wolfhard obviamente, -ríen mis padres y Finn sonríe chistosamente- bien, vayamos sin vueltas. Sabemos que no hay muchas posibilidades de que ustedes se vean todas las veces que quieran, que cada que que quieran estar un rato juntos haya que viajar principalmente muchas horas -mi padre mira a Finn y el esta serio mirándolo y asiente- por lo cual, consultamos en nuestros trabajos -señala a mi madre y a el mismo- y vamos a ir a vivirnos a Vancouver, mas precisamente a unas cuadras de la casa de los Wolfhars

Finn y yo nos miramos, ese era el día mas feliz de mi vida, Finn me había prometido bajarme la luna y mis padres harán lo posible para que este junto a Finn mucho tiempo.

- Pero... Y todo lo de aquí? -lo miro - nuestras cosas, la casa, que pasará?

- Cariño, la casa se alquilara a otra familia que vendrá a vivir aquí mientras no estemos. Tu iras al colegio por el vecindario nuevo y podrás pasar por la casa de Finn al regreso, que te parece?

- Estupendo -chillo Finn con un tono de alegría mas que notorio.

No podía creerlo. Finn había sido el encargado de decirme si viviríamos juntos en Vancouver, todo esto debe ser maniobra de este joven y apuesto muchacho -le di una mirada furtiva y matadora a Finn, el no entendía
Una vez que logramos terminar de comer me dirigí hacia mi cuarto y Finn me siguió, apenas l termino de pasar el umbral y cerro la puerta largué mi queja.

Mundo de cabeza - Finn WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora