Uno

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Bien señorita Flag, ¿Podría decirnos como comenzó ese día?

― ¡Emma! ―resonó el grito colérico en la planta baja de la casa, la dueña de esa voz, mi madre, la icónica América Flag ―¡baja es hora de irnos!

Estaba en mi habitación terminando de mejorar mi apariencia para la supuesta maravillosa velada a la que asistiríamos esa noche, estaba acostumbrada ya que mis padres saltaban de evento en evento debido a nuestra posición social, no es que me disgustaba, pero tampoco era de mi agrado estar rodeada de tanta gente hipócrita, en los diecisiete años de vida que llevaba la mayoría de personas que se me acercaban eran solo para conseguir algo de mi familia.

―Ya estoy aquí madre ―por lo que tengo entendido el día de hoy asistiremos a una fiesta en celebración del aniversario de la empresa de mi querido padre, Dominik Flag, y mi asistencia, considerada según él mismo de suma importancia debido a que me presentarían como su hija y próxima socia de ellos, desde que comencé a estudiar y supe que tendría que optar por una carrera universitaria me agradó la idea de ser su socia y heredera el día que faltaran, no me emocionaba mucho la idea de entregarme completamente a mi trabajo, pero si el tener tantas cosas a mi disposición gracias a mi esfuerzo y el de mi familia.

―Debes ser rápida Emma llevamos mucho tiempo esperándote, la puntualidad y responsabilidad es lo que caracteriza a los Flag.

―Madre, solo han pasado cinco minutos, no creo que los invitados se vayan a molestar por esperar un poco a los anfitriones y pensé que era tu malhumor lo que nos caracterizaba, ya sabes... ese que cargas hoy a flor de piel.

―Emma no le hables así a tu madre― reprendió mi padre al escuchar mi tono.

Sin ánimos de discutir tomé mi bolso, me despedí de Step y salí de casa encaminándome al transporte de la noche, mis padres habían llamado a dos de sus choferes para acercarnos al lugar donde se llevaría a cabo el presunto evento, yo considero que tener tantos choferes es despilfarrar dinero, en uno entramos todos, pero quién podría llevar la contraria de esos personajes que llamo padres, los adoro, pero su nivel de prejuicio es bastante alto.

― Debes comportarte, nada de locuras con Sofia, ¿escuchaste? ― dice mi madre una vez que estamos en la camioneta, refiriéndose a mi mejor amiga Sofía Smith, hija de los socios principales de la empresa, Sofía y yo solíamos ser algo problemáticas donde llegábamos, por cosas inocentes por supuesto, pero todo lo que atente contra la subestimada coraza de perfección de mi madre está muy mal, sus palabras, no las mías.

―No te prometo nada― hablé a modo de broma ganándome una mirada fulminante de su parte y una pequeña risa de parte de mi padre.

Llegamos al evento, esperamos a que los escoltas que iban en la otra camioneta bajaran y rodearan la zona y cuando bajamos nos topamos con la ola de camarógrafos captando cada movimiento de nosotros, esta gente es muy entrometida, recuerdo que hace un tiempo se dieron rumores de un posible embarazo de mi madre y la mayoría de veces lograban interceptarme saliendo de casa o dónde me encontrara preguntando sobre supuesto rumor, por suerte mi madre estaba en un largo viaje de negocios y el rumor se olvidó igual de rápido como se originó.

― Sonríe― susurró mi madre.

Giro los ojos y doy la sonrisa más hipócrita que me sale a todos, me adelanto esquivando las cámaras y logro chocar con los hombros de varias personas dejando a mis padres atrás dando lo que parece una corta entrevista en la que preguntan por mí.

Entro a lugar increíblemente iluminado, la decoración es simple, las flores de todo tipo destacan y personas con vestuarios elegantes se desenvuelven en el lugar, hay un grupo de música en un rincón que hacen ameno el ambiente, los hombres tienen en sus manos vasos con alguna bebida costosa y van acompañados de sus esposas y algunos con sus futuros herederos, la mayoría de estos tienen mi edad, todos tienen un porte intimidante y ven a posibles patrocinadores como si se tratara de un león viendo a su presa, son hombres y mujeres de negocios no pierden el tiempo al momento de hacer amistades que les convengan, es fácil notar el como los hombres utilizan el poder y el dinero para obtener algo y las mujeres usan la seducción, no considero que esté mal, cada quien utiliza su mejor arma al momento de atacar.

El Último Trago.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora