Capítulo 13: "¿Jurarás lealtad a la Hunt?"

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[...] Mediodía. (Palacio Real - Centro Unificado, Feéra).

Después de por fin descansar lo suficiente en las aguas termales para encontrarse en su buena forma usual, Xan pasó su tiempo en perfeccionar las invitaciones. Aún no terminaba de pensar en cómo las entregaría, cuando Fernias le comunicó que la Reina requería de él. A regañadientes, se dirigió a la Corte de esta, donde se encontró la sorpresa de ver a dos nefilims que no había visto antes, aunque una sí le parecía muy conocida. Sus facciones, y esos ojos azules, definitivamente los había visto antes.

"Príncipe Xandros, déjame presentarte a Travis Cherrystorm y a Maryse Trueblood. Ambos cazadores servirán de reemplazo temporal a los otros dos que fallecieron a consecuencia del demonio que no terminamos de reconocer."

Trató de buscar en sus memorias, y la recordó. Ella era la directora del Instituto de Nueva York, por ende la madre de Alec. Ya entendía por qué le parecía tan familiar, sonrió un poco inconscientemente y les dijo. "Bienvenidos a mi Reino, y gracias por venir."

El hombre, 'Isaías', le dio una leve reverencia. Maryse asintió en su dirección, esto último lo extrañó. Había algo en su mirada, una especie de desconfianza. A continuación guiaron a ambos nefilims al acceso, donde estaban otros dos, Isaías Villareal, lograba recordar, y Jon Cartwright. Luego de eso, su madre le dio una indicación para que la siguiera de vuelta a su trono.

"Escuché que Alexander accedió a que trajeras unos invitados."

"Sí, cuatro amigos."

La Reina rio. "Todo tu pueblo estará afuera, esperando a que ambos salgan para dar el anuncio oficial, y tú sentiste la necesidad de invitar a cuatro amigos."

"Sí, algo así."

"¿Puedo ver la invitación?"

Xan se la entregó, sabía que algo así pasaría y por lo tanto no había sido tan directo al hacerlas.

"Muy bien, deberás hacer dos más."

"¿Disculpa?"

"Para Gwyn y su hija. Creo que, después de estrechar lazos con el reino demoníaco, deberías considerar hacer las 'pases' con la Hunt."

"Muy bien," así invocó dos tarjetas más y con su propio polvillo escribió los nombres de estos dos. "Voy a entregársela a Destiny directamente."

"¿Por qué? ¿Por qué no hacer todas directamente en un pétalo para enviarlas de manera más fácil?" Le preguntó la pelirroja, con una ceja alzada.

"Cuando las planee tenía muy poca energía, por ende no podía hacerlas así."

La reina asintió. "Déjame la de Gwyn, yo misma se la entregaré."

Así lo hizo para a continuación ir hacia uno de los barrios seelie que más conocía, el de Destiny. Cuando era menor, una noche que se había enfadado muchísimo con –la que pensaba era su madre– Kathy, había huido de su casa en el Lado No-seelie y acabado allí. Sabía que ella estaría en esa casa puesto que amaba a su progenitora, y cada que tenía un problema –como en este caso, la ruptura con Fernias– recurría a ella.

Cuando tocó la puerta principal lo hizo sin su corona, no tomó mucho tiempo antes de que una hermosa mujer de cabello rubio y piel blanca como la nieve le abriera. "Buenas Valkyn, ¿Está Desy por aquí?"

La seelie rio un poco para sí. "Xan, no te veo desde hace más de cuarenta años, ¿Y eso es lo primero que me dices?"

Había olvidado la dulce voz de Valkyn, abrió sus brazos y rápidamente fue envuelto en un abrazo. "No puede ser, ¿No te estás alimentando bien, verdad? ¡Hasta siento que te has encogido!"

Al Menos Una LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora