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Ya era domingo, eran eso de las once de la mañana y Finn aun estaba durmiendo en la habitación de huéspedes. Si, habiamos dormido juntos nuevamente pero solo como amigos, no como una pareja, no todos durmen de esa manera como todos creen.  

Mis padres ya había desayunado y  mi madre había salido a comprar para poder hacer el almuerzo. Estaba solo mi padre y me senté delante de él en la barra. 

- Que dices, te gusta la idea de ir a vivir cerca de lo de Finn? 

Tenía una sonrisa de oreja a oreja, creo que él estaba mucho mas emocionado que yo al pensar que si, tendría a Finn, todos los días, todas las semanas, todos los meses y todos los años que dure esto. 

- Si, estoy contenta -dije haciendo un gesto con muy poco animo. 

- Pues, avísale a tu cara que estas contenta -le da un sorbo a su vaso de agua-  por favor Amelí, no seas así. Mamá ayer me contó -ya mi madre siempre contándole todo a mi padre, no digo que no este bien pero que mi padre trate de darme una charla como me la dio ella en mi cuarto, por favor señoras - y creo que no deberías estar molesta con él, nunca nos menciono nada, incluso creo que el creía que iba a tener que seguir viniendo hasta aquí para verte, viajando siempre. Acaso no le viste la sonrisa tonta que tenia cuando lo comente en la mesa? 

Negué con la cabeza y una sonrisa se me formo en los labios, si estaba contentísima de saber que Finn estaría a solo cuadras de mi casa, que lo vería cuando tenia la gana, pero nadie comprendía mi punto.  

- Mamá, dices que aún te sientes chica, querida, no lo hagas. Nosotros nunca te negamos estar con Finn, sabes que eres libre de decidir, pero se que ahí adentro -señala mi corazón- ese esta contento y cada vez que tiene a Finn cerca se derrite. Lo sé, porque me pasaba con tu madre, y se que a él seguramente le pasa contigo, mi Ame, por favor, no tengas miedo, solo sigue todo lo que sientes ahí adentro.   

Finn bajo de la habitación y ahí estaba parado mirándome a mi y a mi padre, yo no lo veía porque estaba de espaldas a donde él se encontraba. Mi padre apenas lo vio lo invito a sentarse en la barra junto a nosotros. 

Lo ví y si, era lo que mi padre decía, no podía creer que tenia razón, apenas lo veo siempre mi corazón se derrite, se apresura tanto que se derrite con su sonrisa mañanera y sus rulos inmanejables a los cuales él siempre se rinde. 

- Buenos días - susurro. 

Mundo de cabeza - Finn WDonde viven las historias. Descúbrelo ahora