Bad Boy + Naruhina

veintinueve| Amor

Después de el baile, me fui con Naruto.

Ahora mismo estamos en su departamento.

– Yo creó que debería irme, ya son pasadas de la dos – dije levantándome de su cama.

Narrador.

Él rubio la tomo de ambos brazos.

– Espera... ¿Q-que haces? – tartamudeo la azabache ruborizada.

Él rubio la dejo caer sobre la cama quedando él sobre ella. La cara de la joven estaba completamente colorada.

– ¿Naruto? – titubeó nerviosa.

– Te quiero... – dicho eso presionó sus labio contra los de la azabache, los labios de ella son carnosos, suaves y dulces, mientras los de él eran finos e irresistibles, ambos se complementaban a la perfección. Luego de unos minutos así se separaron tratando de regularizar su respiración.

– ¿Solo me dirás que me quieres? – pregunta la azabache – No son unas palabras algo simple viniendo de un novio hacia su novia.

– Niña, no me dejaste terminar – dice él rubio mientras sonríe de lado –  Te quiero hacer mía.

Aquellas palabras hicieron estremecer a la chica.

– ¿Que estas diciéndo? - sonrió incomoda. – ¿Sakura te dio algo de beber?.

– Nada de eso – se acercó nuevamente a ella y la beso, aquel beso era un poco mas apasionado que él anterior, pero no lo suficiente como para que ambos se dejensen llevar. De cualquier manera, esta acción provocaba que la azabache se arquease influenciada por la pasión.

Volvieron a separase, dejando un delgado hilo de saliva entre las lenguas.

Ella desvió su mirada de él.

– No te estoy obligando a nada, tu decides – dice cálido.

–Si...yo si quiero hacerlo – sonrió tiernamente.

Él rubio le devuelve la sonrisa y vuelve a sus labios, los besos entre ambos no son tan lujuriosos como uno pensaría.

Sin despegar sus labios del uno del otro, en un movimiento rápido, se sentaron sobre él colchón, la joven comenzó a desabrochar la camisa de él Uzumaki, mientras este no dejaba de juguetear con la oscura y larga cabellera  de la Hyuga.

Cuando la azabache logro deshacerse de la prenda superior del rubio, este bajo su mano a su espalda y comenzó a bajar él cierre del vestido, logro bajar la parte superior de la prenda hasta su cintura, se separaron para tomar un poco de aire. Un pequeño sonrojo se formó en las mejillas del rubio al ver a su chica sin nada mas encima además de un sostén, la Hyuga al percatarse de eso no pudo evitar soltar unas risitas.

– ¿Te gustan? – pregunta sonrojada.

– Si – no podía apartar sus ojos de los senos de su novia, le parecían encantadores, no eran para nada pequeños de hecho son perfectos para él.

– Hey, mis ojos están aquí arriba – bromeó la azabache empujando el pecho del rubio con ambas manos dejándolo caer sobre él colchón. – Es mi turno de estar arriba – se aproxima a los labios del muchacho y los beso apasionadamente.

Cada uno intentaban tomar control de la situación, sus lenguas jugueteaban y bailaban, les encantaba ese momento, se sentía fuera de si mismos.

Él chico tomó el vestido y comenzó a recorrer todas las curvas que quedaba hasta que por fin la chica quedo unicamente en ropa interior.