Viviendo Con Las Playgirls

1. La Carta

Estaba en mi casa ansioso de que por fin llegase la carta, la carta que definiría mi futuro.

Baje y abrí la puerta para salir de mi casa, salgo corriendo cuando veo que un hombre con un sobre entre sus manos intentando meterlo en el buzón, lo detengo.

-Deme eso- el hombre me mira, mira el buzón y luego de nuevo a mi, me lo entrega y sin decir nada se larga.

Entro a mi casa con los nervios a flor de punta, todas las vacaciones estuve esperando esto, y ya está entre mis manos, en tres semanas empiezan las clases, subo las escaleras, llego a mi cuarto y me tiró en la cama, la miro, y la abro.

Joven Theo Smith, la universidad de Nueva York hoy le manda esta carta, para que sepa que ha sido aceptado en arquitectura, las obras que nos ha enviado, han sido un deleite para nuestros ojos, por eso le damos la más cordial bienvenida a nuestra universidad. Debe presentarse la próxima semana, para más información consulte en nuestra página web.

-¡SI LO LOGRE!- grito a todo pulmón, todo el esfuerzo y las burlas han servido de algo.

-¿HIJO POR QUE GRITAS?- me pregunta mi mamá desde el piso de abajo.

Bajo corriendo lo más rápido que pude las escaleras, se que estará orgullosa.

-Mira- le entrego la carta con una sonrisa.

Ella toma la carta entre sus manos, y me mira para acto seguido abrazarme.

-HIJO, estoy tan orgullosa de ti, sabía que ibas hacer alguien grande- dice entre sollozos, me encanta que mi mamá este alegre, es algo que siempre ha soñado, que yo crezca y sea alguien exitoso, y por más que todavía falte un largo camino, haré lo posible para seguir cumpliendo mis sueños.

-Entonces sólo me queda una semana más contigo, con mi bebe- dice mi mamá, volteo los ojos me estresa que me diga así y ella lo sabe, pero le gusta fastidiarme.

-Mama, ya te he dicho que no me gusta que me digas "bebe"- digo.

-Mmm, hijo sólo una semana y serás libre, sin esta vieja diciendo lo que tienes que hacer, así que por ende, esta semana eres mi bebe- entre cierro los ojos, pero es cierto así que me tendré que calar que me diga como se le dé la gana.

-Ya podré presumir a mis amigas que mi hijo se irá a Nueva York ha estudiar- dice con una sonrisa de oreja a oreja.

Mi mamá lleva un tiempo con el tema de presumirles a sus amigas que su único hijo, se va a estudiar en Nueva York.

Me rio por tal disparate y asiento, no me importa que mi mamá me presuma, más bien, me halaga.

Vuelvo a subir a mi cuarto, al menos hoy podré dormir tranquilo sin el estrés de la carta.