Scar

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Unas puertas automáticas se abrieron y de ellas entro un unicornio con bata y lentes todo serio a un laboratorio o para ser más exactos a su ex-laboratorio, comienza a ver todo el lugar y en su mente vienen todos los recuerdos, desde su primer invento hasta su última idea de crear un soldado genéticamente mejorado, lástima que todo aquello lo haya perdido.

Gladius Hammer: *Si ellos creen que seguiré sirviéndoles como un perro están equivocados*

¿?: Ho... hola señor Hammer – El mencionado dio media vuelta y frente a él vio a otro unicornio más joven de pelaje gris, crin anaranjado y una cutie mark de un microscopio – me disculpo mi nombre es Luter Flicher y soy un gran admirador de sus trabajos señor Hammer – estiro su pata con un sonrisa nerviosa.

Gladius veía el comportamiento de aquel joven unicornio con duda y aunque en un principio pensó rechazar su saludo no lo hizo ya que necesitaba mantenerlo de su lado aparentando amabilidad para que no sospechara de sus planes así que fingió lo mejor que pudo dándole una sonrisa y correspondiéndole a su saludo.

Gladius Hammer: Pues es un gusto conocer a una joven promesa *Idiota*.

Luter Flicher: El gusto es mío señor, usted me inspiro a tomar el camino de la ciencia – le dijo con total honestidad.

Gladius Hammer: Pues entonces que no se diga más y hay que ponernos a trabajar en unos proyectos de combustible alternativo que tenía en mente – Saco una lista de uno de los bolsillos de su bata – quiero que busques todos los ingredientes de la lista en la bóveda de suministros mientras preparo todo lo necesario.

Luter Flicher: Si señor.

El joven unicornio salió trotando a la bóveda sin saber que en aquella lista estaban algunos materiales que Gladius necesitaba para otro proyecto pero podía usar a su ingenuo compañero para obtener esos materiales ya que la bóveda estaba resguardada por soldados del imperio así que a él no le iban a dejar sacar nada que fuese sospechoso pero a su compañero si se lo iban a permitir.

Gladius Hammer: Este idiota me será más útil de lo que pensé.

...

Ya era de noche en la gran ciudad de Canterlot y vemos a Metamorf en la puerta de un cuarto que él había alquilado con una parte del dinero de la recompensa por capturar al Brayan, aunque por su cabeza rondaba la pregunta de cómo entregar el dinero al orfanato sin que sus amigos sospechen ya que era una gran cantidad de bits, nunca creerían que el dueño de la pastelería donde el supuestamente trabajaba le iba a adelantar tanto. Dejando esa pregunta de lado se dispuso a dormir para descansar de un largo día.

A la mañana siguiente Metamorf se levanto temprano ahora con la idea en la mente de trabajar de Cazarrecompensas, comió unos cereales con leche y se dispuso a salir del apartamento pero en esos se detuvo en el umbral de la puerta.

Metamorf (Poni): *Pero que tonto soy* – se dirigió hasta el baño donde había un espejo y se miro por un rato – *Debo cambiar de apariencia para que no me reconozcan los de la comisaria y los delincuente... tal vez* – se volvió un pegaso cambiando por otros colores su pelaje y su crin, así como su cutie mark que envés de ser un corazón con una casa al medio, ahora era un sombrero de vaquero, era lo mejor que se le ocurrió – *Con eso será suficiente*

El ''pegaso'' salió del departamento rumbo a la comisaria para ver de nuevo la lista de se busca pero caminando a unas calles vio a un poni con saco y corbata, tenía toda la apariencia de ser alguien de buena clase social pero eso no era lo que le llamaba la atención sino dos unicornios que a primera vista eran gemelos.

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