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t h i r t e e n

Apreté mis uñas en su espalda al sentir su lengua jugando con mi clitoris rápidamente. Entre más se movía en círculos dentro de mi, yo me arqueaba y gritaba su nombre.

— ¿Seguro de que no nos escucharán? Estaremos muertos — susurré y este me miró.

— Valerie, son las cinco. No hay nadie en la escuela. Tuve que mentir que me quedaría calificando. Tranquila bebe — este besó mi frente y sonreí.

En eso me arrodillé en el escritorio y Luke me cargo hasta llegar a la pared, allí me empujó fuerte y con energía llevo sus besos a mis pechos, jadeé rápidamente buscando su miembro ya erecto con mi sexo, al encontrarlo los froté lentamente mientras los dos gemíamos.

Luke aún sin bajarme de el, se deshizo de sus boxers y sin aviso introdujo su miembro en mi, enterré mis uñas en su cuello y cerré los ojos con fuerza.

Contuve las ganas de gritar, en realidad no quería que nadie nos escuchara, podría aparecer el conserje o la directora.

— ¡Luke! — exclamé en su oído y este me hacía saltar mientras me penetraba, aún me cargaba y me penetraba contra la pared.

— Quiero que grites — este susurró algo ronco y mordí mi labio inferior para negar.

— No lo haré — le saque la lengua y este alzó una ceja.

— Pues te haré gritar — este me llevo al escritorio y me recostó allí.

Entró en mi lentamente para luego llevar sus dos dedos a mi clitoris y frotar de el rápidamente mientras me penetraba fuerte.
Puedo jurar que mis labios terminarían sangrando, resistía cada grito y gemido que quería soltar.

Sus dedos se movían de lado a lado a una velocidad inexplicable.

— Luke, ¡más rápido! — exclamé y agarre su mano para entrelazar mis dedos con los suyos y apretarla fuerte.

Sus embestidas aumentaban la velocidad y llegaba aún más profundo, sus dedos jugaban conmigo allí abajo, no podía describir lo excitada y mojada que me sentía.

Y sé que a Luke le encantaba.

— Luke... — cerré mis ojos intentando no gritar, cubrí mi rostro y este soltó una risita.

— No te escucho — este exclamó y no me hizo caso para seguir penetrando fuerte, en eso se separó de mi y bajo su rostro a mi entrepierna y frotar mi clitoris con sus dedos rápidamente mientras me penetraba con su lengua.

— ¡Maldita sea Luke! — grite empuñando los dedos del pie mientras mis piernas temblaban, este sonrió y se levantó para llevar sus manos a mis senos, apretó fuerte de ellos y mordió mi labio para empezar a besarme lentamente, introdujo su lengua quien empezó a masajear la mía, literalmente, sus manos aún apretaban mis senos y pellizcaba mis pezones.

Al separarnos los dos terminamos jadeando.

— Mierda, ¿que ha sido eso? — Luke susurró al escuchar una puerta cerrarse y abrí mis ojos como platos.

— Ponte la ropa, me esconderé por allá atrás, confía en mi — susurré y agarre mi ropa para correr a esconderme detrás de un estante mientras me ponía rápidamente la ropa.

Escuche la puerta abrirse y asome mi cabeza para ver a un Luke ya vestido pero nervioso.

— Sr. Hemmings — escuche a la directora y Luke sonrió.

— Buenas tardes — Luke sonrió y se acerco un poco más a ella.

— Creí haber escuchado unos gritos, no estoy muy segura. ¿Ya ha terminado de calificar los exámenes? — esta se acercó al escritorio y tragué saliva un poco nerviosa.

— Eh si, estaba viendo una película en mi computador. — este algo nervioso respondió y señaló su computador en el escritorio... ¿En que momento arregló su escritorio?

— Oh, mi error. Lo lamento Sr. Hemmings, ahora si, me despido. — esta exclamó y de repente escuche la puerta cerrarse.

Me volteé y me encontré a Luke en frente mío.

— Que susto. Te lo dije — golpeé su pecho y este me abrazó fuertemente, tenía mi rostro pegado a su pecho, sonreí y nos separamos.

— Tu sal por la ventana y camina a mi auto, yo saldré y distraeré a la directora — este me susurró y asentí para que luego el besara mi frente.

Corrí a la ventana y salí sin dificultad, corrí hacia el auto de Luke y entre ya que el lo había desbloqueado. Luego de unos diez o quince minutos Luke había entrado.

— Fue como quitarle un dulce a un bebe, la vieja ya estaba cansada y fue fácil — Luke me guiñó el ojo y solté una risita.

— Bien, déjame decirte que hoy disfrute mucho. No solo por ti, también por Calum que le visite y ya sabes lo que hizo — lo mire y este rodó sus ojos para reír. Fui muy directa.

— ¿Ya sabes que dirás cuando llegues a casa? Repite conmigo — Luke me señaló y solté una carcajada.

— ¡Ya lo se! — respondí y golpeé su brazo.

— A ver, dímelo entonces — Luke alzó una ceja aún sin despegar la mirada mientras conducía.

— Mamá, papá, me quedé en la escuela haciendo un trabajo extra que me ayudara con la prueba con el profesor de geometría y me ha traído el — imite una voz chillona y Luke agarro mi mano para besarla.

— Buena chica — susurró y reí.

Por ese momento me había olvidado de Calum por completo... No quería eso.
En realidad Calum significaba mucho para mi.

Seguía pensando en el, como el en mi.