22

4K 548 133
                                    

-Tú...

Jihoon levantó su mano y señaló a Seungkwan con su dedo índice. El rubio se separó en seguida al escuchar la voz de su amigo y se escondió detrás de Vernon, con los ojos muy abiertos.

Le tomó un par de segundos que la sorpresa se fuera de sus ojos para poder ver a Jihoon con su mano entrelazada de la de Seungcheol.

-¡Tú! -atacó saliendo detrás de Vernon, señalando al castaño.

Jihoon reaccionó y soltó su mano de un jalón; ignoró la protesta de Seungcheol por eso.

-¿Estás con Vernon? -preguntó sorprendido.

-¡¿Éstas con Seungcheol?! -agregó una mueca de asco.

-¿Era necesario hacer ese gesto? -se defendió el pelinegro- ¿No dirás nada, Vernon?

-Yo... -sus ojos seguían fuera de sus orbitas- Yo... -negó con la cabeza rápidamente y salió de la habitación.

-¡Vernon, espera! -el rubio le siguió.

Seungcheol creyó que podría volver a donde estaban, pero no quería ser él quien diera el primer paso. Si lo hacía, Jihoon podría pensar que sólo le interesaba el sexo y desde luego que no, él estaba realmente interesado en Jihoon, más allá de lo que pudiera imaginar.

Observó desde lejos a Jihoon parado a mitad de habitación, con la cabeza baja y sus orejas rojas. Quería decir algo, pero no encontraba las palabras adecuadas.

Woozi, Woozi, Woozi!

Soonyoung entró en la habitación dando saltitos; se detuvo al observar la tensión y el aura pesada que predominaba entre esas cuatro paredes. Bailó su vista de Seungcheol a Jihoon y de regreso.

Woozi! -habló con un tono más alto que su voz, pero no logró captar la atención del pequeño.

-¿Quién demonios es Woozi? -preguntó Seungcheol con el semblante sombrío.

-Él -señaló a Jihoon con su dedo índice- ¡Lee Jihoon! Te necesito un momento

-¿Qué? -vio a Soonyoung jalando de su mano cuando salió de su trance.

Jihoon se dejó llevar como una hoja que vuela con el viento. Su mente estaba tan ocupada pensando en lo que acaba de pasar que no se podía concentrar en lo que hacían sus pies, se movía de manera mecánica, por inercia, pero sus pensamientos estaban en su amigo y en el chico de pestañas largas.

Sacudió su cabeza para despejar su mente y ver por primera vez hacia donde se dirigía.

-¿Qué hacemos en tu habitación?

-Minghao y yo queremos hacer juntos una coreografía -el bajito se dio cuenta que no estaban solos, el mencionado estaba ahí, con sus mejillas rosadas, y también se encontraban Joshua y Jeonghan recostados juntos en el sofá- Necesitamos que nos ayude a buscar el ritmo que queremos, algo así...

Soonyoung comenzó a bailar y a tararear una canción, para darle una idea a Jihoon de lo que quería.

No pudo evitar voltear los ojos y suspirar pesadamente. Se giró a la computadora y escribió algo rápido en el buscador de vídeos. Tecleó enter y se alejó de ellos, escuchando como Minghao y Soonyoung ponían una canción y reían emocionados, para después ser callados por Jeonghan.

Se sentó en un taburete mientras recuperaba el aire. Habían sido demasiadas emociones para un sólo día y no quería ni pensar en los problemas que vendrían el día siguiente.

-La manera en que suspiras me recuerda a cuando me enamoré por primera vez -Jeonghan llegó y tomó el lugar frente a él- ¿Quién es?

Jihoon sintió sus mejillas arder, pero él y Seungcheol eran amigo amigos, tal vez entendería.

-Seungcheol... -respondió en un susurro.

-Claro -rió- Es un idiota, pero es buena gente. Recuerdo que cuando éramos niños estábamos en la escuela primaria, en Daegu, y estaba este niño que...

Entonces Jeonghan se detuvo abruptamente y miró a Jihoon con los ojos muy abiertos.

-¡Daegu! -gritó antes de salir corriendo a la habitación.

-¿Jeonghan? -Joshua se alertó al escuchar la fuerte voz de su novio y se acercó a ellos justo cuando Jeonghan volvía con una caja en sus manos- ¿Qué sucede?

-Se que está por aquí... -movía sus manos con rapidez, removiendo las cosas- ¡Aquí está! -extendió un trozo de papel que aceptó confundido.

-¿Qué es esto? -se tomó unos segundos para examinar la fotografía que el pelilargo le otorgó. Un par de niños posaban con sus brazos pasando sobre los hombros del contrario, de fondo se apreciaba lo que parecía una escuela.

-Mira -se acercó a él y con su dedo señaló a uno de los niños- Este soy yo y este es Seungcheol.

No pudo evitar concentrarse más en Seungcheol, admirando sus pestañas largas y sus orejas, además su caballo oscuro y sus ojos como la noche.

-¿Y por qué me muestras esto?

-Aquí  -señaló algo detrás de los niños, una tercera persona, un pequeño castaño sentado en la banqueta con su leche de banana en una mano y un emparedado en la otra.

Imposible no poder reconocerse a sí mismo, esa no era la razón de su sorpresa. La razón era el haber descubierto que Seungcheol y él estaban relacionados desde el pasado. Hizo memoria hasta recordar su niñez. Por eso el nombre le sonaba tan familiar, ¡fueron compañeros de clases! Y no sólo eso, también recordaba cuando Seungcheol le dijo que...

-Le gustabas en ese entonces, era un tonto -intentó no sentirse ofendido por eso- Pero después tú desapareciste y no te volvió  a mencionar hasta que nos encontramos con Hyunhoon aquí en Seúl.

-Claro, los recuerdo -se sorprendió con la claridad con la que se escuchó su voz- Tengo que volver a mi habitación -era urgente hablar con el pelinegro.

-Entiendo, después hablaremos más del pasado -guiñó un ojo y se levantó del lugar- ¡Ah! Y dile a Seungcheol que aún me debe dinero de ese favor.

-¿Qué favor? -preguntó curioso.

-Dejé que eligiera su horario de clases -respondió con una sonrisa culpable- Se supone que no puedo hacer eso, pero fue imposible resistirme.

Jihoon salió a paso apresurado, cerró la puerta y se detuvo un momento en  el pasillo, recargó su espalda en la pared. Intentó controlar sus respiraciones mientras todos los recuerdos pasaban frente a sus ojos como una película.

Todo comenzaba a cobrar sentido. El primer día Seungcheol dijo que lo conocía y, en efecto, tenía razón, y si Seungcheol le había pagado a Jeonghan para acomodar su horario y que siempre estuviera junto a Jihoon, significa que aún tenía interés en él. Además parecía tener cierta relación cercana con su tío.

También explicaba ese odio a Jihoon, ¡lo rechazó! ¿Cómo no sentir esas ganas de ahorcarlo?

Pero lo que molestaba a Jihoon era que Seungcheol hubiera decidido comportarse como un patán en lugar de afrontar la situación como un hombre. Seungcheol lo conocía, estuvo presente en sus peores momentos, lo vio llorar y lo vio débil, y su mejor opción cuando se encuentra a un ex-amor es tratarlo como basura. Claro, eso es lo que todos hacen.

Corrió echando humo por la nariz, con sus mejillas infladas y coloradas, sus manos en puños apretados y sus pies pesados. Abrió la puerta con un sonoro golpe buscando al pelinegro con su radar. No lo encontró ahí, pero se topó con una imagen que despertó aún más recuerdos, esos recuerdos que si pudiera borrar, lo haría.

Su vista se volvió borrosa y un sonido ensordecedor invadió su cerebro; su corazón latía con fuerza gracias a las respiraciones apresuradas que repetía.

-¿Jihoon?

Aunque la voz se escuchaba muy lejana pudo reconocer que pertenecía a Seungcheol.

Entonces él estaba ahí y permitió que algo así pasara. Listo, eso era todo.

No podía soportarlo más.



___________________
No estaba muerta, andaba de parranda.

Eres...INSOPORTABLE [JICHEOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora