¿Que era aquello que sentía en el pecho? ¿Porqué tenía que amarlo? Miles de preguntas vagaban en mi cabeza y parecía no encontrar respuesta alguna a ninguna de ellas.
Parecía una mujer de la calle, sucia, vagando sin rumbo alguno, con una botella de brandy barato en mis manos. Buscando un refugio, un poco de amor. Me dolía sentir este tipo de dolor. Sin embargo sé que tarde o temprano debía ocurrir. A lo que no encontraba respuesta es a lo que verdaderamente siento por Austin Brown. Era imposible amarlo, no podía amarlo, simplemente no podía.
El odio y el rencor siempre tendría que ser más fuerte que el amor.
Caminé tambaleandome por cada rincón, cada oscuro lugar que España me brindaba hasta llegar al hogar de Austin. Olía a alcohol extremo, no podía sostenerme con perfección en pie. Ni siquiera podía mencionar palabra alguna, mis pensamientos no fueron claros, lo único de lo que si estaba segura es de que haría mierda al único hombre al que he amado.
(***)
- Me usaste - sus palabras hicieron eco en mi cabeza. Estaba lastimada.
- No más de lo que tu padre usó a mi madre. -
- ¡¿Porqué jugar así conmigo?! ¡¿Porqué?! - gritó con exasperación mientras las lágrimas bañaban con lentitud su rostro.
- Porque te odiaba... -
- ¿ME ODIABAS? -
- Te odiaba, pero maldición. Mi odio y mi empeño en enamorarte fué tan profundo que verdaderamente te llegué a amar, te amo con la misma intensidad con la que te odio... - y aunque me costaba tanto trabajo admitirlo eso, era verdad. Mi empeño en enamorarlo hizo que realmente me enamorara de él.
- ¡LAMENTO TANTO QUE TE HAYAS ENAMORADO! Y AUNQUE ADMITO QUE... - parece procesar las palabras que me dirá, mientras yo. Trato de mantenerme recta, no correr a sus brazos y pedirle perdón - Felicidades Candace, lograste cumplir con tu maldita venganza, hiciste que me enamorara de ti, como un maldito loco. Te amo tanto, pero el hecho de... de ver que tú en definitiva no eres la hermosa y dulce Candace de la que enamore, me lastima. Me hace sentir vulnerable, ahora tú, vivirás con todo el remordimiento y si en verdad somos hermanos... ahora simplemente nos conocemos a la perfección, tenemos sentimientos de por medio y al menos sé que yo, sí hubiera luchado para sacar esto adelante. Porque a pesar de mis peculiares gustos, yo si supe amarte. Tendrás que aprender a vivir con ello... - sus palabras me dejan sin aliento, sigo siendo su dulce y hermosa Candace, siempre seré suya y aunque las lagrimas ya estan formando un enorme nudo en mi garganta para salir, las trato de retener con las fuerzas que me quedan - Sólo que yo, si quiero vivir y dormir tranquilo. Necesito una prueba de sangre, quiero comprobar que somos o no hermanos. ¿De acuerdo? Además, tu sabrás si realmente me estas siendo sincera, o tu orgullo siempre estará por sobre todas las cosas... eso incluye el amor de quizá el unico hombre al que haz amado... -
Aquellas fueron palabras que casi no le costaron trabajo en pronunciar. Pero para mi, era difícil. ¿Como va a reaccionar cuando sepa que le estoy mintiendo?
- Perdóname Austin. - dejé que las palabras fluyeran de mis labios. Que me creyera.
- No pidas algo que definitivamente no sientes. - me dejó sola, hundiendome en mi propio dolor, lo observo en su totalidad, su espalda está tensa, sus músculos se marcan a través de su playera. Mientras se dirige a su despacho con las lágrimas aun saliendo en silencio.
Mis ojos ya no pueden seguir reteniendo esa agua salada que deja al visto mis sentimientos. Mi cuerpo cae al suelo, mientras la puerta del despacho de Austin se cierra para que mi llanto aumente y las horribles sacudidas de dolor se hagan presentes.
ESTÁS LEYENDO
Secreto.©
Romance¿Que pasa cuando tus secretos más íntimos salen a la luz? ¿Que pasa cuando no eres lo que aparentas? Los aparentalismos no siempre suelen ser negativos, ni con una finalidad poco gratificante. A veces continuar con una máscara ajena a la nuestra es...