Capítulo XXXIV

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Una masa de pelo sucio y revuelto le caía hasta los codos. Si no le hubieran brillado los ojos en las cuencas profundas y oscuras, habría creído que se trataba de un cadáver. La piel de cera estaba tan estirada sobre los huesos de la cara que parecía una calavera. Una mueca dejaba al descubierto sus dientes amarillos.

Era Sirius Black.

—¡Expeliarmo! —exclamó, dirigiendo hacia ellos la varita de Ron.

Las varitas que empuñaban los tres chicos saltaron de sus manos, y Black las recogió. Dio un paso hacia ellos, con los ojos fijos en Harry.

—Pensé que vendrías a ayudar a tu amigo —dijo con voz ronca. Su voz sonaba como si no la hubiera empleado en mucho tiempo—. Tu padre habría hecho lo mismo por mí. Habéis sido muy valientes por no salir corriendo en busca de un profesor. Muchas gracias. Esto lo hará todo mucho más fácil...

Harry oyó la burla sobre su padre como si Black la hubiera proferido a voces. Notó la quemazón del odio, que no dejaba lugar al miedo. Por primera vez en su vida habría querido volver a tener en su mano la varita, no para defenderse, sino para atacar... para matar. Sin saber lo que hacía, se adelanté, pero algo se movió a sus costados, y dos pares de manos lo sujetaron y lo hicieron retroceder.

______(Tn) en cambio, jamás se había sentido tan asustada, después de combatir con una Serpiente Cornuda en Ilvermorny, un asesino de 14 personas era un mundo de diferencia, se sujeto de Hermione quien tenía al lado. Su abuelo había dicho algo sobre Black antes de venir a Inglaterra, el era amigo de James y Lily Potter,su abuelo no estaba seguro de que le había pasado a Black por la cabeza al momento de matar a sus amigos. Su padre era su amigo.

—¡No, Harry! —exclamó Hermione, petrificada.

Esa pequeña exclamación hizo a _____(Tn) regresar a la realidad, dónde Harry quería enfrentar a aquel hombre.

Ron, sin embargo, se dirigió a Black:

—Si quiere matar a Harry, tendrá que matarnos también a nosotros —dijo
con fiereza, aunque el esfuerzo que había hecho para levantarse lo había dejado aún más pálido, y oscilaba al hablar.

Algo titiló en los ojos sombríos de Black.

—Échate —le dijo a Ron en voz baja— o será peor para tu pierna.

—¿Me ha oído? —dijo Ron débilmente, apoyándose en Harry para mantenerse en pie—. Tendrá que matarnos a los cuatro.

—Sólo habrá un asesinato esta noche —respondió Black, acentuando la mueca.

—¿Por qué? —preguntó Harry, tratando de soltarse de Ron y de Hermione—. No le importó la última vez, ¿a que no? No le importó matar a todos aquellos muggles al mismo tiempo que a Pettigrew... ¿Qué ocurre, se ha ablandado usted en Azkaban?

—¡Harry! —exclamo ____(Tn)—¡Cállate!, ¡Deja de actuar así!

—¡ÉL MATÓ A MIS PADRES! —gritó Harry.

Y haciendo un último esfuerzo se liberó de Ron y de Hermione, y se lanzó.

Había olvidado la magia. Había olvidado que era bajito y poca cosa y que tenía trece años, mientras que Black era un hombre adulto y alto. Lo único que sabía Harry era que quería hacerle a Black todo el daño posible, y que no le importaba el que recibiera a cambio.

Tal vez fuera por la impresión que le produjo ver a Harry cometiendo aquella necedad, pero Black no levantó a tiempo las varitas. Harry sujetó por la muñeca la mano libre de Black, desviando la orientación de las varitas. Tras propinarle un puñetazo en el pómulo, los dos cayeron hacia atrás, contra la pared.

Los tres chicos gritaron. Vieron un resplandor cegador cuando las varitas que Black tenía en la mano lanzaron un chorro de chispas que por unos centímetros no dieron a Harry en la cara. Harry sintió retorcerse bajo sus dedos el brazo de Black, pero no lo soltó y golpeó con la otra mano.

Pero Black aferró con su mano libre el cuello de Harry.

—No —susurró—. He esperado demasiado tiempo.

Apretó los dedos. Harry se ahogaba. Las gafas se le habían caído hacia un
lado. Entonces vio el pie de Hermione, salido de no se sabía dónde. Black soltó a Harry profiriendo un alarido de dolor. Ron se arrojó sobre la mano con que Black sujetaba la varita y Harry oyó un débil tintineo.

Se soltó del nudo de cuerpos y vio su propia varita en el suelo. Se tiró hacia ella, pero...

—¡Ah!

Crookshanks se había unido a la lucha, clavándole las zarpas delanteras en el brazo. Harry se lo sacudió de encima, pero Crookshanks se dirigió como una flecha hacia la varita de Harry.

—¡NO! —exclamó Harry, y propinó a Crookshanks un puntapié que lo tiró a un lado bufando. Harry recogió la varita y se dio la vuelta.

—¡Apartaos! —gritó a _____(Tn), Ron y a Hermione.

No necesitaron oírlo dos veces. Hermione, sin aliento y con sangre en el labio, se hizo a un lado, recogiendo su varita y la de Ron, mientras le tendia ____(Tn) la suya. Ron se arrastró hasta la cama y se derrumbó sobre ella, jadeando y con la cara ya casi verde, asiéndose la pierna rota con las manos. Scamander, tomo su varita, viendo fija a Black.

Black yacía de cualquier manera junto a la pared. Su estrecho tórax subía y bajaba con rapidez mientras veía a Harry aproximarse muy despacio, apuntándole directamente al corazón con la varita.

—¿Vas a matarme, Harry? —preguntó.

Harry se paró delante de él, sin dejar de apuntarle con la varita, y bajando la vista para observarle la cara. El ojo izquierdo se le estaba hinchando y le sangraba la nariz.

—Usted mató a mis padres —dijo Harry con voz algo temblorosa, pero con la mano firme.

Black lo miró fijamente con aquellos ojos hundidos.

—No lo niego —dijo en voz baja—. Pero si supieras toda la historia...

—¿Toda la historia? —repitió Harry, con un furioso martilleo en los oídos—. Los entregó a Voldemort, eso es todo lo que necesito saber.

—Tienes que escucharme —dijo Black con un dejo de apremio en la voz—. Lo lamentarás si no... si no comprendes...

—Comprendo más de lo que cree—dijo Harry con la voz cada vez más
temblorosa—. Usted no la ha oído nunca, ¿verdad? A mi madre, impidiendo que Voldemort me matara... Y usted lo hizo. Lo hizo...

Antes de que nadie pudiera decir nada más, algo canela pasó por delante de Harry como un rayo. Crookshanks saltó sobre el pecho de Black y se quedó allí, sobre su corazón. Black cerró los ojos y los volvió a abrir mirando al gato.

—Vete —ordenó Black, tratando de quitarse de encima al animal. Pero Crookshanks le hundió las garras en la túnica. Volvió a Harry su cara fea y aplastada, y lo miró con sus grandes ojos amarillos. Hermione, que estaba a su derecha, lanzó un sollozo. ______(Tn) vio a Mankie sobre la cama, ella no se había movido, solo veía con atención

Harry miró a Black y a Crookshanks, sujetando la varita aún con más fuerza. ¿Y qué si tenía que matar también al gato? Era un aliado de Black... Si estaba dispuesto a morir defendiéndolo, no era asunto suyo. Si Black quería salvarlo, eso sólo demostraría que le importaba más Crookshanks que los padres de Harry...

Harry levantó la varita. Había llegado el momento de vengar a sus padres. Iba a matar a Black. Tenía que matarlo. Era su oportunidad...

Pasaron unos segundos y Harry seguía inmóvil, con la varita en alto. Black lo miraba fijamente, con Crookshanks sobre el pecho. En la cama en la que estaba tendido Ron se oía una respiración jadeante. Hermione permanecía en silencio. Y entonces oyeron algo que no habían oído hasta entonces.

Unos pasos amortiguados. Alguien caminaba por el piso inferior.

—¡ESTAMOS AQUÍ ARRIBA! —gritó Hermione de pronto—. ¡ESTAMOS AQUÍ ARRIBA! ¡SIRIUS BLACK! ¡DENSE PRISA!

Black sufrió tal sobresalto que Crookshanks estuvo a punto de caerse.

Harry Potter y La Chica ScamanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora