Ataque al campamento

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Ya de noche y con la luna en su punto más alto; dos ponis con ballestas portables en sus lomos hacían guardia en la única entrada del campamento que era rodeado por muros hechos de troncos clavados en la tierra.

Poni 1: ¿Tú crees que vuelva? – le pregunto con burla a su compañero.

Poni 2: Si lo hace, dudo que sea en una solo pieza – respondió el otro sarcásticamente – y tal vez solo para rogar para que lo reciban JAJAJA.

Así ambos ponis comenzaron a carcajearse exageradamente al solo considerar la estúpida idea de que el inútil del pegaso volviera pese a la amenaza que le dijo el jefe de los cazadores.

Hubieran seguido riendo de no ser porque uno de ellos se percato de una silueta a lo lejos que se iba acercando.

Poni 1: ¡Alto hay o disparo! – amenazo el poni apuntando con su ballesta, su compañero copio su acción también.

Grande fue la sorpresa de ambos guardias al ver a un pegaso crema de crin amarilla; si, era el pegaso inútil del que todos se burlaban. Lucia muy demacrado con tierra en todo el cuerpo y pelaje todo alborotado.

Poni 1: Tienes valor para presentarte aquí inútil – le amenazo pero el pegaso no dio ni un paso atrás.

Trevor Flyg: Quiero hablar con el jefe – dijo sin mostrar miedo en su rostro o nerviosismo en sus palabras.

El poni guardia estaba a punto de molerlo a golpes por atreverse a dirigirse así, mas su compañero lo paro poniendo una pata delante suyo.

Poni 2: Déjalo pasar – el otro estuvo a punto de reprenderle por decir tal estupidez más su compañero continuo – así tendremos un buen espectáculo de cómo nuestro jefe tortura hasta la muerte a este insolente e inútil – dijo con una siniestra sonrisa que también apareció en el otro al ver sus intenciones.

Con el permiso de ambos ponis que se hicieron a un lado, dejaron pasar al pegaso que avanzo a paso constante por el campamento para sorpresa de todos los cazadores que residían adentro.

Poni 1: No quiero perderme como gritara como niña.

Poni 2: Ni yo.

Mientras más se acercaba a la carpa de su líder, Trevor pudo sentir las miradas de sus otros compañeros y hasta pudo oír sus insultos los cuales él podía escuchar claramente ya que ellos ni hacían el más mínimo esfuerzo por hacerlos pasar desapercibidos, muy al contrario lo gritaban a viva voz.

Ya estando en la entrada de la carpa de su líder, vio a su alrededor como todos los cazadores se habían reunido para presenciar lo que seguro será la muerte del pegaso. Dando un último suspiro se armo de valor para entrar a la carpa.

Viejo Grifo: ¿¡QUE DEMONIOS HACES AQUÍ!? – grito el jefe de los cazadores al ver al pegaso, tal grito se escucho hasta afuera de su carpa.

Ya los cazadores estaban haciendo apuestas de cómo moriría el pegaso, hasta ahora la que más votos tenia era morir degollado.

Al grifo de edad avanzada solo le tomo unos segundos para examinar el estado en que se encontraba el pegaso eso sumado a que no traía nada.

Viejo Grifo: Veo que no fui muy claro – dijo mientras sacaba una daga debajo de su ala – o traías algo de valor o te esfumabas de aquí si no querías morir, pero veo que tus deseos suicidas pudieron mas contigo.

Cuando el grifo estuvo a punto de salta sobre el pegaso para clavarle la daga, este ultimo saco debajo de su ala un frasco con un liquido de color verde espeso dejando boquiabierto al grifo.

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