Bad Boy + Naruhina

Veinticuatro|Roto

El Murió, de verdad estaba muerto.

Los recuerdos, el llanto, las personas y  melancolía son presentes en los funerales y en este no seria la excepción. La familia de mi novio estaba desconsolada lloraban.

Consuelo a mi ex-novio, el está totalmente destrozado llorando en mi pecho.

- ¿Por que? - se preguntaba destrozado, lo mire con algo de lástima ya que yo misma se lo que se siente perder a alguien.

Estuve con el todo el día hasta oscurecer, nosotros fuimos los últimos en irse, nos quedamos ahí hasta el tiempo que nos permitirían.

Cuando llegamos nos encerramos en su habitación el solo estaba recostado sin decir alguna palabra.
Dormiría en su casa, no puedo dejarlo sólo, si el se hiciera algún daño jamás me lo perdonaría. Yo quiero hacerlo, quería estar a su lado.

— Esto es tan irreal — decía con su voz quebrada, el no paraba de temblar parecía que iba tener un ataque se levantó de manera brusca de la cama y comenzó arrojar y golpear cosas, lo mire asustada pero corrí abrazarlo él en cuanto me sentio paro se tranquilizó por completo y esta vez calló de rodillas llevándome con el. Su cuerpo volvió a temblar, sentí como goteaban sus lágrimas en mis brazos, yo jamás lo solté y no tenía la intención de hacerlo.— Hinata el se fue — pronunciaba como podía, todo en el temblaba, era tan doloroso verlo así.

Cuando el se tranquilizó, salí de de la habitación del rubio y fui hacia la cocina.

— Hinata —  volteó a ver es la señora Kushina quien igual se veía destrozada  — Gracias por estar con mi hijo en estos momentos. — me sonreía de manera débil, mi corazón se estruja al verla.

— No importa, se lo que es perder a alguien. —  ella me ve ligeramente sorprendida, me serví un vaso de agua. — Descanse señora Kushina. — le di una mirada de confort.

— Igual cariño.

Antes de volver a entrar a su habitacion solté un gran suspiro, ciertamente te ia miedo pero aun así entre, él estaba en su cama, simplemente estaba recostado no hacía nada más que estar ahí. Me recosté junto a él y lo abrazo por la espalda, sentí como acaricia de manera delicada sus brazos.

— Naruto, esto mejorará lo prometo —  dije en un intento desahogó, el solo permanece callado.

— Lo siento — dice bajo, yo lo mire confundida.

— ¿Por qué?.

— Por aquella noche en el club — me había paralizado, no sabía que hacer
— Aún cuando fui un idiota contigo, tu estás aquí, conmigo — era notorio el dolor en sus palabras.
— Perdóname pequeña.

Me quedé callada un rato, estaba intentando entender la situación un poco más.

— Esta bien Naruto, eso no importa ahora  —  conteste tranquila, nunca me separe de él.

.

Estaba en el bachillerato las cosas ya no eran tan complicadas pues ya solo quedan unos pocos días para por fin irme de este lugar.

En cuanto a Naruto seguía estando mal, lleva más de una semana sin querer hacer nada, apenas va al baño, no me gusta verlo de esa manera tan deplorable pero era entendible estaba mal y el dolor de perder a un familiar no se irá en un día para otro.

— Hinata.— me sacaron de mis pensamientos casi de golpe.

— Toneri —  lo mire confundida, el solo me sonreía —  ¿Qué pasa?. — me atrevi a preguntar por qué a decir verdad tenía algo de prisa.