Jugando a portarse mal

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   Cuatro malditos días, en este maldito cuarto con las mismas malditas pesadillas...

"¿Dónde está la que dijo que maldecir es malo?"

Cállate.

   Si, ya han pasado cuatro días y lo mismo me atormenta cada noche, tengo unas ojeras horribles, ¿hasta cuándo? Algo en mi cabeza me está jugando una mala pasada, manipula mis recuerdos de forma bizarra, cada día la pesadilla se vuelve confusa; atormentante, pero confusa, anoche el protagonista de ella tenía un cierto parecido a Larry, ¿estúpido no?, ¡no sé quien seas, ni lo que quieras pero déjame en paz!

*¿Estas mezclando tus fantasías sexuales con tu pasado?*

   ¿Qué demonios?, ¡no te metas!

   Es lunes y no quiero ir al liceo, es más, no quiero salir de mi casa, pero, debo ir, he faltado mucho. Mientras me estiraba suena mi teléfono, lo cojo y atiendo, es raro que él llame.

- ¿te sientes mejor?, ¿iras al liceo?- dice tras yo atender-

- Supongo...

- ¿voy a tu casa? – dice cautelosamente-

   Un segundo, ¿quiero que venga?, es decir, ¿no lo odio?

*¿Qué carajos dices?, ¿no lo amas según tu?*

   Ah, sí es verdad.

- Si...

- Está bien, voy para allá – sentenció-

   Me levante de mi cama y fui rápidamente al baño, ¡apesto!, debería considerar bañarme cuando estoy deprimida.

*Asquerosa*

   Cállate, ¿tú lo harías en mi situación?

*¡Claro!*

   Aja. Me quite la ropa y deje que las frías gotas de la mañana me cubrieran completamente, ¡Kendall!, no es momento para relajarte, ¡Larry viene en camino!

"¿estas bien?"

Si... ¿estas enferma?

"¿estás segura de querer estar con él?"

¿Por qué no debería?...

"Ya sabes, las pesadillas"

   ¿Desde cuándo eres tan amable?, además, sabes perfectamente que el de la pesadilla no es Larry.

"Lo sé pero..."

   Pero nada, eso es prácticamente imposible, es decir, lo conocí hace poco; si a eso se le puede considerar "conocerse". Es imposible.

   Cuando escucho los golpes en la puerta maldigo por lo bajo, ¡estoy en paño!, no pienso abrir la puerta así. Corro hacia mi cuarto y agarro mi ropa interior, ¡demonios!, ¡Kendall te dije que te apresuraras idiota!

*La única que puede ofenderte soy yo ¿okey?*

   Me coloco mi pantalón y la camisa lo más rápido que puedo, claro está que esta la coloco bien – no como la otra vez- y bajo las escaleras a la velocidad de la luz, la próxima creo que iré sola al liceo... ¿a quién engaño?, ¡me encanta ir con Larry!, corrección, me encanta ir con mi peluche.

- ¿Por qué tardaste tanto en abrir? – me reprocha tras abrir la puerta-

- Buenos días para ti también – ironice – tarde porque estaba desnuda – murmure, creo que fue mucha información –

Mientras cerraba la puerta veo a Larry, esta rojo, llevaba años sin verlo así.

*Exagerada*

Me está empezando a caer mejor la otra.

Polos iguales (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora