Capítulo XIII

1.6K 98 17
                                    

—Bueno...siempre que hay una solución fácil siempre se van a...Uhm...¿Lo difícil?.—fruncio el ceño.

Harry asintió.

—Creo que te entiendo.—se paró en seco.—Tengo una idea.

—¿Cuál?

***

«¿Pasar a ver como Filch despide a los de Hogsmeade? ¿Esa era su idea? Eres un masoquista, Potter.» Pensó al ver a dónde se dirigían.

—¿Qué hacen? —les gruñó Filch, suspicaz.

—Nada —respondió Harry con franqueza.

—¿Nada? —le soltó Filch, con las mandíbulas temblando—. ¡No me digas! Husmeando por ahí ustedes. ¿Por qué no están en Hogsmeade, comprando bombas fétidas, polvos para eructar y gusanos silbantes, como el resto de sus desagradables
amiguitos?

Harry se encogió de hombros. ______(Tn) solo rodó los ojos, suspirando.

—Bueno, regresen a la sala común de su colegio —dijo Filch, que siguió mirándolos fijamente hasta que Harry y _____(Tn) se perdieron de vista.

Pero Harry y ______(Tn) no regresaron a la sala común; subió una escalera, pensando en que tal vez podía ir a la pajarera de las lechuzas, e iba por otro pasillo cuando dijo una voz que salía del interior de un aula:

—¿Harry? ¿_____(Tn)?—Harry vio a ______(Tn) y ambos retrocedieron para ver quién los llamaba y se encontraron al profesor Lupin, que lo miraba desde la puerta de su despacho—. ¿Qué hacen? —le preguntó Lupin en un tono muy diferente al de Filch—. ¿Dónde están Ron y Hermione?

—En Hogsmeade —respondió _____(Tn); se encogió de hombros con indiferencia.

—Ah —dijo Lupin. Observó a ambos chicos un momento—. ¿Por qué no pasan? Acabo de recibir un grindylow para nuestra próxima clase.

—¿Un qué? —preguntó Harry.

No tuvo tiempo de saber, _____(Tn) lo tomo de mano y entraron en el despacho siguiendo a Lupin. En un rincón había un enorme depósito de
agua. Una criatura de un color verde asqueroso, con pequeños cuernos afilados, pegaba la cara contra el cristal, haciendo muecas y doblando sus dedos largos y delgados.

—Es un demonio de agua —dijo ______(Tn), observando el grindylow ensimismado sonriendo al profesor Lupin después.

El asintió sonriendo viendo a la criatura.

—No debería darnos muchas dificultades, sobre todo después de los kappas—dijo el Profesor Lupin—. El truco es deshacerse de su tenaza. ¿Se dan cuenta de la extraordinaria longitud de sus dedos? Fuertes, pero muy quebradizos.

El grindylow enseñó sus dientes verdes y se metió en una espesura de algas que había en un rincón.

—¿Una taza de té? —le preguntó Lupin, buscando la tetera—. Iba a prepararlo.

—Bueno —dijo Harry, algo embarazado.

—Claro, Profesor.—acepto ______(Tn)

Lupin dio a la tetera un golpecito con la varita y por el pitorro salió un chorro de vapor.

—Siéntense —dijo Lupin, destapando una caja polvorienta—. Lo lamento, pero sólo tengo té en bolsitas. Aunque me imagino que estarás harto del té suelto, Harry.

______(Tn) vio a Harry y Harry vio al Profesor. A Lupin le brillaban los ojos.

—¿Cómo lo sabe? —preguntó Harry

Harry Potter y La Chica ScamanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora