Bad Boy + Naruhina

Veintiuno|Padres

— Naruto — hablo la señora la Kushina, ella parecía desesperada por sacar una buena conversación — ¿Como te va en la Universidad?.

Ahora mismo me encontraba cenando con la familia Uzumaki, había un silencio un tanto incomodo en la habitación.

— Bien. — Naruto se enfocó más en comer que en contestar las preguntas de su madre, lo mire de mala manera.

— eñora Kushina, me gusta su cocina. — la halague, ella son me dedico una gran sonrisa, parecía un poco más emocionada por esto.

— Ella no cocino — dice el señor Jiraiya con una sonrisa burlona, voltee a verlo de inmediato.

— ¿En serio? — dije confundida.

— Fue el princeso de mi esposo. — se burló la mujer peliroja, mire com asombró al padre de Naruto que dejo de comer.

Se comenzaron a reír excepto el señor Minato, yo evitaba hacerlo pero era algo casi imposible pues todos hacían chiste al respecto. Él hace una mueca con un obvio desagrado y yo no entendía el por que.

— Lo que sucede es que mi papá es muy perfeccionista en todo. — explica Naruto. — Recuerdo que una vez echo  a mamá de la cocina por no cortar bien el tomate. — me contó entre risas.

— ¡Cortaba los pedazos demasiado grande! — soltó desesperado y todos comenzaron a reír, yo me uní a ellos.

— Hinata — ahora me hablo la señora Kushina, todos dirigieron la mirada hacia a mi — Pronto te graduaras del bachillerato ¿no es así?. —  yo asiento, Naruto se miraba incomodo.

— Si señora. — dije inmediato.

— ¿Piensas estudiar la Universidad? — comenzó a interrogarme, me sentí un poco incomoda.

— Si.

— ¿Tienes alguna carrera en mente? — ahora pregunta el señor Minato uniéndose al interrogatorio.

— Estoy pensando negocios internacionales o algo que tenga que ver con eso — dije de inmediato pues esto es algo que tengo planeado desde hace mucho.

— ¿Negocios? — me miraron expectante, yo asentía con la cabeza.

— Mis padres tenían una empresa en Japón es algo familiar, mi primo la está dirigiendo por mi hasta que yo sea mayor. — Me miran con cierto asombro, me sentí nerviosa por sus miradas.

— Eres de Japón — dijo Naruto incrédulo, todos lo miraron con cara de
"¿Es en serio?".

— ¿Que?, no lo parece por completo. — se trató de justificar pero aún así lo miraban de mala manera, no pude evitar de reír.

La cena iba bien, todos platicabamos mucho, Naruto y su abuelo se hacían unas pequeñas bromas molestando a todos un poco.

Me gusta este tipo de ambiente, me hace sentir tan relajada entre ellos como si fuera parte de su familia.
Después de haber cenado jugamos Just Dance yo hacía equipo con el padre de Naruto, y el bailaba junto con su madre.

— Vas a perder — dijo la mujer, parecía tomárselo muy en serio, el hombre solo sonreía.

— Lo veremos querida — le contesto.

— Aquí vamos de nuevo — dijo Naruto, se miraba un poco avergonzado.

En cuando la música empezó ella comenzó a bailar bastante bien siguiendo los paso lo mejor posible.

— Muévete más Naruto — le grito a su hijo quien intentaba seguirle el ritmo a su madre.

Me estaba divirtiendo mucho con ellos la mujer se miraba orgullosa de no haberse equivocado en ningún momento. Ahora era nuestro turno me sentía nerviosa, no quería arruinarlo pero más fue mi sorpresa que el señor Minato es un buen bailarín.
Esto se había vuelto una batalla entre titanes.

Estaba cansada y no era la única ambos decidieron que esto sería un empate.
Naruto me llevo a su habitación con la excusa de buscar su cargador, no lo cuestione, nadie lo hizo a decir verdad.

— Lo siento mis padres son algo intensos con los juegos — dice un poco avergonzado por la actitud competitiva de sus padres.

— Fue bastante divertido en realidad. — me deje caer en su cama, estaba realmente feliz con todo esto. El solo me miraba con una sonrisa un poco más relajada, se recostó a un lado mío.

— Sabes cuando era niño me asustaba jugar ese juego. — confesó divertido, yo lo mire entretenida, amaba escucharlo como poco a poco se abría a mi y me contaba pequeños detalles de su vida me hacía sentir relevante de alguna forma pero quiero escucharlo de su boca 

— ¿Qué somos...? — le pregunte sin haberlo pensado mucho ahora me estaba arrepintiendo y si la respuesta no es lo que yo esperaba ¿que es lo que haré después.

— Lo que tu quieras. Sin presión. — respondió rápido lo mire confundida.

— Pero necesito saber que piensas de mi... Nosotros. — creo que me veo un poco desesperada.

— Demasiadas cosas, niña. Te quiero. ¿Hace falta decir más? — tomo mi mano y me sonrió calmado, me hacía sentir un poco más relajada el respecto.

— No

— Bien.

— Por cierto — añadí — También te quiero. — el sonrío complacido.

Se había vuelto algo tarde y ya era hora de ir a casa, me despedí de los padres de Naruto y de su abuelo.

Naruto me está llevando a mi casa en la Jeep negra, había un silencio tranquilo que ambos nos gustaba y no teníamos intención de romper.

— Hinata, mañana tocaremos en un club — dice sin desviar su vista del camino. — Quiero que me acompañes.

— No lo se Naruto, cada vez que te acompaño a un lugar tipo "fiesta" me termina pasando algo — o mire insegura.

— Niña, no seas exagerada. — solto un poco burlón, lo mire ofendida.

— En la primera fiesta que te acompaño casi muero y en la segunda casi me violan — dije irritada, el se ríe un poco nervioso, ya hago una mueca de desagrado.

— Lo siento, tienes razón. Sólo acompañame, cuando termine de tocar nos vamos de inmediato de ahí y te llevo a comer al lugar que tu quieras - tomo mi mano dándome un poco más de confianza pero aún así no me sentía del todo segura, tenía un mal presentimiento.

— Está bien. — accedí ya resignada de ello. Naruto me sonríe para luego besar mi mano, mi corazón se volvió loco.

Estaba fuera de mi casa, le di un pequeño beso de despedida pero antes de poder bajarme Naruto me tomo por sorpresa.

— Hinata — me miro — ¿Conoceré a tus padres?.— me paralice, y mi pecho comenzó a doler.

— Después de mi graduación. — sonreí débil — Iremos a verlos.

— Si te soy sincero ansío conocerlos — me sonrio nervioso, el alparecer iba enserio con esto, con nosotros y me hacia completamente feliz.

— Lo harás —  le dije un poco más segura, el me beso lo frente lleno de cariño.

Me baje de su camioneta.

— Te veo mañana.

— Adiós niña.