¿La voz?

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Ha pasado una semana y en ese tiempo Metamorf solo capturo a tres delincuentes de los cuales le pagaron 1000 bits por cada uno, claro que no los lastimo gravemente, simplemente los noqueo. Ahora nuestro amigo Changeling se encontraba echado en la cama de su apartamento metido en sus pensamientos.

Metamorf: *Apenas una semana en Canterlot y ya me aburrí, extraño hablar con mis amigos, no por un teléfono y también extraño jugar con los niños* – En eso de un salto se levanta de su cama con una gran sonrisa – ¡Pero qué tonto soy, si puedo ir a visitarlos ahora que tengo tiempo libre!

Vecino: ¡Pues no grites y anda de una vez que a otros ponis nos gusta el silencio! – grito un poni del cuarto de al lado.

Metamorf: Jejeje lo siento *Hora de hacer una visita sorpresa*

...

Vemos a Gladius y a Luter en el laboratorio, Luter estaba viendo una sustancia que era calentada a 300 °C en un tubo de ensayo que por la parte de arriba tenía una pequeña manguera conectada a una botella en forma de bombilla, mientras Gladius monitoreaba una maquina la cual tenía la imagen térmica de dicha sustancia.

Luter Flicher: Prueba con el combustible alternativo N° 34, parece que está entrando en ebullición, que dice la maquina señor Hammer.

Gladius Hammer: Es correcto, la sustancia sube su temperatura recién a los 300°C alcanzado la misma temperatura que el petróleo, no se forman precipitaciones como la muestra N° 25 que pueda dañar los motores de las maquinas en la que pueda ser usado el combustible.

Luter Flicher: El combustible alternativo N° 34 está en ebullición.

La sustancia comienza a burbujear para luego votar una especie de humo de color gris pálido que pasa por los tubos hasta llegar a la botella con forma circular donde Luter rápidamente lo cierra atrapando los gases.

Gladius Hammer: Bueno creo que eso es todo – dijo el unicornio mayor mientras guardaba los implementos del laboratorio.

Luter Flicher: Aun falta revisar el gas para comparar que tenga menos emisiones de carbono que el petróleo, u otro elemento dañino para los seres vivientes.

Gladius Hammer: Eso lo podemos revisar mañana, ahora tenemos que cerrar el laboratorio.

Los dos unicornios salieron del laboratorio y cerraron las puertas con llave, luego cada uno se fue por su lado, claro que cierto unicornio amarrillo se fue hacia los barrios bajos de Canterlot.

–Cantina:

Gladius Hammer: Que tal – entro sin mostrar emoción el científico.

Cantinero: El jefe ya estaba impaciente.

Gladius Hammer: ¿Le entregaste lo que deje? – le pregunto al cantinero mientras se apoyaba en el mostrador.

Cantinero: Si, al parecer quiere más de esas cosas, dice que ayuda mucho a que sus matones realicen con más eficiencia los trabajos.

Gladius Hammer: Con tal que haya cumplido su parte.

Cantinero: Descuida, tu regalo está envuelto y listo para ser usado.

Hammer mostro una gran y presumida sonrisa para luego entrar al cuarto detrás del mostrador del cantinero y tomar la puerta por el sótano.

Una vez abajo se dirigió más al fondo donde había una puerta de metal con unos números pequeños al costado para introducir una contraseña la cual introdujo para después entrar.

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