El verdadero monstruo

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Eran la 10 pm, habían pasado unas cuantas horas desde aquella pelea en el almacén y Gladius Hammer se encontraba en su laboratorio subterráneo terminando de trabajar con la sangre del Changeling.

Gladius Hammer: BITACORA NÚMERO 30º he logrado aislar el ADN de Changeling – alzo a la altura de su rostro un tubo de ensayo con un líquido verde transparente – claro que solo he usado una pequeña parte de la sangre del sujeto de prueba Cero.

Con la muestra flotando con su magia, camino hasta una maquina que tenía el tamaño de un microondas solo que la tapa estaba en la parte de arriba con unos botones al costado de la puerta. El unicornio la abrió y adentro había varios tubos de ensayo con otros líquidos etiquetados con nombres de animales y un espacio vacío para otro tubo de ensayo más.

Gladius Hammer: El momento de la verdad a llegado – menciono luego de colocar la muestra del Changeling.

Cerro la maquina y la activo, de pronto se escucho el ruido que hace una licuadora al girar, luego sonido de electricidad para que al final el ruido de giro comenzara a disminuir poco a poco hasta detenerse y un botón verde comenzara parpadear.

Gladius Hammer se acerco a la maquina y presiono un botón abriéndose un pequeño compartimiento del cual salió un frasco cilíndrico de apenas 5 cm de alto, todo lleno de un liquido amarillo. El unicornio científico alzo el frasco con su magia.

Gladius Hammer: Después de tantos años, por fin cumplí mi sueño, aunque claro hay que hacerle unas pruebas antes que nada...

Toc! Toc! Toc!

Justo en ese momento importante alguien estaba tocando la puerta de su laboratorio, el unicornio rápidamente se puso su saco y guardo cuidadosamente el pequeño frasco en uno de los bolsillos.

Gladius Hammer: Pueden pasar.

La puerta se abrio y de ella apareció un pegaso de aspecto tosco.

Pegaso: El jefe lo busca y le pide que vaya a su oficina inmediatamente.

Gladius Hammer: De acuerdo iré ahora mismo – bufo fastidiado porque lo interrumpían en el momento más importante de su vida.

.

Pegaso: Scar lo espera ahí adentro, pase por favor.

El unicornio científico entro a la oficina solo para que una vez adentro dos ponis terrestres lo agarren de sus patas delanteras y lo tiren al suelo pero cuando se iba a parar, un cuchillo se clavo en el piso, cerca a su rostro.

Blazer Stone (Scar): Enserio creíste que me podrías ocultar algo a mí.

Gladius Hammer: No se de que esta habland... – el unicornio se quedo tirado en el piso por un golpe en el estomago cortesía de Scar.

Blazer Stone (Scar): No intentes negarlo, uno de mis secuaces escucho todo en el almacén, tú creaste a ese monstruo que arruina mis planes y encima transformarte a uno de los míos para tus malditos experimentos – Gladius alzo lentamente su rostro con una mueca de dolor.

Gladius Hammer: Ese monstruo del que hablan era un experimento que escapo hace años cuando me encarcelaron – escupió cerca a los cascos de Scar – y sobre tu secuas, pues para que haya progreso en este maldito mundo hay que hacer sacrificios, tu harías lo mismo.

El poni líder de los criminales saco una pistola y le apunto en la cabeza del unicornio poniéndolo nervioso.

Blazer Stone (Scar): Gladius, Gladius, Gladius – repitió su nombre negando con la cabeza – cuando aprenderás la diferencia entre hacer sacrificios por algo útil y algo inútil, sabes en un principio te tenía un alta estima pero viendo tu locura por crear monstruos ahora e replanteado y creo que eres una amenaza para todos – El unicornio veía con ira a aquel poni que le estaba apuntando – oye no me veas así, para serte sinceros me ayudaste mucho con tus biocatalizadores así que.

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