[KHR] Sin Importar Que

23.- Impredecible [Finale]

En la noche del domingo las pequeñas no podían dormir, sus padres ya las habían arropado (incluso su tío Giotto que al parecer se quedaría unos días con ellos) pero ellas seguían bien despiertas.

Estaban nerviosas.

De pronto Tsukasa escucho como su hermanita se paraba de la cama y se acercaba a la suya.

-Tsuka... Tsuka... ¿Estas dormida?

-No, no lo estoy.

-..... ¿Puedo estar contigo?

La castaña sonrió un poco y se hizo a un lado para que su hermana pudiera meterse en la cama.

Una vez que las dos estaban juntas empezaron a hablar.

-¿No es nerviosa Kyoka?

-... Emm... Si... Mucho... Me da miedo hacer algo malo y que nos descubran.

-Eso no va a pasar, solo tenemos que hacer caso a todo lo que papá nos dijo.

Tsukasa puso su mano sobre la mejilla de su hermana menor en señal de apoyo.

-Tendremos amigos, jugaremos con los demás, aprenderemos muchas cosas y nos divertimos, ya verás.

Kyoka sonrió por lo dicho por su hermana y cerro los ojos quedándose dormida escuchando sus palabras de aliento.

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Cuando Kyoya fue a despertar a sus hijas para que empezarán a prepararse, se llevó una pequeña sorpresa al darse cuenta de que ambas ya tenían puesto su uniforme (que consistía en un suéter azul, falda gris y calcetas blancas con zapatos negros) y mas aun de que al parecer Kyoka estaba peinando a su hermana mayor.

-Listo, ya estás bonita.

Dijo la pelinegra menor tras terminar de amarrar el listón naranja en los castaños cabellos ajenos.

-Gracias Kyoka, no se como tu puedes hacerlo tan fácilmente.

Fue en ese momento que ambas cayeron en cuenta de la presencia de su madre.

-¡Mami!

Dijeron las dos yendo a abrazar a su progenitora.

-Se arreglaron muy rápido.

-¡No queríamos llegar tarde!

Respondieron las dos con emoción.

-En ese caso vayan a la de una vez, los herbivoros les están picando algo de carne.

-Entendido~

Canturrearon antes de salir de su habitación.

Al llegar a la cocina se encontraron con su padre y su tío quienes las saludaron y les dieron un beso de buenos días, también les sirvieron algo de carne que ellas comieron con algo de velocidad puesto que querían salir hacia la escuela de una vez.

Hecho esto comenzaron a prepararse para salir.

Tsuna abrió la puerta, se paró frente de ella, volteo a mirar a sus hijas y empezó a decir. 

-Veamos, ¿Uniforme?

-¡Listo!

-¿Mochila con útiles?

-¡Listo!

-¿Muchas ganas de ir a estudiar?

-¡Listas!

-¿Tarea?

-¡Aun no tenemos!

Tsuna rio y mientras salía de la casa dijo.