Capítulo 14

46 1 0
                                    

¿Qué hago? ¿Qué hago? Mi oportunidad de ser feliz se está esfumando y mi corazón se está llendo con ella. Candace está de pie con los ojos rojos de tanto llorar y yo me siento como un maldito animal. La lastime. Lastimé a una mujer que daría todo por verme feliz.
Después de mi breve relato sobre mi pasado. Está llorando, restregandose la nariz con la manga de mi camisa.

¿Te acostaste con el?...- ¿Como responder a esa pregunta?

-No, Candace... Bruno siempre quiso acostarse conmigo pero....- Me interrumpe de golpe .

-¿Pero qué?.-

-Cada vez que estábamos a punto de intentarlo, la cobardía me ganaba. No era lo correcto. Nadie sabe esto pero...- paso mis manos en mi pelo en señal de frustración.- Yo... iba a buscar a prostitutas para desquitar mi cobardía y mi frustración cada vez que no podía acostarme con el.-

-¿Cuántas veces?...-

-5 o 6...-

-¿Con diferentes?-

-Sí.-

-¡DIME QUE TE PROTEGIAS!.-

-Sí Candace, siempre me protegi.- nunca tuve sexo con prostitutas sin protección. Su llanto se hace aún más fuerte y yo ya no sé como reaccionar. Al cabo de unos pocos minutos logra articular palabra.

-No puedo seguir con este compromiso...- Mi vida a detiene, el cetis de mi vida deja de girar. Las lágrimas pican mis ojos pero aún no salen de ellos. Me acerco a ella y hago lo que nunca he hecho por alguien. Me pongo de rodillas frente a ella tomando sus manos en las mías.

-No me dejes Candace... No termines conmigo. Sé que no te merezco, te fallé, pero por favor no termines nuestro compromiso. Te quiero, me hiciste cambiar en poco tiempo. Yo...- Y me vuelve a interrumpir.

-¡¿Cómo sabes que ya acabo?!-

-Tú hiciste que mis gustos cambiaran. Candace confía en mí...-

-¡NADIE OLVIDA LO QUE ES DE LA NOCHE A LA MAÑANA AUSTIN! Tú no eres la excepción, ¿Escuchaste bien? ¡NO. ERES. LA MALDITA. EXCEPCIÓN!-

-Se bien que no lo soy, pero ya olvidé mis gustos por los hombres. No me termines Candace, por favor.-

-Austin, yo...-

-Por favor Candace.-

-Haremos una cosa, aplazaremos el compromiso, no me hables de boda ni noviazgo ahora. Dejame asimilar todo, ante la prensa y ante mi hermano seremos los mismos, pero no me besaras, no me tocaras, no dormirás conmigo. Respeta mis límites, por lo menos hasta que ésta maldita confusión se acabe. ¿Estás de acuerdo?- En este tiempo podré enamorarla, asegurarle que la quiero.

-Sí, estoy de acuerdo. Pero por favor no me evites. No me alejes de ti.-

-No te estoy alejando, te estoy pidiendo espacio. Para pensar todo...-

-De acuerdo, en estos días, semanas, o meses me ganare tu corazón, y te haré entender lo importante que eres para mi...-

-Austin, mi corazón ya lo tienes, sólo quiero estar segura de tu cambio, asegurarme de que tus palabras son reales, de que... te enamoraste de mi...- vuelve a llorar.- no me gustaria casarme sin un sentimiento de por medio...- no aguanto las ganas, la estrecho en mis brazos como si mi vida dependiera de ello. Al principio se resiste pero termina cediendo.- Ahora debo descansar, tengo sueño. ¿Me puedo quedar en la habitación de visitas?-

-No, quédate en mi habitación, yo me iré al cuarto de visitas.-

-Austin...-

-Quiero que te sientas cómoda.- no me dice nada, al final termina aceptando. Son poco más de las 9:30 de la mañana. Decido seguir sumido en mis pensamientos, pensando en cómo me ganaré la segura confianza de Candace, mi amada Candace. Aún tengo miles de preguntas sin respuesta vagando en mis solitarios pensamientos.
¿Quién dejó entrar a Bruno a la fiesta? ¿Quién? Decido hacer a un lado todos esos pensamientos e ir a tomar una ducha para ir a la empresa.

Secreto.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora