¡¡BICHO RARO!!

capitulo 6. jamas confiaria en ti

¡Maldición! Kim se había quedado dormida, pues se le había olvidado poner su alarma. Por lo que se levanto exaltada al ver la hora que marcaba su reloj. Solo 20 minutos para arreglarse. Se vistió rápido con el uniforme que estaba hecho bolas en una rincón de su cuarto y se dedico a maquillarse. Una vez que estuvo lista, tomo su mochila y bajo corriendo.

-buenos días... se te hizo tarde- le dijo el chico a penas la vio. Se le había olvidado que él se había quedado a dormir aquí.

-lo se... ¿y mi familia?-

-todos se fueron, no querían esperarte-

-genial- mascullo en japones entre dientes y como era obvio Román no entendió

-si como sea... ya vámonos- Kim lo miro confundida -mi coche esta afuera, vamos-

-¿me vas a llevar a la escuela?- pregunto sarcástica

-si. Pero si prefieres ir caminando o en bus y posiblemente perderte hazlo, nada me divertiría más-

-entonces ¿porque te ofreces a llevarme y perderte tal diversión?-

-por tu familia, ellos me agradan. Hasta tu hermano y Leo es de mis mejores amigos- dijo como si fuera obvio

-sigo sin entender-

-estoy seguro que se enojarían mucho si dejo que te vayas sola. Bueno menos Claire-

-¿porque no me extraña?- dijo molesta. El chico se le acerco y la tomo del brazo, después la jaloneo afuera donde le abrió la puerta del copiloto de un estupendo Ferrari california color rojo. Cuando la chica se subió cerro la puerta y le dio la vuelta por adelante.

-lindo auto- le dijo la chica apenas él se sentó.

-gracias, estuve ahorrando mucho-

-pues valió la pena-

-¿sabes de autos?- pregunto incrédulo

-solo lo que mi hermano me ha enseñado- dijo y se encogió de hombros. James era un amante de los autos, por lo que conocía todo sobre clásicos, mustangs y ferraris. Después de un tiempo de escucharlo Kim también aprendió cosas.

-sorprendente- dijo el chico en voz baja, Kim le respondió con una sonrisa. "cada vez me sorprendes mas nena" pensó el chico al verla.

El resto del camino fue en silencio. Kim miraba por la ventana y Román de vez en cuando quitaba su vista del camino y la fijaba en la chica que era obvio viajaba algo incomoda. No pudo evitar sonreír al verla morderse el labio nerviosa, a través del reflejo del vidrio.

La chica se relajo apenas entraron al estacionamiento de la escuela y casi suspira aliviada cuando el chico se estaciono...

-lista payasita- dijo también aliviado

-gracias- contesto algo incomoda. Ambos abrieron la puerta y se bajaron. Kim caminaba dejando el hermoso auto rojo atrás y sin notar que Román iba un par de metros tras ella, pues iba caminando viendo el suelo y sus zapatos. Mucho mejor que ver a la gente que aunque se comenzaba a acostumbrar a su estilo, la despreciaba.

-Kim... hola- hablo una voz masculina. Busco a su dueño y lo encontró en el chico rubio que se acercaba a ella caminando con una perfecta sonrisa. esta vez llevaba el uniforme de la escuela. Que en el, se veía excelente.

-Beck- le saludo con una sonrisa, deteniéndose para esperarlo

-¿como estas hoy?- le pregunto al llegar a ella

-mucho mejor- no podía dejar de sonreír

-si se nota- le contesto con la misma sonrisa. El estomago de Kim empezó a gruñir y ella se sonrojo un poco -¿hambre?-