Una Vida Juntos (Obirin)

la despedida.

La observaba caminar, sonreía e iluminaba como si fuese el sol, la sujetaba de la mano inconscientemente con fuerza, estaban a pocos pasos del final, creía estar preparado pero no era así.

- estoy ansiosa- le dijo ella, emocionada por la supuesta sorpresa que le daría.

Y si que seria una sorpresa, pero no de las buenas.

- espero te guste- le dijo el cuando lo que quería decir era que esperaba que no lo odiara.

- asi se será.

Las puertas se alzaban frente a ellos, el corazón se le aceleraba conforme se acercaban,Comenzó a sudar.

Al final se vislumbraba un punto rojo.

- ¿que es eso?- preguntó y poco a poco lo comprendió- oh Obito-kun ¿esa es tu sorpresa? ¿Trajiste a kushina?- pasaba su mirada entre la cabellera rojo y el, al fijarse mejor también notó una cabellera rubia- ¿y a Minato-sensei?

El le dio una sonrisa falsa y forzada- si.

-¿esto era lo que te tenía tan preocupado?- decía incrédula- esto no me gusta.

-¿que?- sintió como el alma se le salía del cuerpo.

- no me gusta...¡me encanta!- dijo desbordando felicidad.- ¡kushina! ¡sensei!- iba a comenzar a correr hacia ellos pero el la detuvo.

- espera un momento- le pidió sujetándola, si ella cruzaba las puertas no volvería a entrar, no podía dejar que hiciera eso, aun no.

- ¿por que?

- no tenemos porque apresurarnos, igual llegaremos.

- pero ya quiero ir con ellos- dijo sin saber el peso de sus palabras.

- lo harás, Rin, si lo harás- le respondió con pesar.

- ¡Obito! ¡Rin!- los llamó la peliroja.

Así que continuaron su andar, pero ella iba al paso lento de el. Cuando ya estaban casi frente a frente de la salida, agarró a Rin por los hombros, le robó un beso y un abrazó rápidos pero llenos de sentimiento- Rin sólo recuerda que te amo.

- Obito...¿que fue eso?- no sabia que le pasaba, luego se sintió avergonzaba al escuchar la risa del Namikase- tenemos público.

- te amo Rin- insistió el.

- y yo te amo a ti Obito.- le respondió y como si el mundo se moviera despacio, el soltó su mano, kushina la llamó una vez más y ella corrió abrazarla, para cuando había terminado de llegar hasta donde se encontraba ya había cruzado las puertas.

Obito sintió como si todo se detuviera y le habían quitado el aire, se sintió como cuando la vio morir a manos de kakashi.

Minato miró la escena y se sintió culpable, tal vez no debió decirle nada, tal vez esto no estuviera sucediendo.

Rin ignorante de lo que pasaba se fundía en un gran abrazo con la Uzumaki- te extrañé tanto.

- y yo a ti pequeña, aunque ya no eres tan pequeña- dijo señalando su cambio, ella se ruborizó y pasó un mechón tras su oreja.

- luces hermosa- comentó Minato.
- a usted también lo extrañé mucho Sensei- y lo abrazó de igual manera que con su esposa.

- yo también, mira que morir de esa forma ¿ah? No diste chance de nada.

- no bromees con eso- lo regañó kushina.

- no pasa nada.- dijo Rin y se fijó que Obito aún no cruzaba.- oye Obito ¿que esperas? Ven- le hizo señas.