Enamorado... ¿¡DE UN MORTAL!? (PAUSADA Y EDITANDO)

La consumación

Trunks junto a Gokú y Vegeta habían regresado hacia el futuro, después de tantos esfuerzos para poder reparar la máquina del tiempo destruída por Black, sin embargo teniendo un plan preparado, Goku junto a los demás deciden querer acabar con él. En el presente, los guerreros saiyayines junto a sus demás amigos, Bulma, Piccolo, se prepararon con una técnica que el maestro Roshi desarrolló, el "Mafuba" confiados se dirigen hacia la cuidad.
Trunks estaba agotado, más sin duda su poder seguía siendo infalible, caminaban los guerreros hacia un lugar seguro, pero a lo lejos en el cielo se lograba apreciar unos explosivos los cuales iban a aterrizar sobre son Goku, Trunks rápidamente se elevó y con su espada poder evadir los ataques.
El ejército de resistencia aparecía tras de ellos, acorralándolos:

–¡ESTO ES POR NUESTROS AMIGOS! —Tomaron los sujetos sus armas, dispuestos  a disparar

–¡Esperen muchachos! —Trunks gritaba a lo lejos—

–¿Qué está ocurriendo aquí? Pensamos que era Black, es idéntico. Vaya, ¿así que ellos son tú equipo de refuerzo del pasado no es así?

–C... co- ¿Como supieron eso?

–La señorita Mai nos confirmó...

Trunks fue inmediatamente hacia el nuevo refugio, la poca gente se encontraba en ese lugar, herida y sin nada de comer, a lo lejos en la poca luz se encontraba Mai, como siempre, ayudando a personas que más lo necesitaban, mientras Trunks corre rápidamente, Mai desesperada corre a sus brazos junto a su ejército

–Mai, estás viva, ¡Me siento tan feliz por verte a salvo

–Me alegra verte, Trunks —Mai sonrojada responde con una voz algo baja—

Gokú y Vegeta se acercaron hacia la gente, ayudándola y ofreciéndoles comida para asegurarse de que todos se encontraran mucho mejor, por algunos momentos pudieron quedarse en el refugio, no podían dejar que Black siguiera destruyendo y aniquilando a más humanos inocentes, salieron del lugar, mientras Mai los seguía

–Tú puedes, trunks —Mai grito esperanzada mientras los guerreros se alejaban

Black se aproximó hacia la cuidad, la distancia era un poco lejana, apreciándose la oscura y triste cuidad hecha pedazos:

–Debo decir que es una vista bastante deprimente, aunque puedo visualizarlo, ese mundo sin la existencia de los parásitos humanos deslumbra un hermoso futuro, falta un poco más para consumar mi utopía jajajá ¡Humanos despreciables! Prepárense para recibir su castigo. —Black se mantiene seguro para poder conseguir su objetivo—

Vegeta lanza una ráfaga de energía para atraer a Black, Mai se encontraba preocupada junto a la poca población refugiados tratando de seguir sobreviviendo. Gokú observaba hacia el cielo, logra notar que las nubes comienzan a alborotarse, se tornan mucho más negras, ya el paisaje era negro y deprimente, centellas se miran y escuchan, él ya estaba aproximándose, se sentía un frío atroz

–¡Vaya, vaya...! ¿Así que regresaron? Creí haber destruido su máquina del tiempo Cuéntenme, ¿Qué quieren aquí?

Vegeta se muestra molesto, no puede soportar las palabras de Black, se dirige hacia el menor:

–¡A las sabandijas como tú se les aniquila de una buena vez —Sonríe tratando de retar a Black haciendo la transformación del súper saiyayin blue—

–Jajajá, vaya... eso fue, ¿asombroso? Esa es una transformación de la raza guerrera que ha controlado el ki de los dioses —Aplaudiendo sin ningún tipo de sorpresa—

Black comienza a sentir un calor en su cuerpo que lo lleva a un estado que no conocía, se acerca hacia vegeta, tomándolo del mentón

–Veo que has entrenado mucho, pero sigues siendo un simple mortal  —pasando lentamente sus dedos por su rostro—

–Se acercó con gran velocidad, ¡Que repugnantemente! su poder ha incrementado. Destruiste el futuro, acábate con la tierra y poco a poco con la humanidad, no lo permitire, acabare contigo, Black.

–¡No digas tonterías, vegeta! Quien acabará con ustedes seré yo, ¿Como se les ocurre desafiar a un Dios? Jajajá —Suelta una carcajada—

Vegeta se eleva de una manera poco controlada, atacando con sus puños a Black, su ki resplandecía, la fuerza del guerrero era admirable, controlado por la furiosa no se detenía, sus puños pudieron tomar el control de la situación tratando de lastimar a Black, edificios que se destruían, el menor acorralado no podía hacer nada, pero tampoco sentía dolor, cayó hacia el suelo, vegeta seguía golpeándolo, sus puños con una rapidez inigualable. Black sonríe mientras vegeta se aleja rápidamente:

–¿Qué demonios es eso, su ki? —vegeta se cuestiona así mismo con mucha preocupación y sorpresa—

Black se levanta, sin ningún rasguño o golpe, todo el esfuerzo había sido en vano ya que no fue derrotado

–Observa este color...

Black comienza una transformación impresionante, una fuerte aura de ki se siente en el ambiente, el color comienza resplandecer, un kí aterrador, su cabello se comienza a mostrar rosado

–Jajajá ¿Así que pensaron que me podían vencer? Si tuvieran que llamarlo de acuerdo a sus gustos... Lo llamaría rose, súper saiyayin rose

–¿Súper saiyayin rosé? Eso suena demasiado ridiculo

–Deberías alegrarte Goku, a través de mi podrás alcanzar la magnificencia, la grandeza de mis palabras está fuera de tu entendimiento, todas mis ambiciones, mi perfección, mi belleza, todo lo que conforma este ser soberbio 

–¿Siempre tienes que dar un discurso tan aburrido? Eres demasiado dramático, ¿ya terminaste?

–Cállate, idiota, estoy hablando, no lo sé trunks, ese sujeto está loco de remate, tal vez esas hojas que le agregaba al té le surgió efecto

–¿Oye black, con quien diablos hablas? Nos quedamos dormidos, tú iponente soy yo —Vegeta grita fuertemente llamando la atención de Black—

–¿Acaso no lo entiendes?, tu función en esta pelea ya terminó. Necesitas aprender a rendirte, distracción

Vegeta ofendido se elevó golpeando al azabache, tratando de golpearlo

–¡Qué testarudo eres!

–Y tú qué ridiculo eres

Black se encontraba acorralado por el saiyayin, su puño logró alcanzar la mano del azabache, ejerciendo una enorme fuerza, esquivando el golpe, utilizando una estrategia para poder distraer al saiyayin, su mano se convirtió en una espada de ki atravesando el lecho de vegeta