Capítulo XLV

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—¿Y acaso mi testimonio no cuenta para nada? —gruñó Snape—. Peter Pettigrew no estaba en la Casa de los Gritos ni vi señal alguna de él por allí.

—¡Eso es porque usted estaba inconsciente, profesor! —dijo con seriedad Hermione—. No llegó con tiempo para oír...

—¡Señorita Granger! ¡CIERRE LA BOCA!

—Vamos, Snape —dijo Fudge—. La muchacha está trastornada, hay que
ser comprensivos.

—Me gustaría hablar con Harry, con _____(Tn) y con Hermione a solas —dijo Dumbledore bruscamente—. Cornelius, Severus, Poppy Se lo ruego, déjennos.

—Señor director —farfulló la señora Pomfrey—. Necesitan tratamiento, necesitan descanso.

—Esto no puede esperar —dijo Dumbledore—. Insisto.

La señora Pomfrey frunció la boca, se fue con paso firme a su despacho, que estaba al final de la sala, y dio un portazo al cerrar. Fudge consultó la gran saboneta de oro que le colgaba del chaleco.

—Los dementores deberían de haber llegado ya. Iré a recibirlos. Dumbledore, nos veremos arriba.

Fue hacia la puerta y la mantuvo abierta para que pasara Snape. Pero Snape no se movió.

—No creerá una palabra de lo que dice Black, ¿verdad? —susurró con los
ojos fijos en Dumbledore.

—Quiero hablar a solas con Harry, ____(Tn) y con Hermione —repitió Dumbledore.

Snape avanzó un paso hacia Dumbledore.

—Sirius Black demostró ser capaz de matar cuando tenía dieciséis años—dijo Snape en voz baja—. No lo habrá olvidado. No habrá olvidado que intentó matarme.

—Mi memoria sigue siendo tan buena como siempre, Severus —respondió Dumbledore con tranquilidad.

Snape giró sobre los talones y salió con paso militar por la puerta que Fudge mantenía abierta. La puerta se cerró tras ellos y Dumbledore se volvió hacia Harry ______(Tn) y Hermione. Los tres empezaron a hablar al mismo tiempo.

—Señor profesor; Black dice la verdad: nosotros vimos a Pettigrew

—Escapó cuando el profesor Lupin se convirtió en hombre lobo.

—Es una rata.

—La pata delantera de Pettigrew... quiero decir; el dedo: él mismo se lo cortó.

—Pettigrew atacó a Ron. No fue Sirius.

Pero Dumbledore levantó una mano para detener la avalancha de explicaciones.

—Ahora tenéis que escuchar vosotros y os ruego que no me interrumpáis, porque tenemos muy poco tiempo —dijo con tranquilidad—. Black no tiene ninguna prueba de lo que dice, salvo vuestra palabra. Y la palabra de tres
brujos de trece años no convencerá a nadie. Una calle llena de testigos juró haber visto a Sirius matando a Pettigrew. Yo mismo di testimonio al Ministerio de que Sirius era el guardián secreto de los Potter.

—El profesor Lupin también puede testificarlo —dijo Harry, incapaz de
mantenerse callado.

—El profesor Lupin se encuentra en estos momentos en la espesura del bosque, incapaz de contarle nada a nadie. Cuando vuelva a ser humano, ya será demasiado tarde. Sirius estará más que muerto. Y además, la gente confía tan poco en los licántropos que su declaración tendrá muy poco peso. Y el hecho de que él y Sirius sean viejos amigos...

—Pero...

—Escúchame, Harry. Es demasiado tarde, ¿lo entiendes? Tienes que comprender que la versión del profesor Snape es mucho más convincente que la vuestra.

—Él odia a Sirius —dijo Hermione con desesperación—. Por una broma tonta que le gastó.

—Sirius no ha obrado como un inocente. La agresión contra la señora gorda..., entrar con un cuchillo en la torre de Gryffindor... Si no encontramos a Pettigrew, vivo o muerto, no tendremos ninguna posibilidad de cambiar la sentencia.

—Pero usted nos cree—dijo _____(Tn)

—Sí, yo sí —respondió en voz baja—. Pero no puedo convencer a los demás ni desautorizar al ministro de Magia.

_____(Tn) miró fijamente el rostro serio de Dumbledore y sintió como si se hundiera el suelo bajo sus pies. Siempre había tenido la idea de que Dumbledore lo podía arreglar todo. Creía que podía sacar del sombrero una solución asombrosa. Pero no: su última esperanza se había esfumado.

—Lo que necesitamos es ganar tiempo —dijo Dumbledore despacio. Sus ojos azul claro pasaban de Harry a ______(Tn) y Hermione.

Hermione vio a _____(Tn) y ______(Tn) a Hermione.

—Pero... —empezó Hermione poniendo los ojos muy redondos—. ¡AH!

—Ahora prestadme atención —dijo Dumbledore, hablando muy bajo y muy claro—. Sirius está encerrado en el despacho del profesor Flitwick, en el séptimo piso. Torre oeste, ventana número trece por la derecha. Si todo va bien, esta noche podréis salvar más de una vida inocente. Pero recordadlo los tres: no os pueden ver. Señorita Granger, Señorita Scamander, ya conocen las normas. Saben lo que está en juego. No deben veros.

Harry no entendía nada. Dumbledore se alejó y al llegar a la puerta se
volvió.

—Os voy a cerrar con llave. Son —consultó su reloj— las doce menos cinco. Señorita Granger, Señorita Scamander; tres vueltas deberían bastar. Buena suerte.

—¿Buena suerte? —repitió Harry, cuando la puerta se hubo cerrado tras Dumbledore—. ¿Tres vueltas? ¿Qué quiere decir? ¿Qué es lo que tenemos que hacer?

—Vayan ustedes—dijo Hermione—, yo me quedaré con Ron por si despierta.

—¿Estás segura?—dijo ____(Tn) rebuscando en el cuello de su túnica

—Si, suerte a los dos.

—Bien, como quieras—dijo sacando la larga cadena bañada en oro—Ven aquí, Harry —dijo perentoriamente—. ¡Rápido!—Harry, perplejo, se acercó a ella. ______(Tn) estiró la cadena por fuera de la túnica y Harry pudo ver un pequeño reloj de arena que pendía de ella—. Así.—Puso la cadena también alrededor del cuello de Harry—. ¿Preparado? —dijo jadeante.

—¿Qué hacemos? —preguntó Harry sin comprender.

______(Tn) dio tres vueltas al reloj de arena.

La sala oscura desapareció. Harry tuvo la sensación de que volaba muy rápidamente hacia atrás. A su alrededor veía pasar manchas de formas y colores borrosos. Notaba palpitaciones en los oídos. Quiso gritar; pero no podía oír su propia voz.

Sintió el suelo firme bajo sus pies y todo volvió a aclararse. Se hallaba de pie, al lado de Scamander, en el vacío vestíbulo, y un chorro de luz dorada bañaba el suelo pavimentado penetrando por las puertas principales, que estaban abiertas.

Miró a _____(Tn) con la cadena clavándosele en el cuello.

—______(Tn), ¿qué...?

—¡Ahí dentro! —Scamander cogió a Harry del brazo y lo arrastró por el vestíbulo hasta la puerta del armario de la limpieza. Lo abrió, empujó a Harry entre los cubos y las fregonas, entro ella tras él y cerró la puerta.

—¿Qué..., cómo...?, ¿qué ha pasado?

—Hemos retrocedido en el tiempo —susurró ______(Tn), quitándole a Harry a oscuras, la cadena del cuello—. Tres horas.

Harry Potter y La Chica ScamanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora