Mi turno

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¿Por qué soy tan idiota?, ¿lo hago a propósito?, digo, ¿Por qué no se me ocurrió cubrir mi cuello?, sinceramente, soy un caso perdido, ¿ahora qué hago?

- Tengo frio, voy a entrar – tartamudee, ¡mátenme! –

- ¿frio? – me ve extrañado – yo no tengo frio – dice mostrando sus brazos descubiertos-

- Yo si – sonreí nerviosa – voy a entrar, para abrigarme...

Lo mire expectante; esperando su respuesta, ¡Dios!, cuando responda ya será mediodía, ¿Qué tanto piensa?

- Ya vengo – murmure, alejándome lentamente. Lo siento pero no me puedo arriesgar... hablo como si hubiera hecho algo mal –

- Detente – dice despegando sus ojos del suelo-

Trague en seco, ¿se dio cuenta?

- ¿Qué? – otra vez; mi voz tembló-

- ¿te vas a ir sin darme un beso? – hace un puchero. Suspire-

- Voy a volver – aclare divertida –

- Entonces serán dos – sonríe ampliamente-

Si lo beso rápidamente y me voy corriendo no se dará cuenta, ¿verdad?... ahora que lo pienso, ¿Por qué correr?, digo, si se da cuenta seria culpa de Robert en cualquier caso ¿no?... pero... no quiero que se moleste, no hoy, ¿vieron todo lo que tengo que hacer por culpa de Robert?

- Está bien - Rodé los ojos-

Me acerque y le di un casto beso en los labios, que, para mi sorpresa hizo más largo rodeando mi cintura con un poco mas de fuerza de lo normal. A este paso se dará cuenta.

Termine el beso y me intente apartar, "intente", es decir, no pude.

- ¿podrías soltarme? – carcajee-

- ¿Crees que soy idiota? – su pregunta borro la sonrisa de mi rostro-

- ¿Cómo? – sonreí nerviosa-

Me pega más a él con una mano y con la otra aparta mi cabello. ¡Mierda!.

- No soy ciego, ¿sabes? – me ve molesto-

¿En estos momentos solo le importa mi cuello?, ¡por Dios!, mis piernas tiemblan.

- ¿Larry? – murmure-

No me respondió; estaba muy ocupado revisando mi cuello. Suspire.

- ¿Con qué te hiso esto? – la furia arde en sus ojos. Insisto, ¿Por qué solo le importa eso?-

- ¿podrías soltarme?... – farfulle-

- ¿Qué? – alza la mirada, genial, se va a dar cuenta de mi cara roja –

- Suéltame – lo hiso rápidamente –

- Lo siento – sus mejillas se tiñen de carmesí - ¿Por qué te hiso eso? – recupera la compostura-

- Ni idea – mentí. No pienso decirle que fue por él –

- ¿te golpea sin razón alguna? – me ve molesto-

- Si... aunque esto no cuenta como golpe – brome para bajar la tensión. Larry responde mirándome molesto; los chistes de mal gusto no sirven con el-

Se acerca un poco y retira el vendaje, ¿saben algo?, ¡que haga lo que quiera!, ¿Qué importa si se entera que fue con las rosas y se culpa?; trate de evitarlo pero se niega...

Polos iguales (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora