Capítulo XXXIII

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Pero el empujón lo había llevado demasiado lejos. Se apartó rodando.
Aturdido, sintiendo como si le hubieran roto las costillas, trató de ponerse en pie; oyó rugir al animal, preparándose para un nuevo ataque.

______(Tn) corrió a ayudarlo, tomándolo del brazo para empezar a alejarse de ahí.

Ron se levantó. Cuando el perro volvió a saltar contra ellos, Ron empujó a Harry y ______(Tn) hacia un lado y el perro mordió el brazo estirado de Ron. Harry embistió y agarró al animal por el pelo, pero éste arrastraba a Ron con tanta facilidad
como si fuera un muñeco de trapo.

Entonces, algo surgido de no se sabía dónde golpeó a Harry tan fuerte en la cara que volvió a derribarlo. Oyó a Hermione chillar de dolor y caer también. Harry manoteó en busca de la varita, parpadeando para quitarse la sangre de los ojos.

—¡Hermione!—_____(Tn) se levantó tan rápido para ir con su amiga.

—¡Lumos! —susurró.

La luz de la varita iluminó un grueso árbol. Habían perseguido a Scabbers hasta el sauce boxeador; y sus ramas crujían como azotadas por un fortísimo viento y oscilaban de atrás adelante para impedir que se aproximaran.

Al pie del árbol estaba el perro, arrastrando a Ron y metiéndolo por un hueco que había en las raíces. Ron luchaba denodadamente, pero su cabeza y su torso se estaban perdiendo de vista.

—¡Ron! —gritó Harry, intentando seguirlo, pero una gruesa rama le propinó un restallante y terrible trallazo que lo obligó a retroceder.

Lo único que podían ver ya de Ron era la pierna con la que el muchacho se había enganchado en una rama para impedir que el perro lo arrastrase. Un horrible crujido cortó el aire como un pistoletazo. La pierna de Ron se había roto y el pie desapareció en aquel momento. Cómo sorpresa para Scamander, en cuanto la pierna de Ron desaparecido, Mankie salió de aquel agujero, viendo todo con superioridad.

—Harry, tenemos que pedir ayuda —gritó Hermione. Ella también
sangraba. El sauce le había hecho un corte en el hombro.

—¡No! ¡Este ser es lo bastante grande para comérselo! ¡No tenemos tiempo!

—No conseguiremos pasar sin ayuda—dijo _____(Tn), ella también estaba manchada de sangre, todo esto había conseguido hacerle cortes en los brazos y mejilla, pero ella no sentía el dolor, ya que toda su atención estaba en aquel felino.

Otra rama les lanzó otro latigazo, con las ramitas enroscadas como puños.

—Si ese perro ha podido entrar, nosotros también —jadeó Harry, corriendo y zigzagueando, tratando de encontrar un camino a través de las ramas que daban trallazos al aire, pero era imposible acercarse un centímetro más sin ser golpeados por el árbol.

—¡Socorro, socorro! —gritó Hermione, como una histérica, dando brincos sin moverse del sitio—. ¡Por favor...!

Crookshanks dio un salto al frente. Se deslizó como una serpiente por entre las ramas que azotaban el aire y se agarró con las zarpas a un nudo del
tronco, el gato se quedó viendo hacia los tres niños, esperando junto a la felina.

De repente, como si el árbol se hubiera vuelto de piedra, dejó de moverse.

—¡Crookshanks! —gritó Hermione, dubitativa. Cogió a Harry por el brazo tan fuerte que le hizo daño—. ¿Cómo sabía...?

—Son amigos del perro —dijo Harry con tristeza—. Los he visto juntos...Vamos. Ten la varita a punto.

—¿Cómo...?—no termino y siguió a Harry y Hermione.

Harry Potter y La Chica ScamanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora