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-Woozi...

El castaño ignoró la voz de Soonyoung y siguió caminando.

-Woozi...

Sabía que venía detrás de él, desde luego, pues Jihoon caminaba a un paso rápido, casi corriendo, pero el sonido seguía siento fuerte y claro como la primera vez.

-Woozi~

-¡Deja de llamarme así! -respondió mientras tomaba la perilla con sus manos.

-No, tienes que escucharme.

-No quiero hacerlo.

-Jihoon -Soonyoung lo tomó por lo hombros, lo giró de espaldas a la pared y colocó ambas manos a cada lado del rostro del pequeño, evitando que escapara- Lo lamento, pero...no tuve otra opción, ¿que querías que hiciera?

-No lo se, tal vez... ¡cualquier cosa menos mentirle a nuestros padres diciendo que somos novios!

-Si mi padre supiera la verdad, seguramente estaría decepcionado de mí -confesó-. Su hijo dice estar enamorado de un chico, pero usa a su amigo para darle celos con este estúpido e inmaduro juego. Dirá que soy un cobarde...

-Y no se equivoca -escupió Jihoon aún con enojo

-¿Qué puedo hacer para que me perdones?

En ese momento, Seungcheol entró en su campo de visión, lentamente desde el rabillo de su ojo. Al encontrarlos así, se detuvo en seco, pero no hubiera algo que pudiese hacer, excepto apretar los puños, tragar las palabras atoradas en su garganta y rodear ambos cuerpos para entrar a la habitación.

-Arregla este asunto -dijo por fin después de escuchar como la puerta fue azotada desde dentro.

-Lo haré, sólo...dame un par de días.

-Hazlo ya -rectificó.

Entró a su habitación sin darle oportunidad a Soonyoung de decir algo más. Ya había dicho suficiente.

-¡Vamos, chicos! -animó Seungkwan- ¡Concentración!

Era lunes, 10 de mañana. Sus horarios escolares habían cambiado y estos nuevos serían los oficiales durante el resto del semestre. Esas materias que tomaban todos los estudiantes, sin importan su especialidad, ahora serían una mezcla del alumnado. Coincidió con Seungkwan en algunas y con Soonyoung en otras, aunque no quería ver al chico. Lamentablemente aún compartía clase con Seokmin, pero claro tendría que hacerlo, considerando que están en la misma carrera. Su horario y el de Chan no chocó en ningún momento.

Pero había algo que lo tenía preocupado.

En todas y cada una de esas clases obligatorias, en todas, sin excepción, aparecía el nombre de Seungcheol en la misma lista que el suyo. ¿Coincidencia? Tal vez, pero aún así no dejaba de morder sus uñas.

Las clases habían resultado ser su salvación de su molesto compañero de habitación. Ahora compartirían clase toda la semana; si al pelinegro se le ocurría hacer algo que perjudicara la reputación o expediente escolar de Jihoon, sería su final. Quería hacerse creer a si mismo que Seungcheol no haría nada malo, pues también él estaba en riesgo.

Y su plan para agradar al parecer no estaba funcionando. No había visto a Seungcheol el fin de semana, y si lo hizo, fue sólo por cinco segundos donde el contrario nunca le dirigió la mirada.

-¡Jihoon, concentración! -escuchó la voz de su amigo.

-Sí, sí, claro...concentración.

Estaban realizando ejercicios al aire libre, en el campo de fútbol. Seungkwan dividió a los chicos en dos equipos y los formó en dos filas, de frente. Sólo tenía que golpear la pelota y regresar al final de la fila.

Eres...INSOPORTABLE [JICHEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora