Capítulo 18

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Ni yo, sé como responder a esa pregunta. No puedo decirle "...fué por tus descuidos cuando yo era un niño, cuando mi madre murió..." Eso sólo haría parecer una mala excusa de mi parte, aunque es la realidad de como las cosas ocurrieron.

Desconcertado, triste, derrotado. Así me sentía. Teniendo a mi padre frente a mi y no poder explicarle verdaderamente las cosas.
Con un nudo en la garganta imposible de ocultar, la desesperación tratando de acercarse a mi, la impotencia burlándose en mi cara.

-Hace muchos años... es lo único que necesitas saber...- abre mucho los ojos, porque de pronto mi buena disponibilidad y cariño se esfumaron.

-No.- Ahora el también recupera la compostura- Austin, no quiero mentiras. Trata de ser sincero, y yo... seré sincero contigo si me preguntas lo que sea.- empeñado en conseguir lo que quiere, además de egoísta y chantajista.

-No te lo voy a decir...- mientras mi cabeza da vueltas, es lo único que mis labios pueden pronunciar. Maldita curiosidad, maldita por aparecer justo en este momento.- ¿Me dirás lo que sea?- pregunto susurrando. Mi padre inhala bruscamente.

-Sí Austin. Lo que sea...- una sonrisa se esboza en mis labios. Mientras tomo el valor de contarle como fué que ocurrió todo.

Su ceño fruncido, sus labios apretados, las manos hechas puños. No podía describir la horrible sensación que se drenaba en todo mi cuerpo cada vez que mi garganta articulaba más palabras.
Termino mi relato, contándole todo.

-Ahora es cuando comprendo... aquella vez en la que te pregunté quien te gustaba. A ese maldito bastardo te referías...-

-Sí Brendan. A ese bastardo, como tú lo llamas me refería...-

-¿Como es que me lo ocultaste por tanto tiempo?-

-Tu actitud, tu distancia conmigo, todas y cada una de tus jodidas acciones hicieron que te perdiera todo... desde mi amor de hijo, hasta el respeto y admiración que te tenía como padre... No puedo hablar de confianza, cuando ni siquiera habíamos tenido una conversación así...-

-Austin...- su mirada refleja, cansancio.- Tenía miedo.-

-¿Miedo de qué?...-

-De fallarte como padre... Cuando tu madre murió... yo. No era el mismo, amaba a Elizabeth. Fué mi primer amor, mi mujer, mi esposa, mi amante, estuvo a mi lado por más de 28 años... aunque legalmente ya no sea su esposo, en mi corazón y en mi alma ella siempre será mía...-

-¿Como fué que murió?-

-Austin...- arqueo una ceja con las lágrimas amenzando por salir. Agotado; estaba agotado. Mentalmente no era el mismo... sólo recuerdo aquella vez en la que vi a mamá en esa caja.

Inicio Flash-back.
Papi está de pie, mirándome de reojo. Juego sobre la alfombra con mis cochecitos de colección. Un regalo de mami cuando cumplí 5 años.

-Papi, ¿Cuando va a volver mamá?- pregunto ansioso, por abrazarla y jugar con ella.

-Campeón...- papi se pone a mi altura.- Recuerdas cuando mami te platicaba sobre los hermosos angeles de la familia que han ido al cielo con los angelitos a cuidarnos.- sólo asiento con la cabeza.- mami... mami es un angelito ahora...-

-¿Osea cómo?- papi se limpia una lágrima.

-Campeón, mami ya no llegará. Mamá. Está muerta...- una mueca de tristeza infinita aparece en mi carita. Comienzo a llorar apretando mi cochecito morado en mi pecho.

-Mamá se fué al cielo...- digo con miedo a la respuesta de papá.

-Sí Austin. Mamá se fué al cielo...- comienzo a lloriquear sin cesar, siento la cabeza caliente por las lagrimas que me salen. Papi sólo me abraza en su pecho. Me levanta de la alfombra llevandome al automóvil.- Hijo, debes ver a mamá, despedirte de ella. En unas horas la cremaran y tú, tienes que despedirte.-

-Espera... ¡Papá! ¡Mi cochecito morado! ¡Quiero mi cochecito morado! ¡Se lo daré a mami!- papá abre mucho los ojos.

-Está bien, iré por tu coche morado, pero ¿por qué el morado?-

-Porqué ese era el favorito de mami.- papá vuelve a sollozar mientras entra a la casa por mi cochecito.
Conduce tranquilo mientras yo recuerdo a mi mami desde que prácticamente la vi por primera vez.
Nunca amaré tanto a alguien como amé a mamá.

(***)

Llegamos a algo que es muy parecido a una cárcel. Papá baja del auto y después me toma entre sus brazos para entrar a ese extraño lugar.

-Señor Brown...- nos saluda un Policía en la entrada.

-Hola Jos.- mi papá le extiende el brazo.- El es Austin Brown, mi hijo. Hemos venido, para... ver a Elizabeth.- me mira con los ojos rojos.- Mi hijo le trae algo.- el policia nos lleva a muchos otros lugares que no sé cuáles son. Yo sólo quiero ver a mamá.

-Le traeré un banquito a Austin...-

-Así está bien Jos- Mi padre me acomoda en sus brazos, mientras me acerca a una caja café de madera, tiene una rosa roja encima, la caja está abierta y además huele al perfume de mi mamá.

Mami está pálida, mami está dormida, mami está hermosa, utiliza el vestido blanco de su boda. Pero sus ojos no se abren.

-¡Mami! ¡Despierta!- le grito al cuerpo sin vida de mi mamá. Imaginando que algún día la volvería a ver sonriendo.
Fin Flash-back.

El recuerdo de hace varios años se hace presente, quemandome el pecho, recordandome el dolor y la soledad que viví sin mi madre.

-Discutía con tu madre el día en el que ella murió. Me había encontrado...- inhala bruscamente.- me había encontrado con su mejor amiga en nuestra cama...- mi respiración es pausada, automáticamente mis manos se cierran en un puño ansioso por golpear la mejilla del maldito hijo de puta que tengo como padre.
Siento mi respiración inexistente.

-¿Qué?- digo tratando de convencerme de que esto era una mentira...

-Que yo... yo...-

-Tú ¡Mataste a mi mamá!-

-Austin, no fué así...-

-¿Quien era...?- Me levanto de la mesa llamando la atención de los demás.

-Se llamaba Gretchet Stone.- es aquí, cuando mis sentidos se hacen opacos, mi respiración no existe, maldigo para mis adentros conocer con exactitud a esa maldita mujer. Peor aún haberme enamorado de su hija; Candace Stone.

Secreto.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora