Haciéndose conocido

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Manehattan:

Vemos a una parte de la ciudad hecha ruinas y otra parte aun en buen estado separadas por una muralla improvisada con piedras y resguardada por soldados de las tres razas; por lo visto han perdido la mitad de la ciudad entre combate y combate. A pesar de los refuerzos que envían algunos ya dan por perdida la batalla.

Protegiendo la muralla vemos a 4 ponis, 8 pegasos y 7 unicornios, todos ellos esperando la próxima oleada del enemigo, en eso divisan a una familia de unicornios conformado por 2 adultos y un potrillo galopando en dirección de la muralla.

Padre unicornio: ¡AYUDA!

Los guardias estaban a punto de ayudar a la familia pero detrás de la familia los venían siguiendo un gran grupo de demonios los cuales fácilmente se podía decir que eran más de 40.

Soldado Unicornio: ¡POSICIÓN DEFENSIVA, PROTEJAN A LOS CIVILES!

Conociendo bien esos brazaletes que tienen los demonios que anulan la magia, los unicornios levitaban las rocas grandes y las lanzaban contra ellos o usaban su magia para usar los arcos con flechas comunes, los pegasos también usaban arcos con flechas pero volaban casi al ras del suelo para evitar las piedras que lanzaban esos brazaletes o junto con los ponis usaban sus patas traseras para patear piedras de un menor tamaño como si fueran cañones contra los demonios.

La defensa del grupo de soldados equinos aunque efectiva solo logro eliminar a un total de 7 demonios y cuando vieron que el resto se acercaba a la familia se lanzaron al ataque, los unicornios con arcos y los pegasos combatiendo con espadas en sus hocicos en tierra como los ponis, en medio de toda la pelea la familia se había separado.

Padre unicornio: ¡Hijo donde estas!

Potrillo unicornio: ¡Aquí papi!

El padre vio a su hijo a lo lejos pero luego puso una cara de espanto cuando uno de esos demonios se lanzo contra el potrillo.

Padre unicornio: ¡Cuidado!

A escasos centímetro de matar al potrillo el demonio recibe un flechazo en medio de los ojos cortesía de un soldado unicornio que tomo al potrillo y le entrego a su padre.

Soldado Unicornio: Su esposa esta por aquí sígame.

El padre y el hijo siguieron al soldado hasta donde su esposa que estaba siendo resguardada por otros de los soldados.

Madre unicornio: Cariño, hijo me alegro que estén bien – menciono alegre la madre dando un gran abrazo a ambos.

Pero la alegría no duro mucho ya que los soldados que los cuidaban habían formado un círculo alrededor de la familia siendo 2 ponis, 1 pegaso y 3 unicornios pero eran un escaso número si se los comparaba con los demonios que los tenían rodeados.

De entre los demonios uno avanzo delante del grupo.

Demonio: Sera mejor que se rindan y acepten a servir de esclavos para nuestro Rey, claro a menos que... – señalo algunos cuerpos de los soldados que mataron – quieran acompañarlos al otro mundo.

Superados en número y con una familia que proteger, los demonios tenían las de ganar.

Soldado Unicornio: *No puedo dejar que ellos mueran, pero no hay salida, que les puedo decir, que no saldrán vivos de esta, rayos* – El soldado estaba debatiéndose entre rendirse o seguir peleando pero ve que tanto la madre y el padre asienten para luego abrazar con todo el amor del mundo a su pequeño – ¡Preferimos morir luchando antes de ser los esclavos de un tirano!

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