Capítulo XXIV

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El Rencor de Snape. En el libro original de Harry Potter, por J.K.Rowling.

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En la torre de Gryffindor nadie pudo dormir aquella noche. Sabían que el castillo estaba volviendo a ser rastreado y todo el colegio permaneció despierto en la sala común. esperando a saber si habían atrapado a Black o no.

La profesora McGonagall volvió al amanecer para decir que se había vuelto a escapar. Por cualquier sitio por el que pasaran al día siguiente encontraban medidas de seguridad más rigurosas. El profesor Flitwick instruía a las puertas principales para que reconocieran una foto de Sirius Black. Filch iba por los pasillos, tapándolo todo con tablas, desde las pequeñas grietas de las paredes hasta las ratoneras. Sir Cadogan fue despedido. Lo devolvieron al solitario descansillo del piso séptimo y lo reemplazó la señora gorda. Había sido restaurada magistralmente, pero muy nerviosa, y accedió a regresar a su trabajo sólo si contaba con protección. Contrataron a un grupo de hoscos troles de seguridad para protegerla. Recorrían el pasillo formando un grupo amenazador; hablando entre gruñidos y comparando el tamaño de sus porras.

Pero tanto ______(Tn) y Harry no podían ignorar que la estatua de la bruja tuerta del tercer piso seguía sin protección y despejada. Parecía que Fred y George estaban en lo cierto al pensar que ellos, y ahora Harry, Ron, ______(Tn) y Hermione, eran los únicos que sabían que allí estaba la entrada de un pasadizo secreto.

-¿Crees que deberíamos decírselo a alguien? -preguntó Hermione a _____(Tn).

Ambas chicas estaban en la sala común de Gryffindor, estaban rodeadas de estudiantes pero no les importaba, ahora que Ron estaba molesto con Hermione ______(Tn) se quedó con ella como una buena amiga. Estaban algo shockeadas por la noticia de la noche anterior.

-Sabemos que no entra por Honeydukes -dijo _____(Tn)-. Si hubieran forzado la entrada de la tienda, lo habríamos oído.

Era lo más lógico ¿no?. Hace unos instantes a ______(Tn) no le preocupaba no poder ir a Hogmeade ya que había hablado con la Profesora McGonagall sobre si aún tenía su permiso para Hogmeade y parecía que estaba dispuesta a dárselo y así fue ahora ella también tenía el permiso. Así que sin nada de que preocuparse. Ambas chicas siguieron con sus tareas pendientes.

Aunque seguían asustadas por lo de aquella noche, a Ron parecía no hacerle efecto aquella vivencia. Le encantaba contarle a todo el mundo los pormenores de lo ocurrido.

-Estaba dormido y oí rasgar las cortinas, pero creí que ocurría en un
sueño. Entonces sentí una corriente... Me desperté y vi que una de las cortinas de mi cama estaba caída... Me di la vuelta y lo vi ante mí, como un esqueleto, con toneladas de pelo muy sucio... empuñando un cuchillo largo y tremendo, debía de medir treinta centímetros, me miraba, lo miré, entonces grité y salió huyendo.

A Hermione casi se le salía el corazón al oírlo tan relajado, estaba preocupada y de un momento a otro en soledad se echo a llorar.

-¿Y si le hubiera pasado algo y el enojado conmigo?-dijo en un sollozo-, yo me lamentara si se fuera en las condiciones que estamos.

-Tranquila, Herms-Scamander sólo la abrazaba de los hombros-, por fortuna no le pasó nada.

Hermione la vio con sus ojos llorosos e hinchados.

-Pero ¿por qué se fue? -preguntó Herms a ____(Tn)

______(Tn) se preguntaba lo mismo. ¿Por qué Black, que se había equivocado de cama, no había decidido silenciar a Ron y luego dirigirse hacia la de Harry?

Black había demostrado doce años antes que no le importaba matar a personas inocentes, y en aquella ocasión se enfrentaba a cinco chavales indefensos, cuatro de los cuales estaban dormidos.

Harry Potter y La Chica ScamanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora