Capítulo 10

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Son las ocho en punto, no tengo sueño y mi cama está tan cómoda que me tiro sobre ella con mi teléfono en mano, estaba escuchando musica con mis auriculares hasta que llegó un mensaje.

Mi no chico:

Hola, Mel, quería hablar contigo de lo que pasó ayer. ¿Podemos?

Yo:

Si, claro. ¿Hora?

Mi no chico:

Ahora...

Yo:

¿Dónde?

Mi no chico:

Ahora mismo estoy fuera de tu casa, dime .

Yo:

En la feria, bajo enseguida.

Me puse unos jeans rasgados, una blusa blanca de tirantes y mis tenis. Cuando bajé él estaba con su look despreocupado, una camisa negra, jeans y tenis. Tan común y lindo como siempre. En cuando sus ojos captaron los míos, sonrió, sonríe también.

-Buenas noches

-Buenas noches, Mell. ¿Vamos? - asentí.

Me abrió la puerta de su auto y le agradecí con una sonrisa que él devolvió. Todo el camino nos mantuvimos callados. Llegamos y salió del auto a abrirme la puerta, pero yo ya estaba saliendo, así que sólo la cerró. Caminamos por el corto espacio del muelle, los juegos mecánicos, los puestos de comida y gente achicaron el espacio para caminar.

- ¿quieres ir ahí? - preguntó señalando una banca vacía, estaba rodeada de flores y árboles, es un lugar muy bonito cuando no hay tanta gente.

-si, supongo, me siento abrumada, elegí mal - dije avergonzada.

-No, es un buen lugar, muy bonito, solía venir con mi pa... No importa, vamos.

Me extrañó su interrupción, pero no dije nada hasta que llegamos y nos sentamos.

-¿de qué exactamente querías hablar?- no nos mirábamos, nuestros ojos estaban puestos en la montaña rusa y los gritos de los chicos.

-De nosotros... Soy consciente de lo que despiertas en mí, de que... Estoy enamorado de ti, sí, es pronto e inexplicable, pero sé que es así, lo siento de verdad, te veo y quiero abrazarte, estar contigo, me da celos verte con Elias, con cualquiera en realidad...

-Espera, ¿es una clase de declaración?- Sonreí sonrojada y apunto de vomitar un arco iris.

-Si, señorita me gusta interrumpir, ¿qué dices?

Lo abracé mientras sonreía, me separé para verlo y sus ojos tenían esa ilusión que esperaba, ese brillo que te lleva a ver, a sentir si un amor es genuino, lo vi, él si está enamorado de mí y yo lo estoy de él.

Sus brazos rodearon mi cintura y me besó, no puedo explicar esa extraña sensación que creció en mí mientras sus labios estaban sobre los míos, esa explosión de emociones que se desató en mi interior, sólo puedo decir que nadie, nunca, me ha besado así, como tratando de explicar de alguna manera desesperada sus sentimientos, su cariño.

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